Capítulo 17

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"Tu miedo me alimenta"


Otra bolsa más, otro cuerpo a su colección, otra persona a que degustar.

El lomo de cerdo, en este caso el lomo de Abigail, era una de sus partes favoritas. Esta noche tenía preparado algo especial para aquel pelirrojo, que aguardaba en el sótano.

Casi nunca hacía ese platillo, pero cuando lo preparaba, era para una ocasión en verdad especial.

Dejó la bolsa en la entrada y camino al sótano de nuevo, tenía que subir a la desdichada de Fiorella.

Bajó las escaleras y se encontró con un Michael sentado en la esquina, estaba hecho ovillo.

- ¿Te has asustado?-. Preguntó burlón mientras levantaba la bolsa y la echaba al hombro.

Michael no respondió y se tapó la cara con ambas manos. Calum rodó los ojos y volvió a subir las escaleras.

El pelirrojo levantó la mirada y se encontró, con que la puerta estaba abierta, tenía que escapar a como diera lugar, ahora se enteraba que lo tenía secuestrado un verdadero loco, asesino y violador.

Se levantó y corrió con todas sus fuerzas hacia su única escapatoria, pero antes de poder cruzarla, una masa mayor a la suya se había parado en medio del marco de la puerta.

- ¿A dónde ibas caramelito?-. Pregunto serio.

Michael en esos momentos comenzó a retroceder y Calum a avanzar.

- Te hice una pregunta y espero y la contestes-. Dijo y luego de dar unas largas zancadas ya se encontraba frente al pelirrojo.

- Yo.... Yo no iba a ningún lado-. Tartamudeó asustado.

- ¿No?-. Preguntó ladeando la cabeza-. ¿Entonces?

- Yo... -. Se quedó callado al no saber que decir-. Sólo quería un poco de agua.

- ¿Porqué mientes Clifford?-. Lo tomó desprevenido del cuero cabelludo.

- ¡Ah!-. Exclamó de dolor cerrado los ojos-. No me gustan las mentiras-. Dijo tomándolo del mentón, ahí fue cuando Michael abrió los ojos.

- ¿Entonces....... Porque tu sí las dices?-. Preguntó en un susurro casi audible, lo suficiente para que Calum lo escuchara y al instante una sonrisa socarrona se instalara en su rostro.

- Tienes agallas, pequeño-. Se acercó un poco más a él-. En este caso es diferente.

Y sin avisar, tomó a Michael desprevenido y en un fuerte jalón, unió sus labios con los de él. Si Michael, tan sólo no se encontrara en esa situación, con gusto le hubiera seguido, pero no, eso solo hizo que con la poca fuerza que poseía, mordiera fuertemente su labio y golpeara duramente su entrepierna. Cal por inercia lo soltó, dándole a Michael tiempo para correr.

Subió las escaleras torpemente y abrió de par en par aquella infernal puerta. Lamentablemente antes de siquiera echarse a correr lejos, una fuerza superior a la suya, hizo que se estampará contra la fría pared.

- ¿Tratando de escapar, caramelito?-. Pregunto en su oído, Michael aún se encontraba de espaldas a él.

- No yo.....-. Fue callado por el grito estruendoso del moreno.

- ¡Cierra la puta boca de una vez!-. Gritó golpeado con el puño cerrado la pared, cerca de donde Michael se encontraba-. No mientas más, joder.

Después de eso solo hubo una cosa, silencio.

Michael no hizo ningún movimiento y por lo visto Calum tampoco. La respiración irregular del moreno se escuchaba cerca del oído del ojiverde, sus manos se encontraban a los costados del cuerpo de Michael, sin alguna intensión de ser movidas.

- Ahora-. Hablo Calum quitando ambas manos y volteando el cuerpo de Michael-. No haré nada de lo que me gustaría hacerte, sólo por que quiero hacer la cena primero, ya luego habrá tiempo de jugar y de romperte el culo.

Manoseo descaradamente el trasero de Michael y lo pegó a él con un solo movimiento-. ¿Sientes esto?-. Tomo la mano del pelirrojo y la pegó a su ahora notable erección-. Es por ti bebe, ¿ves como me pones?

Beso tiernamente su nariz y se separo de él. Comenzó a caminar a la cocina y sin voltear dijo:-. ¿Te quedaras ahí?

Michael tragó saliva y sin saber que mas hacer lo siguió.

- ¿Que harás de comer?-. Preguntó temeroso viendo al moreno sacar carne del refrigerador.

- Lomo de cerdo servido con salsa cumberland de frutos rojos.

- ¡oh! se oye delicioso-. Dijo haciendo una mueca mientras tomaba asiento en la isla de la cocina.

- ¡Lo esta!-. Comenzó a hurgar y sacar ingredientes de la alacena-. Ahora ve a la sala y mira televisión, te avisaré cuando este listo.

Michael asintió, no quería molestarlo, así que camino hasta la enorme estancia donde tomo asiento en el sillón.

Antes de siquiera coger el control remoto, su vista se poso en un pedazo de tela aventado en el otro sofá. Se estiró un poco y con una mano lo jaló.

Frunció el ceño, esta chaqueta le parecía familiar, aun con la curiosidad dentro de el, comenzó a inspeccionarla rápidamente.

- No puede ser-. Susurró abriendo los ojos de par en par-. Es la chaqueta de Abigail.



Hannibal - Malum Cood (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora