Capitulo Doceavo: La Caída de la Casa Iero. (1)

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-NARRA FRANK-


Lo que resto de noche no logre conciliar el sueño eran demasiadas emociones para un mismo dia incluso para lo que quedaba de noche, una hermosa y lluviosa noche. Odia escuchar las gotas golpear la ventana acompañadas por ese frio viento nocturno. No podía evitar morder mis uñas, ya era un habito que tenia. Lleve las mantas hasta el sofá y me coloque a dibujar. Siempre lo hacia sin pensar en ninguna idea fija, trazaba una linea y dejaba que mi lápiz decidiera su curso. Sin embargo aun me sentía muy agobiado por tantas cosas nuevas.

¿Debería decirle a Gerard ...que soy filofobico? Seria estúpido hablarle de ello, el y yo solo somos amigos...

Pero es que nadie entiende de estas cosas, probablemente el jamas entienda lo que significa o lo que puede llegar a ser, el amor siempre es un problema incluso mas de lo que yo podría llegar a  entender. El simple cariño de quien pueda relacionarse conmigo es como un maldito veneno. No puedo evitar estas emociones tan incontrolables pero al mismo tiempo es un deseo. Experimentar libremente todo lo que Gerard produce en mi puede convertirse en un infierno, para ambos. Un infierno que comienzo a desear pero seria egoísta solo pensar en mi, y es que allí esta de nuevo el problema. Lo voy a dañar porque pierdo el control. No quiero tenerle cerca.


Tener tan cerca a alguien siempre me produce unas horribles ganas de golpearles en la cara. Incluso sin tener una conexión afectiva. Comenzaba a sentirme impotente, quiero ser amigo de Gerard, confiar en el. Saber que estará allí ... Siempre. Eso me causa nauseas.


De nuevo esa terrible impotencia. Este odio a mi mismo por ser quien soy y por no poder ser quien deseo ser. Me levante del sofá y aventé la libreta, todo lo que tenia a mi alcance tratando de drenar esta frustración, las lagrimas corrían por mi rostro. ¿Por que todo tenia que ser tan complicado? ¿Por que no podía simplemente ser normal? Poder amar como las parejas normales lo hacen, como cualquier persona lo haría. Mientras mas lloraba mas descargaba mi furia en todo lo que podía rodearme, como si fueran los causantes de este mal; de esta fobia. Recargue la espalda de la pared dejando mi cuerpo deslizarse hasta el suelo, aun entre lagrimas abrace mis rodillas, refugiándome en mi mismo.

—¡¡Odio ser filofobico!!—grite con todo mi ser.

Llore hasta que la calma una vez mas abrigo mi ser, temporalmente volvía a estar en calma. Sin darme cuenta las horas habían pasado. Odia tener estos episodios. No eran lo mejor de mi, me ayudaba a sacar todo pero no eran los modos correctos. Decidí tomar una ducha, eran las aun había algo de lluvia y se oían algunos truenos que parecían llamar a una fuerte tormenta, quizás eran exageraciones mías o solo un dulce deseo de una lluvia realmente fuerte que pudiera limpiar mis males si decidía ir de paseo como acostumbraba en esos lluviosos días.

Me quede un rato bajo el agua, me di cuenta de lo mucho que estaba cambiando. Mi cabello estaba mas largo y mis cicatrices ya ni se notaban. Salí de la ducha envolviendo una toalla alrededor de mi cintura observando mi rostro en el espejo. Tomando en mi mano uno de los botes de pastillas que decoraban mi lavamanos. Tras un pequeño suspiro tome mis medicinas. ¿Acaso años de esta mierda habían mejorado algo? Me detuve a pensar mientras procedía a secar y vestirme.

Por un momento olvide que hoy era ...Lunes 10.

Aniversario de la muerte de mis padres, ya hacia muchos años que habían muerto. Era algo que marcaba mi vida. El peor momento de mi infancia, de mi vida entero. Era una marca que no podía borrar. Salí de casa recorriendo las mismas calles de siempre, años hicieron cambiar estas calles y aunque la monotonía diaria de recorrerlas no hacia visible esos detalles que eran olvidados con el tiempo. Yo los recordaba en esta fecha.

Filofobia : Miedo irracional a enamorarse. - Frerard -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora