La casa de mi prima es sencillamente perfecta, nada enorme con mucho espacio de sobra, ni nada pequeño. He pasado unos días verdaderamente tranquilos. Mis pesadillas siguen, pero tengo cosas con las cuales evitar aquel tema. Siento que podría vivir aquí, pero mi mente como el tormento que es, me dice que sólo soy un incordio, que estorbo la vida privada de una pareja, que tres son multitud. Básicamente, miles de ideas negativas me llenan la conciencia en solo cuestión de segundos.
Eso es algo de lo que nunca he hablado; mi mente. Soy una persona inteligente, buena según muchos, pero nadie sabe lo que sucede en mi cabeza. Es como si cada vez que quisiera pensar en lo bueno, un pensamiento o un mal recuerdo surgiese de la nada. Y dado lo imaginativo de mi subconsciente, soy capaz de concebir en instantes toda una realidad, un mundo. Esas dimensiones alternas varían mucho, a veces es la vida que quisiera tener, pero la mayoría del tiempo son manifestaciones de mis mayores temores, pesadillas vivientes que acechan en mi psique, acechando mi felicidad. Esto claramente ha tenido repercusiones negativas en mi vida social. Desde joven, me sumergía en inmensos periodos de depresión. La gente trataba de ayudarme, de hacerme sentir mejor, pero nunca lo lograban, puesto que ni el mejor día era capaz de borrarme esas oscuras ideas de la cabeza. Me alejé de las personas a causa de ello, en mi mente sólo sentía que todos estaban por darme la espalda, no ¡ya estaban dándome la espalda, todos y cada uno de ellos! Esa clase de ideas me fueron consumiendo. Por fuera no notabas la diferencia pero, al hablar conmigo, cualquiera era capaz de ver que algo en mí no estaba bien. Pero mi mal no es un simple hierbajo que cortar, hablo de un árbol colosal que ha echado raíces en todo mi cerebro. Estoy perdido dentro de mí mismo todo el tiempo y nunca hallo la paz, es un círculo vicioso que me arrebata la vida.
Después de volver en sí, me dispongo a buscar empleo, al menos algo como mecánico no me vendría mal. También me distrae el tema del hogar ¿dónde viviré? después de todo no puedo seguir a cuestas de mi prima, también es un ser humano que tiene que cuidar de sí mismo. Llegado el anochecer, recuesto mi cabeza sobre la almohada y casi siento que estoy apoyado sobre un bloque de concreto, paso otra noche larga y las pesadillas vuelven.
Al amanecer, me miro en el espejo y mis ojeras me hacen parecer un mapache, un oso frontino o cualquier otro animal con un antifaz por cara.
Visto mi traje de entrevista, pantalón beige de gabardina, camisa y corbata de rombos a juego, con un abrigo de un color café. Formal y sencillo, ideal para salir. Tengo tres entrevistas pendientes. Lo bueno de la ingeniería mecatrónica es su versatilidad. Estoy entre técnico de computadoras, programador de ordenadores y mecánico. Nada del otro mundo para alguien que en mejores días fue diseñador de robots... El pasado siempre me persigue, casi es un cáncer.
Una vez llevadas a cabo las entrevistas, almuerzo en un puesto de comida rápida y voy a casa. Ya casi anochece y no estoy de humor para ser robado, secuestrado o peor. Llego a casa, tengo una solitaria cena y finalmente me voy a dormir.
¿Cuál será mi siguiente paso? Eso nunca lo sabré. La verdadera pregunta es ¿Podrá ser este el fin de mi incesante búsqueda de paz?
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La Culpa es del Español
Ficción GeneralEn un futuro no muy lejano, nuestro protagonista, de identidad desconocida, vive sin nada que valga la pena nombrar. Sin embargo, con el paso de los meses descubre una verdad terrible que lo obliga a empezar nuevamente su vida. Las penurias que le...