Capítulo 15: Uno para la radio

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Como había prometido a Danny, iría a jugar videojuegos en su casa. Me visto y salgo.

-¡Hola! -Digo alegre al entrar en la casa de los chicos.

-¡Anna, sálvame! -Gritó Dougie que estaba siendo cargado por Danny, pero cuando éste me vio lo soltó y Dougie gritó de dolor.

-Hola. -Dice Danny sonriente y me abraza.

-¡Annabella! ¿Quieres tu regalo ahora? -Preguntó Tom.

-Pues…

Me vendaron los ojos y me llevaron hacia algún lugar, y cuando pude ver, observé un hermoso piano de cola negro. Era realmente hermoso.

-Chicos... -Dije sonriente mirando el piano.

-¿Te gusta? -Preguntó Harry apoyándose en mi hombro.

-Claro que me gusta. ¡Es perfecto! -Dije emocionada.

-Yo te enseñaré a tocarlo. -Dijo Harry.

-Eso lo haré yo. -Dijo Danny y fulminó a Harry con la mirada.

-¡Yo le enseñaré! -Gritó Dougie.

-¡Tú no tocas piano! -Gritaron Danny y Tom al unísono.

-Lo sé. –Rió.

-Ninguno de los tres. Yo le enseñaré a tocar piano, ¿verdad, Annabella? –Dijo Tom.

-Sí, Tom. -Dije riendo.

-¡No es justo! Tom siempre hace todo. –Refunfuñó Danny y reí.

-¿Crees que la dejaré sola contigo? Sueñas muy bien, ¿eh, Danny? -Rió Tom.

-Nunca me dejan pasar tiempo con Annabella. -Dijo molesto.

-Danny vine a verte a ti. Jugaríamos videojuegos, ¿no?

-Sí, pero Tom nunca me deja hacer nada.

-Porque eres un irresponsable, Danny.

-Vamos, Tom. Yo lo cuidaré. –Dije.

-Es que... -Le interrumpo.

-No hará nada tonto, lo prometo. -Dije sonriente.

-Ya, ya. Está bien. Pero queda bajo tu responsabilidad. -Dijo y subió a su cuarto.

-¿Jugamos? -Preguntó Danny

-¡No! Aquí no jugarán nada. Dougie y yo estamos mirando una película. -Dijo Harry.

-Bien, iremos a mi cuarto. -Dijo Danny y subimos a su cuarto.

-Alguien aquí necesita ordenar esto, ¿eh? –Reí.

-¿Quieres hacerlo tú?

-No. –Reí.

-Bien, ¿qué quieres jugar? -Me muestra las carátulas de los juegos.

-Me gusta el juego que jugué con James. Just dance.

-Pero es que... no sé bailar.

-No importa, yo tampoco. -Dije tomando su mano.

Danny tenía razón. No bailaba ¡NADA! Pero admito que fue divertido verlo hacer el tonto.

-Qué malo eres, ¿eh? –Reí.

-Mira quién lo dice. –Rió.

Me empujó hasta su cama y comenzó a hacerme cosquillas. Luego de tanto revolverme, chocamos mirada y la distancia se hacía cada vez más corta.

-¿Ya te dije que tienes unos preciosos ojos?

-Ahm... -Dije avergonzada.

-¿No te gusto? -Dijo separándose un poco.

-¿Por qué preguntas?

-Es que... actúas muy raro cada vez que te tengo cerca.

-Danny, yo... Es solo que... -Me interrumpe.

-Si no te gusto, sólo dilo -Sonrió de medio lado.

-Es que... tú me pones nerviosa. –Me cubro con mis dos manos el rostro y Danny suelta una carcajada.

-Oye, no te rías. -Dije molesta.

-Perdón, es que... -Me besa.

Duró mucho tiempo ese beso, y decido separarme.

-¿Por qué ha sido? -Pregunté tímida.

-No sabía qué decirte y... quería mucho besarte. -Dijo sonrojado.

-Tú y tus raras formas de callar a las personas. –Reí.

-Sólo la uso contigo. –Sonrió. -¿Y si salimos a caminar? -Preguntó tomando mi mano.

-Pero antes... cántame algo, ¿si?

Danny asintió con la cabeza y buscó su guitarra. Comenzó a tocar unos atractivos acordes. Su voz era perfecta, roncamente perfecta y deseaba algún día cantar junto a él.

-¿Te gustó?

-Me encantó.

-Bien, ¿vamos de paseo?

Salimos a caminar por las frías calles de Londres. Eras las 7pm y había mucha gente caminando por allí. Reíamos de todo a nuestro paso. Llegamos a un parque y nos tumbamos en el césped.

-Oye, jamás te lo he preguntado pero, ¿qué te gusta de mí?

-Ahm... Amo tu sinceridad, Danny. Amo que seas tan honesto conmigo y muy atento. -Dije sonriente.

-Es bueno saberlo. -Dijo con la mirada baja.

-Oye, ¿dije algo malo? -Pregunté preocupada ante su reacción.

-No. Nada. No es nada. -Fingió una sonrisa.

-Oye, tengo que volver a casa. Mañana tengo que ir a la universidad. -Dije incorporándome.

-Te llevo. -Se levantó y tomó mi mano.

Amar es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora