Día de los enamorados

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Hoy amanecí con dolor de cabeza y las pesadillas de ayer fueron bastante estresantes. Soñaba que mi teléfono comenzaba a parpadear y timbrar cada vez más rápido como si se tratara de un artefacto explosivo, entonces lo arrojé al suelo y se quedó titilando sin de explotar, atormentándome con su sonido. Más que terror, fue angustioso esperar que aquel objeto reventara sin que sucediera nada, como sucede cuando enciendes un petardo y al estar a punto de lanzarlo este se resbala entre tus manos y te cubres esperando que detone, pero no ocurre nada.

La pirotecnia es un tema que particularmente me afecta, desde niño siempre he sido sensible a los olores y especialmente a los sonidos muy fuerte. Además está el hecho de que cuando era bebé, mi padre forró de pólvora la mecha de un cohete y al encenderlo, esta se consumió más rápido de lo que debía, detonando en la mano de mi padre, quien hasta el día de hoy es manco. Ese día una esquirla saltó e impactó en un tablón de mi litera, a unos pocos centímetros de mi cabeza.

Me despierto y veo que el marido de mi prima a vuelto de su viaje de negocios y está preparando el desayuno, así que decido ayudarle. Noto que prepara dos comidas, la una para mí y para él, la segunda servida en bandeja. Cuando le pregunto acerca del motivo de esto, me responde que quiere llevarle el desayuno a la cama a mi prima, lo cual resulta un gesto muy agradable, pero sigo mirándole con cara de desconcierto, entonces ríe y me dice que hoy es 14 de febrero, día del amor y la amistad.

Al decirme esto, mi mente parece una video-grabadora estropeada escupiendo una cinta llena de malos recuerdos de mi adolescencia.

Me pasaron muchas cosas desagradables los anteriores días del amor, desde amores no correspondidos hasta infortunios como triángulos amorosos, en los cuales perdía desde el principio, y derroches inmensos de dinero en flores y bombones que no me darían mayor beneficio que quedar como "un buen amigo".

Sólo hubo una ocasión en la que tuve una "admiradora secreta" que me envió una carta. Como siempre he sido investigador nato, indagué sobre la identidad de aquella persona sin obtener resultados satisfactorios.

Han pasado los años y se ha convertido en un círculo vicioso. No soy de aquellas personas que van por allí anunciando su despecho o su fracaso, ya que me he acostumbrado a este, pero cuando este día llega sólo hago cuenta de que es un día más, y si recibo un regalo pienso que se trata de un mal chiste.

Como no quiero molestar a los tórtolos, me visto y voy al trabajo para asegurarme de no volver. Al llegar noto varias reacciones en mis compañeros, uno que llora por enterarse de que su esposa, tras diez años de relación, le ha sido infiel con su mejor amigo... ¿a quién me recuerda esta escena?

Otro sonríe como nunca porque cree que ha planeado la cita perfecta y está muy seguro de sí mismo, lo cual puede sumar un par de puntos. Los demás sólo hablan de tener cenas de dos o ir de paseo. El jefe anuncia con orgullo que hoy celebra su trigésimo aniversario, a lo cual todos en la oficina respondemos con aplausos de devoción y admiración.

El resto del día me dedico a programar varios ordenadores formateados, todo esto a un flujo lento, sin prisa, la idea es no llegar a casa hoy. Pero no sé dónde pasar la noche y no tengo planes de dormir a la intenpérie.

Ya que hoy es un día para expresar cariño, aprecio, estima y afecto, quiero invitar a la señorita de la plaza, mi acompañante, a cenar en un restaurante pero, no será nada lujoso, no pienso despilfarrar más dinero en apuestas, y sin duda el amor no es una garantía, sino un número, un abanico de posibilidades donde absolutamente todo puede pasar...

Al salir del trabajo, recojo a mi acompañante y le llevo a un modesto restaurante italiano. Dada la importancia de la ocasión, visto mejor traje, de costuras negras y corbata roja, mientras que mi cita viste un largo vestido negro que le cubre hasta los tobillos, junto a un abrigo corto para no exhibirse mucho.

Al llegar al lugar ya resulta una rutina comer y hablar con mi acompañante, sólo pasan unos cuarenta minutos y ya estamos camino a casa. En el trayecto le informo de que no tengo intenciones de volver a casa por mi prima y su marido, esto le resulta inquietante y me pregunta sobre dónde pasaré la noche, le respondo que pienso alojarme en algún motel barato y me detiene diciendo que es una locura, prefiere invitarme a pasar la noche en su hogar. Dudo al principio pero acepto ya que es más económico y no tendré un bloque de cemente por almohada.

Llegamos y al entrar a su apartamento, desenfundo una rosa roja junto a un papel. Ella lo recibe con gesto de impresión e indaga sobre el papel, yo le respondo que es un poema que he escrito especialmente.

He de decir que la poesía ha sido uno de mis grandes talentos desde joven. Mi primer poema lo escribí este mismo día a la edad de 13 años y, desde entonces, he adquirido experiencia, escrito poemarios y he aprendido de grandes maestros de la poesía, como Edgar Alan Poe, Fernando Pessoa y Pablo Neruda.

El poema versa lo siguiente

"Mi rosa de pétalos claroscuros

Es un brillo fatuo con olor a jazmín

Una esencia que se transmite más allá de mis muros

Esencia de una flor sin jardín

Que me ha cortado con sus espinas

Mis manos sangrantes piden su aroma

Y caigo en la trampa seductora

Que acecha mis días

No para buscarme la muerte

No para brindarme la paz

Es una materia de pura suerte

Materia en la sólo se fracasar

Mi rosa de los claroscuros

Ese pecado que puedo cometer mil veces

Ese perfume que toma llena mi alma

Esa belleza que guardo en las sombras

Pues el mejor amor se vive en lo oscuro"

Ella termina de leerlo y queda impactada por aquel sencillo pedazo de papel, que se ha bendecido con este arte centenario, me abraza con fuerza diciéndome al oído -es lo más bello que me han escrito-

Noto mi pulso acelerarse y temblar, viéndola conmirada expectante. Ella quita su abrigo, lo cuelga del perchero, da la espalday deshace el nudo de su vestido a la que vez que deja caer de este, dirigiéndosea la puerta hace gestos para que le siga. Lo que haya sucedido esta noche esalgo que dejaré a la imaginación. 

La Culpa es del EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora