Capítulo 7

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"Nunca sabes lo que alguien puede llegar a tramar"



Abrió los ojos y retiró algunas lagañas. Miró su celular, 7:30

Se sentó en la cama y miró a su alrededor, e inmediatamente recordó en donde se encontraba. Se levantó de la cama y se adentró al baño a darse una ducha de 15 minutos.

Salió y tomó sus cosas, que sólo consistía en su celular y billetera, y bajo las escaleras. Necesitaba irse de ese lugar, no podía seguir causando molestias.
Justo cuando se dirigía a la puerta principal, una voz grave paro su caminar.

- ¿Ibas algún lado?-. Calum salió de la cocina con un sartén en la mano.

- Yo, me tengo que ir-. Río nervioso. Calum tensó la mandíbula pero al instante una sonrisa se hizo presente.

- Claro, pero te irás después de que desayunes algo-. Levantó el sartén al aire.

- Bien-. Michael sonrió-. ¿Quieres que te ayude en algo?

- ¡Oh no! Tengo todo resuelto-. Negó con la cabeza-. Puedes mirar televisión, en cuanto termine te aviso ¿Vale?

- No, no. Puedo ayudar........-. La frase quedó al aire porque Calum lo interrumpió.

- Te he dicho que yo puedo solo-. Michael se asustó por el cambio repentino en el tono de voz del moreno.

- Bien-. Asintió tomando el mando y sentándose en el sillón.

Calum sonrió por última vez y volvió a la cocina. Su plan estaba saliendo perfecto.
Cocinó lo usual, huevo revuelto, tostadas y jugo de naranja.
15 minutos después, todo estaba en la isla de la cocina.

- ¡Hey Michael!-. Le llamó la atención desde el marco de la cocina. El pelirrojo apagó el televisor y caminó hasta donde el moreno.

- Huele muy bien-. Olfateó el aire.

- Y sabe mejor-. Sonrió Calum. 

Cal se relamió los labios justo cuando Michael tomó una porción y la llevo a su boca. Si sus cálculos no le fallaban, las pastillas para dormir harían efecto en 20 minutos.

Siguieron comiendo, Calum conoció parte de la vida de Michael más de lo que imaginó. Y bueno Michael conoció lo que todo el mundo sabía de él, que era doctor y que se había mudado de Perth.
Michael se sonrojó cuando el moreno le dijo que tenía unos ojos muy bonitos, y Calum se removió incómodo cuando el pelirrojo aduló su cabello.

Habían pasado un poco más de 15 minutos, cuando ambos terminaron de desayunar. Frecuentemente Calum tardaba menos de 10, pero quería ganar tiempo, aparte Michael comía lento, otra ventaja para él.

- A estado muy delicioso-. Dijo Michael recogiendo los trastos. Caminó hasta el lavamanos y soltó un bostezo.

- ¿Estás cansado?-. Preguntó Calum cínicamente.

- ¡Oh no!-. Negó volviendo a su lugar-. Eh dormido bien.

- Bien, espérame en el sillón. Iré a buscar las llaves del auto, para poder llevarte a la estación-. Michael le dedicó una sonrisa amigable y caminó pesadamente al sillón, sentándose en el.

Calum subió las escaleras y tardo un poco más 'buscando' sus llaves. Luego de un lapso, bajo al living y sonrió al ver esa imagen que tanto deseó.

Michael estaba profundamente dormido, se veía tierno. Sus cabellos rojos desparramados formando un hermoso copete de lado, sus mejillas rosadas y su boca ligeramente abierta.

Se acercó a él y lo cargó en sus brazos, bajando así al gran sótano que tenía.

- Duerme cariño-. Susurró dejándolo en la cama que ahí se encontraba-. Yo volveré en unas horas.

Beso su frente para después arroparlo. Subió las escaleras y cerró la puerta con doble llave.

- Bien, que empiece el juego-. Sonrió malévolamente mientras se alejaba de aquella puerta.

Hannibal - Malum Cood (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora