Hannibal - Malum Cood (ADAPTACIÓN)

Capítulo 24

"A veces las cosas no salen como uno lo espera"

La señora Breslin se había ido, después de 1 hora claro esta, una hora en donde no paró de hablar de la patética búsqueda de su hija.

Una hora en donde Calum creyó morir de aburrimiento, una hora en donde lloró y Calum tuvo que 'consolarla' ¡Dios no!

- Estúpida insistencia-. Dijo el moreno mientras lanzaba los volantes al sillón, donde cayeron esparcidos por doquier, luego pasaría la aspiradora por ese lugar.

Caminó hacia el baño y abrió lentamente la puerta, encontrándose con una tierna imagen.
Michael de encontraba sentado en el suelo, abrazado a sus piernas, mientras dibujaba círculos imaginarios en el suelo.

- Hola-. Susurró levantando la vista del suelo.

Calum lo miró fijamente, y asintió, como si hubiera tenido una lucha interna sobre que hacer y que no.

- Ven acá-. Habló el doctor extendiendo su brazo. Michael mordió su labio y lentamente se levantó-. No te haré nada, sólo ven

El más pequeño se acercó con miedo y cerró los ojos por instinto al sentir el brusco jalón que el doctor le dio.

- No me.....-. Calum no lo dejó terminar, porque al instante lo rodeó con sus brazos. Si, lo estaba abrazando

- Shhh-. Cal susurró cerca de su oído-. No hables, por favor no hables.

Michael asintió y se dejo abrazar, porque vamos, ¿que más podía hacer?

- Mamá decía, que la preocupación de una madre hacia su hijo, era tan grande como el océano-. Confesó con un hilo de voz apenas audible-. Hoy confirme esa teoría al ver a Kim tan desesperada.

Calum se separó unos escasos centímetros y miró fijamente al menor

- No quiero ni imaginarme, como se pondrá al enterarse de su muerte-. Soltó una pequeña risa

Michael bajó la mirada no le gustaba como hablaba de Kim y Abigail.

- Pero bueno, algún día tenía que morir-. Con uno de sus dedos levantó la cabeza de más bajo-. Sólo que ese día llegó muy pronto

Michael frunció el ceño, ¿por qué le decía todo eso, acaso no le bastaba con tenerlo encerrado ahora tenía que recordarle lo que había hecho?

El pelirrojo se armó de valor y susurró-. No tenías que matarla

- Si, si tenía-. Calum rodó los ojos-. Era molesta

- Nunca te había molestado

- Claro que si. Comenzó a molestarme cuando me enteré, que tú y ella eran novios-. Dijo entre dientes.

- ¿Por qué?-. Preguntó Michael curioso

- Cosas mías, caramelito-. Se encogió de hombros-. Sólo yo me entiendo

Y nadie dijo nada más. Reinando así un silencio, que en parte era agradable

Porque sólo a veces, las personas se sienten bien estando calladas.

Michael miró fijamente al moreno, era difícil leer sus ojos, todo en él lo era.
De pronto, Calum se separó completamente del abrazo y sin más salió del baño, no sin antes tomar la muñeca de Michael y guiarlo hacia quien sabe donde.

- ¿A dónde vamos?-. Preguntó Michael al darse cuenta que subían escaleras

- A mi habitación-. Ni siquiera de molesto en mirarlo.