Hoy por hoy, tengo la seguridad suficiente –aquella que me faltaba y a ti tanto te sobraba– para decirte, que no me arrepiento de nada.Porque no lo hago.
No me arrepiento de haberte conocido, de lo que tuvimos, de lo que hicimos, de lo que cometimos, ni de lo que sufrí. Porque fui la única que salió mal parada de esta relación, admítelo. Y lo digo en pasado, porque ya lo he superado: he superado tus palabras, tus hechos, y por encima de todo los recuerdos que parecían torturarme hasta en mis mejores sueños.
Como dicen, «pasado pisado» y aunque yo no lo pise porque no lo vea necesario, lo acabaré prendiendo como tú mismo me enseñaste; «el fuego vive, pero también apaga»
Y hubo un tiempo en que me basé en aquella frase que decía «donde hubo fuego, cenizas quedan» pero al cabo del tiempo me di cuenta de que solo era una simple falacia, porque el tiempo acabó esparciendo, reduciendo a cero aquellas cenizas en polvo, y el polvo pasó a ser la nueva nada.
Lo di todo, incluso cuando no veía futuro, un soporte donde caerme, porque en el fondo sabía que no iba a salir bien, de que yo iba salir mal parada. Y como una tonta, acabé perdiendo multitud de ilusiones, un corazón roto e incluso a mí misma. Así que no podrán tacharme de no haberlo dado todo, de no jugármela todo a una sola carta.
Pero lo digo una segunda vez, y todas las que te hagan falta: no me arrepiento de nada. Y ahora que puedo echar un vistazo al pasado sin romperme en millones de pedazos, sé que actúe como yo soy, no dejé de ser consecuente con mis creencias ni me fallé, me fui fiel a mí misma. Fiel. ¿Conoces esa palabra? Creo que falta en tu diccionario, chaval.
Ante todo quiero que sepas que no te guardo rencor, o sí. Pero al menos el asco que tenía hacia a ti se ha transformado en pena. Porque sí, me das pena; nadie te va a querer como yo lo hice y tú no vas a llegar a sentir ni la cuarta parte de lo que yo un día sentí por ti. Y ten por seguro que yo encontraré a esa persona que tanto busqué en ti y que finalmente acabé perdiéndome a mi.
Nos equivocamos, me equivoqué. De verdad que creía que eras diferente, de que podría domar tu chulería y prepotencia como tú supiste dominarme a mi. Pero eras un imbécil y un cabrón, y lo seguirás siendo el resto de tu vida porque no sabes ser de otra forma.
Aún así, con todo lo malo que estoy sacando a relucir, también quiero hacer ver la parte positiva, porque la hubo. Claro que la hubo.
Viví, me enseñaste el verdadero significado de vivir, de la adrenalina y de la locura, descubrí, aprendí muchas cosas contigo, pero más cuando me echaste de tu vida; supe valerme por mí misma, descubrí que era una mujer fuerte y que no necesitaba a nadie para defenderme.
Fliparias si me vieras... Ya no soy la típica niña que era. He cambiado, soy más madura, una mujer hecha y derecha, de armas tomar. Y supongo que tú también habrás cambiado desde la última vez que nos vimos. Todo ha cambiado a decir verdad.
No te creas que te echo de menos, porque no lo hago. Ahora que soy capaz de recordar sin derrumbarme, me he dado cuenta de cómo y cuándo empezó todo; donde estuvo el error, donde comenzó el problema y donde acabó en tragedia.
Ojalá que te vaya todo bien y aunque nunca llegues a leer esto, te deseo lo mejor. Por último, te pido que hagas algo por mí: no me busques. Olvídate de mí como yo lo estoy haciendo de ti. Enserio que necesito seguir adelante, pasar página y comenzar un nuevo capítulo sin ninguna mancha del pasado. Necesito hacerlo y si alguna vez me quisiste, o si al menos sentiste algo por mí, déjame en paz, déjame ir. Básate en la frase de «tú por tu lado y yo por el mío» ¿Puedes hacer eso por mí?
Volver significaría caer de nuevo y temo no saber recuperarme una segunda vez. Búscate a otra que te siga como yo lo hacía, que te bese el cuello cuando estabas al borde de la locura, que sus dedos rocen con los tuyos a escondidas, que su mirada se encuentre con la tuya en un cutre garito.
Recalco. Te he querido demasiado, como nunca a nadie he querido, pero te has clavado de una forma tan bestia en mi corazón, que no es sano.
Ahora voy a prender esta carta, a ver si mis palabras las quema el fuego y se las lleva el viento.
Hazlo por mí. Olvídame, que yo, me olvidaré de ti.
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Lo que nunca te dije «TERMINADA»
Cerita Pendek❝ Lo malo y lo bueno se juntaron un 13 de diciembre ❞ © swxtza 2016