Una Bad Girl Adoptada Por Una Fraternidad

Nuevos trabajos y el mundo de las estafas

Capítulo 11: "Nuevos trabajos y el mundo de las estafas".

- ¿Tan rápido te olvidas de tu mejor amigo?

Kyle

Me quede un momento estática sin poder hacer movimiento alguno pero luego reaccioné.

- Desapareciste del mapa, al igual que los otros dos estúpidos. Estabas muerto.

- Estabamos princesa

Tobías

- Hola baby ¿Me extrañaste?

Y el idiota de Jim

- ¿Qué hacen aquí?

- Ya dejaron de perseguirnos - Pero a mi no - No corremos riesgo de nada ¿y tu pequeña?

Mire a Kyle apretando los ojos, no podría volver a confiar en el luego de la ultima estafa.
Puta caja invocadora.

- No son tus asuntos

- ¿De enserio nena? ¿Ya no nos quieres? - Pronunció Jim mientras enredaba su brazo en mi cuello y dejaba un beso cerca de mis labios.

- ¿Nunca les contaste lo que hiciste, Kyle? - Saqué el brazo de Jim y me acerqué a Kyle apretando mis puños - ¿Nunca les dijiste que caí en prisión por ti? Todo por tu estúpida codicia. ¿Qué en el ultimo robo todo salió mal? ¿O al menos para mí?

- ¿Que dices Jo? - Dijo Jim

- Luego del robo a los McCarddy, ¿Qué les dijo Kyle?

- Nos dijo que teníamos que irnos, tu ya te habías escapado y solo faltábamos nosotros. Que nos teníamos que ir lejos ya que nos buscaban - Soltó Tobías.

Me giré para encarar a Kyle y me lancé contra el, puño viene y puño va.
Podía ver la sangre salir de su nariz pero no iba a parar, se lo merecía.
Sentí 2 manos es mi cintura y como me jalaban, pero quería ver el desfigurado rostro de Kyle.

- ¡Anne! - Devuelta las manos en mi cintura pero esta vez no me opuse, o al menos no tanto.
Sacudía mis piernas y me movía en el cuerpo de la persona que me sostenía.

- Anne tranquila

Puto Jacob, estuve a punto de dejarlo sin hijos.

Me solté de el y vi mis nudillos llenos de sangre, destrozados.
Alcé mi vista y vi a Kyle con su rostro lleno de sangre.
Una mano se enredo en mi brazo y me arrastró dentro de un auto. Jacob.

Me giré en el asiento y vi como le daba la llave de MI Harley a Jim.
Palmee mis bolsillos y sí, las llaves no estaban.
Apreté mis puños, segundo ataque de ira en el día.
Me bajé del auto y comencé a caminar rumbo a casa, necesitaba tranquilizarme.

- Anne

Automáticamente mi puño se impacto en el pómulo de aquella persona que resulto ser y nada menos que el pobre Jacob.
Vi su mueca de dolor y su cara tomando un color rojo.

- ¿Estas bien?

Tomé su cara entre mis manos y lo acerqué a mi, mirando fijamente sus bellos ojos.

- Si, solo que casi me sacas la mandíbula de lugar.

Reí ante su comentario y apoyé mi cabeza en su pecho.

- Bienvenido al infierno.

- Este infierno me esta gustando mucho.

Dijo a la vez que me daba un beso en la coronilla.