Decimo primer capítulo: Parte II

60 3 0
                                    

Decimo primer capítulo: Parte II


— ¿A dónde está ella? —dijo Harry entrando a la cocina.

— ¡Harry! —exclamo Laura un poco asustada y nerviosa— ¿no estabas en el establo?

— He hecho una pregunta, ¿dónde está Charlotte? —todos se miraron entre sí, Aurora se acercó a él y soltó una risita llena de ironía.

— ¿Y ahora te importa, verdad? —bufó.


— ¿Disculpa?

— No te hagas el inocente conmigo, Harry, no te has preocupado por Charlotte durante dos años, ¿y ahora te preocupas por dónde está? Enserio Harry, deja de jugar.

— ¿Qué insinúas? —amenazo con su mirada penetrante.

— ¿Yo? —Rio. — Nada, la cuestión es ¿qué insinúas tú? Con esa idea de "púdranse todos en el infierno", y luego ¿qué pasa? te preocupas por Charlotte, ya basta Harry. Pon tus pies de regreso a la tierra, y cuando lo hagas, vienes y te disculpas con cada uno de nosotros, especialmente conmigo... —suspiro. —, después de que me tome la molestia de venir a vivir contigo para hacerme cargo de tus responsabilidades. —sonrió. — que ironía ¿no? —la castaña abandono la habitación, dejando a todos perplejos por tales almirantes palabras que habían dejado a Harry con la palabra en la boca y la mirada perdida. Fue un home run para ella, y sin duda para todos. Una carrera más, y Aurora seria la ganadora en las Ligas Mayores.

Harry avanzo con paso perezoso hacia su biblioteca y azotó la puerta. Las palabras de Aurora le habían disparado justamente en su corazón. ¿Charlotte se sentiría olvidada? Diablos; en ese momento quería apuñalarse fuertemente en el estómago.

Se dirigió a su escritorio, donde una fotografía de Penny descansaba. La tomo y sonrió. Dirigió su vista al espacio que sobro de su mesa y noto que un recado reposaba al lado de su lámpara.

¿Que será eso? Lo tomo y lo leyó.

"Eres un estúpido, sigue así y perderás todo."

¿Que mier...?

La letra le parecía conocida, si, y demasiado.

Abrió su cajón, y esculco entre los papeles. ¡Bingo! Tomo la pequeña hoja de papel, era la carta que había escrito Penny.

Necesitaba leerla, desahogarse y....

Eso es, eso es... ¡Esa es la letra de la nota que le habían dejado! ¿Pero cómo?
Parpadeo varias veces, y si, esto no era un sueño...

Ella estaba.... Muerta.

Exacto, ella estaba muerta. Es una estupidez seguir luchando por no olvidarla. Sonara monótono pero, está muerta, y muy lejos de él.


— Es una estupidez —susurro para el mismo.

Tenía que disculparse con todos por su conducta inmadura, en especial con ella. Sí.

No. No, no, no.

Pero era bastante cobarde como para admitir que Aurora tenía razón. Se sirvió una copa de Wiski. Tal vez si perdía el conocimiento podría disculparse con ella. Pero, seria inmaduro hacerlo ebrio.

En esos momentos necesitaba de Louis. Necesitaba un consejo; Aurora le atraía físicamente, pero no....

¿Pero ella le gustaba? No... ¿O si?

No, definitivamente no.

Tres copas. Su vista se hizo borrosa; hacia tanto que no bebía con tal rapidez...

Cinco copas. ¿En dónde estaba? Todo daba vueltas.

Ocho copas. ¡Basta! Ya no bebería mas...

Nueve, diez, once... Ahora sí, estaba oficialmente borracho.

Se levantó tratando de mantenerse firme, pero el intento fallo. Tomó el cajón y lo abrió. Saco una fotografía de Aurora, sonrió y la beso.


— Eres tan parecida a Penny... –rio irónicamente. — Todo lo que haces me recuerda a ella, por eso te odio tanto.


Se tumbó en la silla de cuero y se terminó la última copa de vino que prometió consumir. Su puerta se abrió de golpe y miro a Aurora allí.

Todos sus sentidos estaban fallando. Lo que él veía era a Penny, no a la niñera de su sobrina.

— ¿Por qué tanto ruido, Harry?

— Hola, amor. –dijo acercándose a ella.

— ¿Has estado tomando? — Harry ignoro su comentario y la atrajo al salón, cerrando la puerta por detrás de ella.


— ¿Qué tiene de malo, Penny? A ti te encantaba tomar unos tragos conmigo...

— ¿Penny? — suspiro. — Si, estas ebrio.

— ¿Por qué no te callas y me das un beso?


— Aurora, soy Aurora, no Penny. –dijo soltándose de su agarre. — Ahora, si me dejas debo irme.


— Es que me recuerdas tanto a ella. –dijo tomándola de las manos, haciéndola girar y mirándola fijamente. — Todo lo que haces, ¿Por qué? — atrapo el cuerpo de ella entre él suyo y el estante de libros, cortando la cercanía de sus labios, plantándole un beso tierno y apasionado en los de ella. — Quédate conmigo esta noche, Penny. —dijo en un susurro.

— Me tengo que ir. –dijo en un hilo de voz. Escapo de Harry y corrió a su habitación.


No soportaba más. Tenía que desahogarse.

Lloro, si, por primera vez lloraba por un hombre...

Aurora estaba enamorada.

La niñera de Charlotte « H.S .»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora