Capítulo 16: Do ya

10 0 0
                                    

Meses después...

-Ma, pasaré por la oficina de papá.

-Está bien, linda. Oye, despídete de mí. Hoy salgo a España.

-¿Qué? Mamá, yo... -Me interrumpe.

-Tu padre ya lo sabe. Pórtate bien, ¿si?

-Y tú. Te quiero. -Le di un abrazo y salí de casa.

 Punto de vista de Danny.

-Señor, quería decirle que… Ahm… Ya no quiero que me pague por hablarle a Annabella.

-¿Qué? Pero... Danny te necesito. Mi hija te necesita.

-Lo siento, es que… no puedo seguir engañándole. No es justo para ella. Ni siquiera sabe que pertenezco a una banda muy famosa aquí en Londres y que tengo una novia.

-Mi amor, vámonos ya. -Dijo Georgia.

-Espera, Geo. -Dije molesto.

-Vamos, Danny. Deja que te pague. -Dijo el padre de Annabella.

-No. No quiero que me pague por estar con Annabella.

Punto de vista normal.

¿Qué acabo de escuchar? ¿Acaso mi padre le estaba pagando a Danny para que estuviese conmigo? No pude evitar derramar varias lágrimas. Danny volteó y le miré con odio. Luego salí corriendo.

-¡Annabella, espera! -Gritó y alcanzó a colocarme su mano en mi hombro.

-¡No me toques! -Grité con rabia.

-Annabella, déjame explicarte por favor

-¿Explicarme qué? ¿Qué nada de lo que me dijiste era cierto? ¿Que te hiciste mi amigo por dinero? ¿Que me enamoraste a pesar de que estabas con alguien más?

-Anna, no fue así... -Le interrumpo.

-No quiero saber nada de ti, Danny. Olvídate de mí, ¿si? Así me ahorras el daño.

-¡Perdón!

-¿Perdón? ¡Vete al diablo, Jones! -Dije con todo el odio en mi ser y subí a un taxi.

No sabía a dónde rayos ir y pedí que me llevase a casa de James. Subí al edificio llorando y golpeando duro su puerta.

-¡Pero qué dem...! -Calla al verme hecha nada.

-¡Los odio a todos! ¡Odio mi vida, James! -Dije llorando y me tumbé en el suelo.

-Oh, Dios. Ven, entra a casa. -Ayudó a levantarme y entramos.

Me prepara un té y me lo da.

-¿Por qué estás así? –Preguntó.

-Me engañaron, James. Me mintieron durante meses, ¡soy una tonta! -Dije tratando de contener las lágrimas, pero era inevitable.

-Mira. Sabía todo lo que sucedía, por eso siempre traté de echarle todo a perder a Danny, pero nunca me dejó. Yo te dije que era de una banda porque no quería ser parte de la mentira de Danny, de hecho, Tom y yo no estábamos de acuerdo.

-Tú... lo sabías y no me dijiste nada, ¿por qué, James?

-Esto era entre Danny y tu padre. Preferí no entrometerme.

-Se burlaron de mí. Ahora nada de lo que sé, es real. ¡Nada, James! -Grité llorando.

-Cálmate, Anna. Por favor. -Dijo tomando mi mano.

-¡Cómo diablos pides que me calme si me duele! No sabes cómo me siento, James. No tienes ni idea.

-Lo sé, pero trato de ayudarte.

-Sácame de aquí, James. Te lo pido. -Dije llorando.

-¿Vas a huir? Eso es de cobardes.

-¡SÓLO SÁCAME DE AQUÍ! -Exclamé con todas mis fuerzas-

-Vámonos a los Estados Unidos, pero sólo por un tiempo. Luego regresaremos, ¿si?

Asentí y regresé a casa a por ropa. Me bañé lo más rápido que pude, me vestí y salí a casa de James.

-¿Lista?

-Más que nunca.

-Vamos.

Salimos de su casa al aeropuerto. Tomamos el primer vuelo a USA. Yo no paré de llorar en todo el camino, pero cuando por fin pude dormirme…-Hey, hemos llegado. –Musitó James a mi oído.

No quería despertar. Deseaba que todo esto fuera sólo un sueño.

-Me duele un poco la cabeza. -Dije en voz baja mientras bajábamos del avión.

-Y no es para menos. Lloraste durante todo el viaje.

Llegamos a un edificio bastante bonito.

-Bien, ésta será tu casa por algún tiempo. -Dijo James dejando las maletas en mi habitación.

-No sabes cuánto te lo agradezco.

-No llores, por favor. No me gusta verte así. -Dijo abrazándome, pero no pude contenerme.

-Me siento una tonta. Una entupida, james. Tan solo pensar cuántas veces Danny se reía de mí junto a su novia, y ni se diga de papá. Mi propio papá. -Dije entre lágrimas. -Nadie es real ahora. Sigo siendo la misma estúpida sin amigos de siempre.

-Hey, no hables así. No es culpa de los chicos, ellos no tienen ni idea. Sólo Tom.

-Sólo quiero desaparecer. Odio ser yo. -Dije llorando y James tomó mi cabeza y la haló hacia su pecho.

Punto de vista de Danny.

La llamo y no contesta. Estoy muy preocupado. ¡Soy un estúpido! No sé cómo pude prestarme para todo eso. La lastimé mucho. Debe odiarme. Me dirijo a su casa. No sale nadie, así que opto por entrar por la ventana de su cuarto. Veo que no esté ella y toda su habitación estaba desordenada. Al parecer se había ido, pero... ¿A dónde? Me dirijo a casa de James y éste tampoco estaba. ¡Rayos!

-No la encuentro, señor. No está en su casa. Al parecer está con James. -Dije desesperado.

-¿Cómo que no la encuentras? ¡Oh Dios mío! –Exclamó desesperado y comenzó a llamar a su celular, pero ella no contestaba.

-Espere... ¡James! -Exclamo sobresaltado y marco el número de James.

-¿Si? -Dice James.

-James, por favor. Necesito que me digas donde está Annabella. -Dije desesperado.

-Estás loco, Danny. Ella no quiere verte ni a ti ni a nadie. Está hecha pedazos y no te dejaré hablarle, ¿bien? No permitiré que le sigas arruinando la vida.

-James, por favor. Si no me dices dónde está, llamaré a la policía.

-Pues llámala. Ella ya es mayor de edad y no estamos en Londres.

-¿Cómo que no están en Londres? ¡James dime dónde están, ahora mismo!

-Ya lograste lo que querías. Lastimarla. Ahora búscate una vida, ¿si? Adiós, Jones. -Dijo James y cuelga.

-¿Qué dice? -Preguntó el padre de Annabella desesperado.

-No quiere decirme a dónde la llevo, pero dijo que no están en Londres. Y tampoco podemos hacer nada, es mayor de edad.

Punto de vista normal.

-Annabella, tienes que descansar, vamos. -James extendió su mano para que la tomase.

-No quiero esto, James. -Dije llorando.

-De eso nada, ¿eh? Vas a ponerte bien. Eres más fuerte que eso.

-No, James. No lo soy. Se burlaron de mí y no pude darme cuenta antes.

-Saldremos de esto juntos ¿si? Lo prometo. -Dijo y me dio un abrazo.

James me ayudó a instalarme en mi nueva habitación. Me di un baño y fui a dormir. Era muy temprano, pero yo no quería saber nada del mundo.

Amar es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora