Ya pasó un mes. Hoy James vendría a por mí. Me sentía diferente, y todos se sorprenderían al verme. Aún está esa herida, pero pronto se convertiría en cicatriz. Mi apariencia había cambiado totalmente, mi cabello largo ahora estaba corto y negro.
Mi estilo de vestir también había cambiado.
Alguien abre la puerta y era James. Sonrío y él me mira extraño.
-Lo siento, me equivoque de… -Le interrumpo.
-Entra, tonto. –Reí.
-¡Wow! ¿Tú usando el color negro? ¡Wow! -Decía desconcertado, yo solo reía.
-¿No te gusta?
-Me encanta. -Sonrió y me abrazó. Te ves realmente hermosa.
-Gracias, ahora estoy lista para volver a Londres.
-¡Eso es!
Salimos de la clínica. Ya estábamos en el avión. Llegué siendo nadie, llegué siendo una nerd y ahora voy siendo fuerte. Nadie podrá herirme de nuevo.
-Oye, los chicos me contaron sobre la presentación de la universidad. Debes ir.
-No iré, James. No quiero volver jamás a ese lugar.
-Vamos, tienes que hacerlo. No lo hagas por nadie más, hazlo por ti.
-No lo sé.
-Tu sueño es cantar, no lo dejes.
-Yo... voy a pensarlo. -Dije insegura.
Ya habíamos llegado. Obviamente no regresaría a casa de mis padres. Iría a vivir con James, ya que es el único que me apoya.
-Los chicos vendrán a verte.
-Los chicos, ¿qué chicos?
-Tom, Harry y Doug.
-Con que no traigan a Danny yo estoy bien.
Llegaron los chicos. Todos se emocionaron y me abrazaron. Me sentí bien en ese momento.
-¡Wow! -Dijo Harry mirándome de pies a cabeza.
-Estás tan... -Dice Tom pero luego Dougie interrumpe.
-Tan... chica ruda. –Rió.
-De ahora en adelante ésta será la nueva yo. No se sorprendan si ven actitudes raras en mí.
-¿Golpeas más duro? –Preguntó Dougie.
-Sí Doug. -Dije riendo.
-Oye, Annabella, ¿podemos hablar? –Preguntó Tom.
-Claro, Tom.
Fuimos hacia la cocina y ahí comenzó a hablar.
-Mira, los chicos y yo sabemos todo lo que ocurrió y ellos no tenían ni idea. Sólo yo, y debí callar porque Danny me lo pidió. No sabes cuánto me costaba mentirte. Ahora quiero que sepas que todo lo que yo hice no lo hice para seguirle la corriente a Danny. En verdad me gustó conocerte y soy tu amigo. Puedes confiar plenamente en mí.
-Lo sé, Tom. Sé por lo que Danny les hizo pasar. Aún me duele, no voy a negarlo pero... cambié. Ya no soy ni un poco de lo que era antes.
-No lo dudo. -Sonrió y me abraza.
Volvimos con los demás y había un completo desastre.
-Nos vamos unos minutos y hacen explotar la casa. -Digo riendo.
-Que bueno que no es mi casa y no tendré que limpiar. No controlaré a estas bestias. -Dijo Tom riendo.
-Calla, Tom. Tú serás el primero que ayudará. -Dijo James.
-¿Saben algo? -Dijo Harry.
-¿Qué? -Preguntamos todos al unísono.
-Creo que... me gusta Annabella. Voy a conquistarte. -Dijo Harry mirándome "sexy" y todos reímos.
-Ella es mucho para ti, Harry. Es obvio que yo le gusto… -Añadió Dougie riendo.
-Ya cállense los dos y dejen de soñar tonterías. Annabella no se fijará en ninguno porque son extremadamente horribles. -Dijo James.
-Eso es cierto. -Reí e hice un choque de manos con James.
-Chicos, es hora de irnos. Annabella debe descansar. Mañana saldremos. -Dijo Tom.
-¡Pero Tom! -Exclamaron Dougie y Harry con desánimo.
-Pero Tom nada. Nos vamos. Despídanse.
Los chicos se despidieron de mí y se fueron.
-Señorita, a dormir.
-¿Qué? ¿Y no me harás de comer? -Pregunte riendo.
-¿Quieres pizza?
-Claro. -Sonreí y llamamos a la pizzería.
Llegó la pizza y comimos de lo más rápido.
-Bien, ahora sí. A dormir. -Dijo y me alzó en brazos hasta mi habitación.
-Buenas noches. -Dije sonriente.
-Igual para ti, linda. -Me dio un beso en la frente y se fue.