Fin

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Anne tomó cada bolso y lo colocó en su nuevo auto, aquella pequeña chatarra en la que había plasmado sus esperanzas para huir hacia San Francisco.

Subió al auto, enredando fuertemente sus dedos en el volante, dejando notablemente blancos sus nudillos.

Contenía las lágrimas evitando romperse aún más, pero ella sabía que iba a dejar todo atrás.

Llegó al hospital, pero no se despegó del auto.

Comenzó a golpear con rabia y tristeza el volante de este, lastimandose en el acto.

Bajó del auto, con un andar particularmente lento y decaído.

Estaba rota en cuerpo y alma.

Tomó valor y empujó las puertas de cristal, para luego avanzar por aquel pasillo tan conocido.

Abrió la puerta de la habitación, mientras tomaba asiento junto al hombre que le había robado el corazón.

Tomando una mano del castaño dejó caer aquellas lágrimas que tanto había soportado, tratando de mostrarse fuerte.

- Jacob - Susurró, ella lo miraba a él como un ciego miraría al mundo por primera vez - Solo quiero mantener a todos a quienes amo seguros. Manteniendolos apartados de mi parece ser la única manera de lograrlo.

Rego la mano de su amado con varias lágrimas, intentando no ser cobarde y arrepentirse de su decisión.

- No estas aquí para escucharme, así que te escribí una carta - Sonrió amargadamente, mientras quitaba de su bolsillo un sobre azul - No puedo hablar y no me puedes escuchar, sé que te despertaras, lo sé, eres muy fuerte.

Dejó el sobre en la mesita junto a la cama y limpió sus ojos.

- Me enamoré de ti, por eso decido marcharme. Sé que si me quedo te harán daño a ti, y te amo tanto como para dejar que te lastimen así.

Unió sus labios por última vez, en un casto beso.

Y lo miró con ojos tristes, cargados de lágrimas y dolor.

- Solo Dios sabe cuanto te quise - Susurró antes de soltar su mano.

Sus compañeros se habían enterado de su decisión, por lo que la esperaban fuera de la habitación con lágrimas en las mejillas.

Los abrazó, eran las personas que le habían enseñado que era el cariño, la diversión y el sentimiento de ser amado.
Había aprendido lo que era sentirse parte de una familia, porque ellos formaban una y abrieron sus brazos para recibirla a ella.

Se despidió de cada uno, rogando que el destino los volviera a unir.

Ella salió del hospital, no quería compañia, sabía que sino se arrepentiria.

Lo que menos se esperaba era que mientras Anne huía, comenzando su largo viaje hacia San Francisco, en aquella camilla de colchas azules, Jacob abría los ojos.

Los jóvenes entraron aún con lágrimas en los ojos a la habitación, con alegría y tristeza.
Alegría por su amigo, que demostraba ser fuerte.
Y tristeza, por la reciente despedida de la chica que había cambiado sus vidas.

- ¿Dónde esta? - Preguntó el joven esperanzado, recibiendo una negación de parte de sus compañeros.

Liam, le señaló la carta a su lado, así que nuestro enamorado la tomó rápidamente.

Rompió el sobre, con el corazón en la garganta, mientras tomaba la carta que se escondía en este.

Jacob:

Para este momento debes estar despierto, sabía que eras fuerte.
De seguro nadie quiso contarte nada, por eso te lo explicare yo.
Decidí irme, el peligro esta detrás de mí y tu ni nadie debe cargar con mis problemas.
Haberte conocido fue parecido a ver una estrella en el cielo. Tan única, brillante e inalcanzable, al igual que tú.
Y es que entre tanta oscuridad, te convertí en mi claridad.
En fin, me enamoré.
Me enamoré de alguien a quien no puedo tener, me enamoré de ti.
Si el universo supiera cuanto te amo, le daría vergüenza ser tan pequeño.
Llegaste a mi vida y me hiciste sentir que cada minuto valió la espera.
No sabes lo que me duele irme. Sé que nunca me perdonaras por abandonarte, pero prefiero saber que podrás ser feliz, aunque a tu lado se encuentre otra mujer.
Te amé, te amo y te amaré por siempre.
Como muchos dicen;
"No es quien te roba el corazón, es quien te hace sentir que lo tienes devuelta".
Y es cierto, volví a tener corazón gracias a ti, tú me hacias sentir como si en realidad le importara a alguien.
Me arrepentire toda la vida de hacerte esto, no haberme expresado frente a ti.
Me encantaría haberte dicho que te amaba y que daría mi vida por estar a tu lado, pero no quería dañarte, o tal ves no quería dañarme a mi misma.
Jamás te llamaría error, no después de tantas sonrisas, pero hay veces en las que solo eres un momento en la vida de los demás. Pero te quise y te quiero, aunque estemos destinados a no ser.
Tú eres esa cara que nunca olvidaré, aquella que buscaré entre la multitud. Eres la mejor coincidencia que he encontrado.
No te diré a donde me iré, no quiero atarte a mí.
Te amo tanto que me alejo para que puedas continuar sin mí, y puedas ser feliz.
Aunque nuestros caminos se separen, nunca olvidare nuestro recorrido.
Hoy te digo adiós, hoy te suelto la mano, hoy me arrepiento de ser tan cobarde y abandonarte.
Te dejo mi corazón en este papel, porque te pertenece por y para siempre.

El joven abrazó el papel contra su pecho, dejando caer silenciosamente aquellas lágrimas que demostraban el dolor que sentía su corazón.

No todo ocurre como lo esperabamos, pero aveces es mejor tener la cicatriz por valiente que la piel intacta por cobarde.

A veces la realidad nos da un golpe para demostrarnos que no es un sueño, que el tiempo se agota y el final se acerca.

Nadie vive su vida con un corazón sano, a todos alguna vez nos rompen el corazón.

Fin.





Una Bad Girl Adoptada Por Una FraternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora