Siento mucho el retraso, pero aquí tenéis otro capítulo, espero que lo disfrutéis y la espera haya valido la pena.
Dedicado para mi amiga, esa persona que siempre está ahí cuando la necesitas.
Besos!
Adele Davis
Siento mucho calor, abro los ojos de golpe y miro a mi alrededor. Al principio me siento desorientada porque no reconozco mi habitación, pero entonces caigo en la cuenta de que no estoy en mi casa sino en la de Ethan. Pongo mis manos sobre las suyas que me rodean la cintura y pegan mi espalda a su pecho. Por su tranquila respiración sé que está dormido, siento la necesidad de ir al baño, pero no me quiero separar de él, menudo dilema.
Miro el reloj que tiene en la mesa de noche y me sorprendo al darme cuenta que son las diez de la mañana, Mark debe estar preocupado así que aprovecho para ir al baño, encender el móvil y mandarle un mensaje. Nada más encender este aparato infernal veo que tengo algunos mensajes, reconozco el número al instante y sé que no son de Mark. No entiendo por qué Devon ahora se empeña en llamarme y dejarme mensajes. Lo último que supe de él fue una nota el día de nuestra boda. Directamente los borro, no me interesa lo más mínimo lo que ese tenga que decirme, parece que tiene un rada para joderme los buenos momentos de mi vida.
Marco el número de mi nuevo amigo y vecino que lo coge rápidamente.
-Vaya, creí que Ethan te tenía atada a la cama por eso no me habías podido llamar antes, he estado preocupado.
-Es tu amigo, pensé que te fiarías de él -ambos nos reímos aunque yo lo hago suavemente. No quiero despertar al dios que tengo durmiendo en la habitación de al lado.
-Ese hombre ha probado a demasiadas mujeres y todas han terminado despechadas por él Adele, no quiero que seas una más. Aunque sé que no te hará daño porque se enfrentará a mí. A parte te ha llevado a su casa, eso debe significar algo -. Imaginarme a Ethan con muchas mujeres me revuelve el estómago, pero hay algo que me hace saber que estoy siendo estúpida y es mi sentido común. Habrá tenido sexo con muchas mujeres, pero soy la única que ha tenido sexo con él en su casa y ha conocido a su tia Cora.
-Me ha presentado a su tía Cora, seguro debe significar algo -. Mi amigo se ha quedado mudo al otro lado, miro la pantalla por si la llamada se ha cortado pero en teoría, Mark sigue al teléfono.
-Joder Adele, le tienes cogido de los huevos entonces. Necesito que me enseñes tus tácticas amiga porque las que suelo utilizar no funcionan -. Volvemos a reír y me siento como si estuviera en una nube, solo falta llamar a Joy. No la he llamado en un par de días y debe estar planteándose si venir aquí o mandar a Zac a ver qué ocurre.
-Ya te las enseñaré, ¿Qué te parece esta noche una cena en mi casa? -. Me apetece mucho hablar con un amigo y aquí él es el único que tengo.
-Perfecto, oye pregúntale a tu dios del sexo si se quiere apunta, no quiero que piense cosas raras y me parta la cara -volvemos a reír, parece que ambos estamos de un humor excelente esta mañana.
-Se lo diré, cuelgo para volver a la cama con él -. No digo nada más, simplemente corto la llamada. Voy a lavarme la cara cuando siento el móvil vibrar entre mis manos, ruedo los ojos pensando que a Mark se le ha olvidado decirme algo y mi error es responder sin mirar la pantalla antes.
-Oye, quiero volver a la cama, haz el favor de dejarme tranquila -digo sin poder ocultar la alegría en mi voz.
-Yo también me alegro de escuchar tu voz cariño -la sonrisa se me borra al instante. ¿Cariño? La voz de mi ex me ha dejado helada.
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Letras de topacio azul
RomanceAdele Davis, una escritora londinense llena de sueños y esperanzas. Con una vida perfecta, una boda a la vuelta de la esquina y un futuro muy prometedor; que irán a pique después de ver como su mundo se desmorona y no puede hacer nada por impedir...