Capítulo 7: Sin preocupaciones.

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 Desperté en la habitación de Danny. Él no estaba. Me levanto y bajo hasta la sala.

 -Buenos días. -Dice Vicky sonriente.

 -Hola Vicky. Oye, ¿y Danny?

 -Él...  no regresó anoche.

 -¿Cómo? Pero... él me trajo hasta su habitación -Dije confundida.

 -Debe ser que se fue con alguno de los chicos. Siempre lo hace. –Sonrió.

 -Sí. -Sonreí también. Iré a casa a ducharme. Luego vuelvo.

-Está bien.

Salí de la casa de los Jones y fui a la mía. Me preguntaba dónde estaba Danny en este momento. Al llegar a casa noto que hay mensajes en el buzón de voz. Lo abro y... "Hola. Al parecer no estas en casa. Bueno, sólo llamaba para ver como estabas. -James". Qué raro eso. Apenas le conocí anoche. Bueno da igual. Es muy buen amigo al igual que todos. Subo a darme un baño y luego bajo a desayunar. Leo un poco uno de mis libros de romance y salgo a darme un buen baño en la playa.

 -Es una buena mañana como para disfrutarla sola, ¿eh? -Volteé para ver de quién se trataba.

 -¿Danny? -Reí y salí del agua.

 -¿Cómo dormiste?

 -Muy bien. Tú cama es muy cómoda. –Reí.

 -Lo es. –Sonrió.

 -Oye, Vicky me dijo que no regresaste anoche. -Dije tomando mi toalla para secarme un poco.

 -Ah, es que... fui a visitar a alguien. Es eso.

 -Genial. -Sonreí.

-James pregunta mucho por ti, ¿hay algo que aún no me cuentas?

 -No sé de qué me hablas, Danny. -Dije nerviosa.

 -¿Sabes? Creo que le gustas.

 -No es cierto. Sólo dejó un mensaje de voz.

 -¿Por qué no me lo dijiste?

 -Pues porque... no lo creí importante.

 -Lo es, Annabella, lo es. -Dijo con el ceño fruncido.

 -No somos nada. No entiendo por qué te pones así.

 -¿Así cómo? No estoy para nada molesto.

 -No dije que estuvieras molesto. Sólo dije que... -Me interrumpe.

 -Ya olvídalo -Dijo y se sentó en la arena.

 -Bien. -Me di vuelta para ir a casa, pero su mano fue más rápida y lo impidió.

 -Quédate. -Djo serio.

 -Solo si olvidas lo de James.

 -Bien. Olvidado.

 Me senté a su lado y apoyó su cabeza en mi hombro. Luego tomó mi mano y comenzó a jugar con cada uno de mis dedos. Yo podía observar las pecas de sus manos y no podía evitar sonreír. Acariciaba su cabello lentamente. Entrelazamos nuestras manos y besó mi mejilla.

 -Me siento feliz cuando estoy a tu lado. Eres mi debilidad. -Dijo Danny a mi oído. -Antes de ti era una persona común.

 -Antes de ti, jamás me atrevería a nada.

 -Quiero hacerte una propuesta.

 -¿Cuál?

 -Entremos a una academia musical. A final de año habrá una competencia y... me gustaría que seas mi pareja.

 -Danny, no lo sé. Mis padres. -Me interrumpe.

-Ellos no lo sabrán. Anda, di que sí. -Pone una carita que me hace decir que 

-¡Sí, Danny! Pero ya no me mires así. –Reí.

 -Sí. Lo soy. De hecho, yo no soy el bromista, solo soy el más tonto.

-Eres mi tonto. -Sonreí y juntamos las frentes.

Amar es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora