Capítulo 6

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Capítulo 6

A la mañana siguiente Harry dormía tranquilamente en su cama cuando un ruido lo despertó.

-Ssh, no hagas ruido, todavía es temprano para que tu papi este despierto.

Harry escucho la voz de Severus y unos gimoteos provenientes de su hijo. Al abrir los ojos vio que Severus tenía a Sev en brazos, le sonreía y con cariño le besó la frente. Harry sonrió por la escena; Severus era muy bueno con su hijo.

-Severus -llamó Harry su atención.

-Perdona que haya entrado sin llamar -se disculpó Severus apenado-. En un rato tengo que ir a trabajar y quería comprobar como estaba Sev antes de irme.

Harry apartó las sabanas y se levantó. Sin hacer ruido se acercó a ellos y besó a su hijo.

-No te preocupes, puedes entrar siempre que quieras. ¿Tienes tiempo para que te haga el café o me he despertado muy tarde?

-Todavía me quedan unos minutos.

-Quédate con Sev mientras te hago algo rápido de desayuno -le pidió mientras salía corriendo del cuarto.

-Tu papi siempre va de cabeza, a ver si logra centrarse un poco -le dijo con una sonrisa-. Vamos a prepararte para el día, seguro que cuando bajemos tendremos el desayuno listo.

Severus se encargó de cambiar los pañales de Sev y de vestirlo. Después los dos bajaron hasta la cocina. Al entrar vieron como Harry ponía unos platos sobre la mesa.

-Está todo listo -dijo Harry-, tu dame a Sev y desayuna.

Harry tomó a Sev y se sentó a darle el biberón, mientras Severus tomaba su desayuno.

-Gracias por el desayuno Harry.

-De nada, intenta no asustar mucho a los residentes -dijo arrancándole una risa a Severus.

-No prometo nada. Volveré a las siete -dijo dándole un beso en el cabello.

-Espera un segundo -pidió cogiéndolo del brazo.

-Dime.

-¿Es peligroso para Sev salir a la calle?

-Si es al jardín, que no sea más de diez minuto y abrígalo bien con la manta; pero si tienes pensado ir más lejos, es mejor que esperes un par de días más por precaución. Hablaremos de esto cuando vuelva. -Severus besó a Sev en la frente y se dirigió a la puerta.

-Qué te vaya bien y salúdame a Hermione -Una vez solos Harry miró a su hijo. -Es una lástima que no podamos salir, quería ir a comprarte algo más de ropa. Solo tenemos la que nos regaló Severus. También se acerca la navidad y me gustaría comprarles algo a Hermione y Severus. Nos tocará esperar, ya que tu estas antes que todo. Vamos a ver que podemos hacer para entretenernos el día de hoy.

Mientras en San Mungo, todos estaban esperando con temor a que Severus llegara y diera las instrucciones del día.

Pero cuando llegó y repartió las tareas, lo hizo en un tono monótono que dejó a todo el mundo confundido y sobre todo tuvieron miedo; ya que esa era una actitud muy rara en su jefe.

Cuando la instrucción terminó y todos salieron, Hermione se quedó con Severus y en silencio le puso una mano en la frente.

-No, no tiene fiebre -murmuró Hermione para si.

-Hermione, ¿Qué estas haciendo?

-Tu estas raro. Has sido demasiado amable con todos.

-No lo estoy y yo no soy amable con nadie.

Un bebé nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora