Capítulo 3: Me estoy riendo de las nubes de distancia.

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-Dime, ¿Cómo es tu familia? -Preguntó Danny.

 -Ellos, ahm... Jamás están en casa y cuando están no me prestan atención. A veces siento que soy una carga para ellos.

 -Eso no es cierto.

 -Tú no sabes nada, danny. No sabes nada de mí.

 -Intento conocerte. Trato de ser el amigo que jamás has tenido.

-Y lo agradezco, no sabes cuanto. Pero tengo miedo que al descubrir quienes son mis padres quieras ser mi amigo solo por cosas materiales.

-Eso jamás pasara, Annabella. Sólo cuentame. -Dijo tocando mi hombro.

-Bien, ahm... Mis padres son dueños de una disquera muy importante aquí en Inglaterra. Mi padre es productor de música y a casa siempre van muchos artistas. Las personas siempre se acercaba a mí porque al estar conmigo estarían más cerca de sus artistas favoritos y yo no tolero la hipocresía ni las personas falsas.

-Wow..

-Espero que después de esto no me ruegues que te presente a mis padres.

 -No lo haría, ademas... Ya conocí a tu madre. -Rió.

 -Por favor, olvida todo lo que ella te dijo.

-Sería imposible. -Rió.

-Oye, aún no me cuentas de ti.

-¿Qué quieres saber?

-Todo tú. -Sonreí.

-Soy Daniel Alan David Jones. Tengo 26 años, amo The Who, Oasis, y excesivamente a Bruce Springsteen. No tengo novia, siempre consigo lo que quiero y nadie puede resistirse a mí.

-¿Qué? -Solté una carcajada.

-¿De que te ríes?

-Pues de ti. Lamento desilusionarte, pero yo no estoy loca por ti. -Reí.

-¡Vamos! Admitelo. -Se acerca a mi oído. -Te gusto. Te gusto desde el primero instante que me viste.

-Sí, Danny. Me encantas. -Susurré a su oído y me levanté.

-¿Lo ves?

-No seas tonto, Daniel. Tú no me gustas y jamás podrías gustarme. -Sonreí.

-¿Por qué no? -Preguntó serio.

-Pues porque... acabo de conocerte.

-Quiere decir que cuando pase tiempo de habernos conocido... ¿te gustaré?

-Danny déjame en paz. -Reí y le di un leve empujó.

-Obligame. -Me tomó en brazos y comenzó a correr. Al parecer tenía mucha fuerza.

-Daniel Alan David Jones, te ordeno que me bajes ¡Ahora mismo!

-Bésame. -Decía riendo.

-¡No seas atrevido! -Exclamé.

-Me conformo con uno en la mejilla, ¿Si? Y te bajo.

-Las cosas que tengo que hacer para que me dejes... -Dije y le di un pequeño beso en la mejilla. Luego me bajó.

-Te quiero.

-¿Qué? -Pregunté desconcertada.

-¿Eres sorda? Te quiero.

-¡Acabas de conocerme! No es posible querer a alguien tan rápido -Dije molesta.

-Oye, no te enfades ¿si? Lo dije en plan de amigos. En serio me caes muy bien y no me gustaría que te alejes. -Dijo buscando mi mirada.

-Lo siento, es que.. jamás me habían dicho algún "te quiero", y quiero que sea verdadero al igual que la persona que me lo diga. -Dije para luego encogerme de hombros.

-¿Dices que no soy de verdad y que mi "te quiero" fue falso?

-No dije eso, es solo que... -Me interrumpe y toma mi mano.

-Lo sé. Te entiendo muy bien y aunque no lo creas, soy igual que tú. Me pasa lo mismo.

-¿Jamás te han dicho que te quieren? -Pregunté.

-Sí. Mi familia y, ahm.. Mis amigos. Pero nunca alguien especial.

-Eso es porque aún no le encuentras.

-Ya le encontré. -Sonrió tierno.

-Genial. -Bajé la mirada. Fui tonta al pensar que se fijaría en mí.

 -Ya es un poco tarde. Debo llevarte a casa.

-Oh, no te molestes. Me gustaría regresar sola. -Sonreí.

-No puedes andar sola por ahí.

-Ahm.. Te recuerdo que mi casa queda hacia allá. -Dije señalando el camino.

-Eres muy lista ¿eh? -Rió. -¿Te veo mañana?

-Le prometi a tu hermana que estaria con ella todo el dia, asi que... no.

-De igual forma te veré. Es mi casa y no puedes entrar si no me ves primero.

-Adiós tonto. -Le sonreí y volteé para irme a casa.

Amar es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora