Filofobia : Miedo irracional a enamorarse. - Frerard -

Capitulo Quinto: Flashback.

Lo había olvidado...

**flashback**

Este día desperté con especial emoción, y es que hoy sería un día sumamente especial, Gerard tendría su participación en uno de los concursos de canto mas importantes para él, con lo talentoso que es mi hermano estaba seguro de que lo ganaría sin algún problema. Pero este día era especial por una razón mas. Era mi cumpleaños número 13 y todo iba a salir de maravilla. Las cosas saldrían justamente como las tenía planeadas, mis padres y yo iríamos juntos a ver como Gerard daba su presentación y ganaba el primer lugar.

Después iríamos a cualquier lugar para comer pizza y celebrar el triunfo de Gerard junto a mi cumpleaños. Al terminar iríamos a la casa de la abuela Helena y seguro ella tendría un pastel delicioso para mi.

Y al final de todo el gran día, en casa estaría esperándome el bajo que con tanta ilusión le había pedido a mis padres como regalo de cumpleaños. Cuando por fin lo tuviera, podría tocar junto a Gerard, yo tocaría el bajo y él la guitarra que -aunque él no lo quisiera admitir- la tocaba horrible, entonces culpaba a las cuerdas de no poder afinarse bien. Pero no me importaba que Gerard fuera fatal con la guitarra, estaría divirtiéndome con él y eso era lo único que importaba.

Sin embargo, al bajar al comedor mis ánimos bajaron considerablemente, en la mesa había una nota que anunciaba:

"Mikey, cariño

Sentimos irnos sin ti, pero queríamos llegar a tiempo a la presentación de Gerard, tu sabes que es muy importante para tu hermano el que estemos ahí para él. No quisimos despertarte porque te veías muy cómodo.

Hay cena de ayer en el refrigerador, solo tienes que calentarla un poco. Estaremos ahí en poco tiempo.

Te quieren mamá y papá ♡"

No dejaría que esto me arruinara el día, este día no lo podía arruinar nada. Tuve que forzar una sonrisa para que mis ánimos no bajaran mas. Seguro mis padres no me llevaron con ellos porque de regreso a casa irían por mi bajo y querían que fuera una sorpresa para mi. Entonces la abuela Helena vendría a casa y todos juntos compartiríamos el pastel. Sonreí ante la idea y me imaginé a mi mismo dándole un cálido abrazo a la abuela mientras caminaba a la cocina en busca de lo que seria mi desayuno.

Las horas pasaron con lentitud y yo me entretenía viendo un maratón de El hombre araña que pasaban por la tele. En ningún momento recibí alguna llamada para felicitarme, ni siquiera una llamada de mis padres para preguntarme si estaba bien o cual era mi color favorito para así no errar al momento de ir por mi regalo de cumpleaños.

Las horas seguían pasando y yo cada vez me entristecía mas ¿cuánto mas tardaran mis padres y Gerard? Ya era casi entrada la noche y aun no había rastro de ellos. Me empezaba a preocupar ¿y si les había ocurrido algo malo?

Por mi mente paso la escena de mis padres disculpándose por olvidar mi cumpleaños, pero eso no pasaría, no otra vez ¿verdad?

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche la puerta principal abrirse y unos pasos acercándose. Mi sentido auditivo se puso alerta y sonreí al reconocer la voz de mamá, quejándose de lo cansada que estaba.

Rápidamente me levante a abrir la puerta, mamá me dio una mirada cansada y entró al interior de la casa. Después de ella entró Gerard quien al verme me abrazo con fuerza, mi madre lo miro extrañada, pero decidió ignorar el acto y camino al sofá de la sala. Mi padre solo me revolvió el cabello al entrar. No parecía haber rastro de mi regalo de cumpleaños. Me limite a cerrar la puerta e ir al sofá con ellos. Mi padre sostenía una caja de pizza entre sus manos, me la tendió antes de irse a sentar y yo la lleve corriendo a la cocina. Al momento de entrar mi padre habló: