Hannibal - Malum Cood (ADAPTACIÓN)

Capítulo 6

"Lo mejor de ser un gran cazador, es saber que te llevarás una gran recompensa"

Bien, me eh equivocado. Esto sabe exquisito-. Michael informó mientras le daba un sorbo a su Charles Heidsieck.

- Te lo dije-. Sonrió Calum.

- ¿Dónde consigues todo esto?-. Señaló el platillo.

- ¿La ternera?-. Preguntó y el pelirrojo asintió con la cabeza-. Bueno yo cazo.

Y vaya que cazas, se rió su subconsciente.

- ¿Cazas?-. Pregunto notablemente sorprendido.

- Sí, me gusta cazar mis propios alimentos- un brillo excepcional apareció en sus ojos, al momento de recorrer con la mirada al pelirrojo-. Aunque debo de informarte, esta ternera era muy llorona.

Río burlonamente al momento de referirse a la pequeña Dana.

- Me lo imagino, pobre animal.

- Si bueno, no tanto-. Se encogió de hombros restándole importancia.

Michael terminó su cena con una sonrisa, coloco el tenedor y el cuchillo en el plato y lo empujó.

- ¿Has terminado?-. Preguntó.

- Sí-. Asintió levantando su plato y caminando a la cocina a dejarlo.

Calum miró su caminar y relamió sus labios, Michael se veía apetitoso. 
El pelirrojo volvió y se sentó de nueva cuenta en el mismo lugar.

- ¿Estás listo para el postre?-. Pregunó igualmente recogiendo sus trastos sucios.

- ¿Hay postre?-. Amaba cuando decían eso, aún recordaba cuando su madre lo sorprendía con un pastel o un helado casero después de comer.

- Sí-. Entró a la cocina y sacó del refrigerador un plato hondo.

Fue por dos platos y sirvió una generosa porción a cada uno. Salió de la cocina y le tendió un plato a Michael, este lo tomó.

- ¿Qué es esto?-. Preguntó curioso examinándolo con la mirada.

- Mouse de chocolate y san..... zarzamora, chocolate y zarzamora-. Río mirando como el pelirrojo partía un poco con el tenedor para así después meterse el contenido a su boca.

- ¡Dios!-. Gimió sorprendido-. Eso esta buenísimo ¿Que contiene?

- Lo normal, azúcar, nata, chocolate-. Se encogió de hombros restándole importancia-. Y lleva un ingrediente secreto.

Río de su mal broma, la pequeña Dana había derramado mucha de su sustancia rojiza, y él, bueno, él tenía mucho que no hacía su especialidad: Mouse de chocolate y sangre.

Después de unos minutos degustando esos extraños manjares, Michael se levantó detrás de Calum y después de una acalorada mini pelea, sobre querer quedarse a dormir o salir a buscar un hotel, ambos caminaron a la habitación que ocuparía el de cabello rojo.

- Descansa-. Le guiño un ojo y salió por la puerta cerrándola tras él.

Michael bufó y tras quitarse todo y quedarse en bóxers, como estaba acostumbrado se tumbó boca abajo mientras dejaba que las ricas sábanas olor vainilla inundarán sus fosas nasales.

~ • ~

3 de la mañana salió de su cuarto dispuesto a ir al que se encontraba al lado de él. Abrió la puerta ignorando el hecho de que esas bisagras rechinaban un poco, se dispuso a centrarse al lado del pelirrojo y contemplarlo desde la oscuridad.

La luz de la luna se colaba por las delgadas cortinas de la ventana, acarició con un dedo el rostro perfectamente cuidado de Mike.
Retiró un poco las sábanas que cubrían el cuerpo de Michael y se sorprendió cuando lo vió sólo con unos bóxers.

- Perfecto-. Se relamió sus labios y se acercó a aspirar el aroma del pelirrojo-. Me divertiré tanto contigo.

Dicho esto salió del cuarto, mañana tendría que actuar. Cerró la puerta con cuidado y entró a su habitación con una sonrisa, de ahora en adelante el olor a fresa sería su favorito.