Letras de topacio azul

Epílogo

"Echando la vista atrás, no puedo creer cómo en unos instantes mi vida cambió. Como cuando sale la luna y el sol todavía se está escondiendo. Es un suceso mágica que no siempre podemos observar. Eso ha sido Ethan en mi vida, el sol y la luna. Porque en las noches más oscuras, sabía que él iluminaba mi camino. En los días fríos y tristes, él me daba ese calor que tanto adoro de los rayos del sol.

No puedo evitar mirarle fijamente todas las mañanas. Aunque pasen los años, sigo sin saber si esto que vivo es ficción o realidad. Porque estaba tan acostumbrada a que la vida siempre me jugaba malas pasadas que este inmenso regalo nunca lo creí posible. Pero él no es el único hombre de mi vida. Neyzan, mi pequeño que irrumpió como un rayo en plena tormenta. No lo esperaba y seguramente él tampoco me esperaba a mí. Todo pasó tan rápido que solo ahora, sentada frente a la pantalla del ordenador soy capaz de analizarlo. La sonrisa no se borra de mi rostro, pero un sabor amargo se cuela en mi interior y unas pocas lágrimas amenazan con salir. Juntos hemos pasado tantas cosas que nada ni nadie nos va a poder derrumbar. Ya no somos Ethan y Adele, ahora somos nosotros. Una familia, un hogar que va creciendo día a día. Dentro de unos meses seremos uno más y el más emocionado por ello es Neyzan. Para mí, él siempre es y será el mayor de nuestros hijos. Ese que le dio a Ethan el valor para afrontar lo que es ser padre y a mí la valentía de arriesgarme por lo que quiero, deseo y sueño.

No puedo evitar mirar el anillo que llevo en la mano izquierda. De nuevo, recuerdos inundan mi mente y vuelvo a sonreír. Las lágrimas amargas desaparecen y son reemplazadas por unas pocas de alegría. Este pequeño objeto representa tanto para mí marido que a veces me da miedo. En él está lo que siempre ha extrañado, su madre. Y también estoy yo, ese azul que tanto le gusta ver en mis ojos. Según él, es una forma de tener juntas a las dos mujeres más importantes de su vida. Dentro de poco tendrá que añadir a una mujer más, pero seguro que mi hombretón lo tiene todo controlado.

Para terminar, quiero dedicarle unas palabras a la persona que sé que está leyendo este libro. Solo existe una copia y es la que sostienes entre tus manos. Al igual que tú, es único. También sé que debes estar emocionado, nunca te he contado esta historia con tantos detalles como en estas hojas. Cariño, a lo largo de tu vida encontrarás momentos buenos y momentos no tan buenos. Pero sé que tú eres un luchador, siempre lo has sido por eso conseguiste sobrevivir a tantas cosas desde tan pequeño. El valiente no se mide por su fuerza física sino por la grandeza de su corazón. Y tú, eres especial. Siempre lo has sido y espero que nunca dudes de mis palabras. Nadie es perfecto pero tampoco pretendas serlo, los defectos nos hacen ser nosotros mismos. Sabes que nosotros también cometemos errores, nos equivocamos y discutimos pero en esto consiste la vida. Cuando te sentías perdido yo te encontré y nosotros te criamos y cuidamos lo mejor que supimos. Ahora, nosotros estamos perdidos y asustados. Ya no eres un niño, sino un medio adulto que toma sus propias decisiones. Sean cuales sean, estaremos a tu lado. Y recuerda siempre que como dice tu padre, el amor se escribe con Letras de topacio azul."

Cierro el libro y suspiro. Levanto la mirada y veo el árbol de navidad iluminado, esta noche ha venido Santa Claus y soy el único que le ha visto. No le diré a nadie que se llama Adele y es una mujer preciosa de ojos azules. Y sí, es mi madre. Sonrío y seco las lágrimas que han empapado mis mejillas. No esperaba esta última parte del libro. No sabía que existía esta novela que me contara toda la historia de mis padres que en parte es la mía también. Conocerles tan profundamente me ha gustado, ahora les entiendo mejor. También sé que a mi padre le habrá costado muchísimo abrirse de esta manera e intuyo que este regalo lo tenían preparado para cuando dejase de ser su niño.

Unos pequeños pasos bajan por las escaleras, sé a quién pertenecen. Los gemelos bajan a buscar sus regalos de navidad. Me ven sentado en el sofá junto a la chimenea y se sorprenden. Los dos me miran y vienen junto a mí.