Décimo capítulo: Parte II
— Familiares del señor Horan. —salió el doctor Sandler de la habitación. La castaña se levantó de su asiento y se acercó.
— Aquí —sonrió.— ¿Que es usted del señor?
— La niña. —dijo señalando a Charlotte. — Es su hermana, yo soy su niñera. —mintió y sonrió inocentemente.
— De acuerdo, él chico sufrió un golpe muy fuerte y se dislocó la cadera, va a tener que usar una silla por varios meses, necesita tener cuidado y si es posible, que alguien lo cuide. —le dijo anotando en su pizarra. Quito una hoja de papel y se la entregó a Aurora. — Evite que camine, si puede hacerlo, pero hay que disminuirlo; en caso de que sus piernas le duelan, le da estas pastillas, las venden en la farmacia del hospital ¿alguna duda?
— No. —tomo el papel y lo guardo en su bolsa.— Ya se puede llevar al rubio, nos vemos en tres meses, cuídelo mucho.
— Está bien, gracias doctor.
— Que le vaya bien. —sonrió
.
Fue hacia la habitación de Niall y lo vio sentado sobre la silla de ruedas. Sonrió y entro.
****— Así que... ¿Eres Irlandés? —Pregunto Angie mientras miraba fijamente a Niall.
— Sí, soy de Mullingar pero mis papas abrieron un negocio en Cheshire y nos mudamos. —sonrió.
— Yo adoro Mullingar. —dijo riendo.
— ¿Enserio? —casi grito el rubio.
— Alguna vez podrías llevarme a conocer toda Irlanda. —rio. Que indirectas, pensó Aurora. Se encontraban en el restaurante del hospital por urgencia, ya que según Niall se iba a morir por un ataque de hambre. Charlotte estaba en las quimioterapias que iba a terminar en dos minutos, después podían irse a casa, con Harry.
— Enserio, insistimos, es lo mínimo que podríamos hacer por ti. —Dijo Aurora.
— Además, el doctor dijo que necesitaba que alguien te cuide y tú vives solo ¿no? —le dijo Angie.
— Pero le llamare a mis papás.
— Vamos Niall, quédate unos días solamente, después te juro que te dejamos solo. —bromeo la castaña.— Esta bien —se rindió y se adentró a la casa de las chicas. Era grande; más que la de él. Un olor a pastel de zanahoria llego a sus fosas nasales. Aspiro y suspiro. Después de todo, no iba a ser tan malo quedarse aquí por unas semanas.
— ¿Qué haces aquí? —se escuchó una voz áspera por el fondo del pasillo.
— ¿Disculpa? —dijo Angie.
— Me refiero al rubio, ¿qué haces aquí? — Diablos, pensó el. Ese era Harry, él mismo que lo había echado a patadas, literalmente, de la empresa. Él inocente rubio no era tan inocente como creían; nada más y nada menos que un ladrón, estafador y un gran problemático.
— Lo arroyamos sin querer, y necesita de cuidados intensivos. —continuo diciendo la amiga de Aurora.
— Mejor vuélvanlo arroyar y déjenlo tirado en medio de la carretera, así cada auto pueda pasar por encima de él. —dijo Harry escupiendo sus palabras. Niall lo miro apenado y bajo su mirada al suelo.— ¿Qué te pasa, Harry? —Le dijo bruscamente Aurora.
— ¿Por qué no se lo preguntas a él? —Apunto con su cabeza a Horan— ¿Y cuánto dinero haz robado, rubio? ¿También asaltas joyerías? Debe ser interesante, ¿y si le cuentas a estas dos damiselas de aquí tú aventura de "El fracaso en la empresa de Harry"? —Rio con ironía. — Cuéntales lo que en verdad haces...
— ¿De qué está hablando, Niall? —dijo Angie curiosa.— Charlie, por favor sube a tu habitación. —dijo la castaña dándole un empujoncito a la pequeña.
— Styles, este no es el momento. —susurro el chico. Harry rio sarcásticamente y se acercó a él.
— Harry, cálmate. — Aurora trato de calmarlo y coloco sus manos en el pecho del rizado y él suspiro.— ¿Tu tuviste la idea de traerlo, cierto? —la miro.
— Si, ¿hay algo de malo en eso? —dijo la castaña retándolo. Harry se alejó de ella y comenzó a caminar hacia el patio.
— De no ser porque Charlotte necesita una niñera, créeme que por mí ya te hubiera mandado al infierno —dijo él. Aurora bajo la mirada y pestañeo varias veces. Niall le traería problemas, muchos.— ¿Aurora? —Dijo Angie poniendo una mano en su hombro— ¿Estas bien?
— Si, no importa. —se secó las lágrimas con la mano y suspiro.
— Se lo mucho que te importa, conmigo no tienes que actuar...
— Ven conmigo Niall, te llevare a tu habitación...
— Pero...
— No me importa lo que ese idiota haya dicho, tú eres mi invitado y eso no va a cambiar. —dijo firme.
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La niñera de Charlotte « H.S .»
RomanceTras unas largas vacaciones de verano, la hija del alcalde de Cheshire, Aurora White, sufre una crisis económica, por la cual se verá obligada a encontrar un trabajo de medio tiempo urgentemente. Sin pensarlo, Harry Styles, un empresario distinguido...