Capítulo 20: Cherry cola

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Ya pasó una semana desde mi regreso a Londres. Hacía tiempo que no daba un paseo por las calles, así que me vestí y salí.

-¿Vas a salir? -Pregunta James al verme.

-Sí. Caminaré un rato, ya sabes, como suelo hacerlo.

-¿Quieres que vaya contigo?

-No. Me haría bien estar un rato sola. –Sonreí.

-Regresa temprano, ¿si?

-Sí. -Salí de casa.

Mientras caminaba, iba recordando todo lo sucedido y mis recuerdos me llevaron a donde solía pasar las tardes con Danny. Ese solía ser mi lugar seguro. Solía.

Tomé asiento en uno de los bancos y dejé salir una sonrisa un tanto sarcástica. Al cabo de un rato, alguien se sienta a mi lado. ¿Justo tenía que ser él? Sigo en mi posición sin mirarle.

-Nunca te había visto por aquí... -Dijo al sentarse a mi lado. Yo no respondí. -Mucho gusto, soy... -Le interrumpo.

-Un mentiroso, farsante, estúpido. Para mí no es un gusto. -Dije seria al mirarle con rabia.

 -No tenía ni idea de... Te ves diferente. -Dijo sorprendido y perplejo.

-No puedo decir lo mismo. Adiós. -Dije al levantarme del banco para irme, pero me tomó de la cintura rápidamente.

-¡Suéltame, no me toques! -Grité y me suelta. –No me vuelvas a poner un dedo encima, por favor.

-Por favor, hablemos.

-Observa el piso. –Dije, él lo hace.

-¿Que? -Preguntó desconcertado.

-Se te cayeron todas las oportunidades, o mas bien... Las lanzaste, Danny. -Dije con sarcasmo y caminé para irme.

-Te quiero. –Gritó, pero yo seguí mi camino a casa.

-¿Qué tal tu paseo? -Preguntó James al verme entrar a casa.

-Horrible. -Dije seria y me tumbé en el sillón.

 -¿Viste a Danny en su lugar favorito? -Preguntó riendo.

-¿Sabías que iría a ese lugar? –Pregunté elevando la voz.

-Tranquila, fiera. Tú siempre ibas a ese lugar, y no dudé ni un segundo de que irías hasta allá.

-¿Crees que sabes todo sobre mí? No. No lo sabes todo. -Dije molesta y fui a mi habitación.

-Sé que estás llena de orgullo y rencor, pero no tienes que tratarme como quieres, ¿entiendes? No te lo permitiré, Annabella. -Dijo al entrar a mi habitación.

 -Necesito estar sola, ¿si? Verle me hizo mal.

Él sólo hizo silencio y salió de la habitación. Ver a Danny me recordó la primera vez que le conocí, fue tan igual. Dejé salir algunas lágrimas. No me dejaría caer como antes, pero debía desahogarme. Ahora más que nunca tenía que ser otra, hacer otras cosas y salir con otra gente. A Danny tenía que dolerle lo que me había hecho.

 -Anda. Despierta ya, que iremos de compras. -Dijo James al entrar a la habitación.

 -Dame 10... No, mejor 20. -Dije adormilada.

-¿Minutos? -Preguntó riendo y luego se fue.

Yo entré al baño para ducharme y al salir me arreglé.

-Vamos.

Fuimos al supermercado e hicimos las compras, luego de eso fuimos a casa de los chicos.

-Annabella, no puedes ir por la vida con esos shorts y esa camiseta súper corta. -Dijo Harry mirándome de pies a cabeza.

-Calla, Harry. Así  me encantan. -Dijo Dougie tomándome de la cintura y Tom le apartó rápidamente.

-Tranquilito, ¿si? -Dijo Tom riendo.

-Chicos, o bueno... Tom. Te encargo a esta chica por un rato. Tengo que salir. -Dijo James.

-Ella estará muy bien. -Dijo Dougie.

-Tú te alejas de ella, ¿eh? -Dijo James al fulminarlo con la mirada, luego se fue.

-Bueno, yo iré a preparar la cena. Se quedan aquí, ¿eh? -Dijo tom y se fue a la cocina.

-¿No le haremos caso… o si? -Dijo Dougie con una mirada picara.

-Yo no. -Dije riendo.

-Oigan, ¿están seguros de esto? -Preguntó un Harry serio.

-Vamos, que tú eres el mas fiestero de todos, ¿vienes o no? -Dije riendo.

No lo dejamos pensar y salimos de casa en silencio. Dougie nos llevó a una disco en la que había mucha gente. Luego de entrar, él y Harry se perdieron por completo. Yo hace mucho no me divertía, así que me puse a bailar entre la gente. De repente alguien toma mi mano y me hala hacia otro lado. Era un chico. Bailábamos y de repente comenzó a pasar su mano por mi espalda y yo al reaccionar le di una cachetada. Lo único que hizo fue sonreír.

 -¿Y tú eres? –Preguntó.

-¿Perdón? -Pregunté yo esta vez.

-¿Eres sorda, niña? Te pregunté que quién eres.

 -Dime, ¿es típico de aquí tratar así a la gente? Tú no me conoces. No te atrevas a tocarme de nuevo. -Dije desafiante.

-Soy Jack y… es un gusto, chica ruda. -Dijo sonriente.

-No te pregunté tu nombre, chico rudo. -Dije con sarcasmo.

-Anda, ¿tú cómo te llamas?

-No te lo diré,

-Hagamos algo. Tú me dices tu nombre y yo te presento al DJ de esta noche, ¿qué dices?

-¿Qué? ¿Me has visto cara de cualquiera? –Arqueé una ceja.

-¿No te gusta el DJ Danny? –Preguntó asombrado.

-¿Jones?

-Sí, él.

-Lo odio a morir. Yo mejor me voy. -Me di vuelta.

-Anda, dime tu nombre. Soy de confianza, de hecho, soy el jefe de una pandilla muy popular por aquí.

 -¿Y yo qué, sería tu chica mala? –Reí.

-No lo había pensado pero... si quieres.

-Adiós. -Reí y salí de aquel lugar.

-¿Donde estabas? -Preguntó Dougie al verme salir de la disco.

-Pues adentro, ¿y  Harry?

-Volvió a casa, ¿sabes qué hora es? -Dijo serio.

-Fue tu idea , ¿eh? Yo me iré a casa de James. Adiós. -Dije y tomé un taxi, dejando a Dougie solo.

-Linda hora de llegar a casa, ¿te divertiste? -Preguntó con una gran sonrisa.

-Sí. Sí me divertí.

-La próxima avisas, ¿eh? -Dijo borrando la sonrisa de su cara.

-Mañana iré de nuevo, ya sabes. -Sonreí y entré a mi habitación.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2013 ⏰

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