Un bebé nos unió

Capítulo 31

Capitulo 31

Tres años después

-Vete al infierno Snape -dijo Harry saliendo del despacho de Severus.

-Vuelve aquí -dijo Severus siguiendo a Harry.

-Mi jornada laboral se ha terminado jefe -dijo mordaz-, así que si tiene algo que decirme, espere hasta mañana.

-¡Potter!

Sin hacerle caso, Harry se fue hasta los vestuarios del personal de San Mungo y se encerró. Se quitó la bata y se cambió los zapatos; empezó a recoger sus cosas cuando entró Hermione.

-¿Qué ha sido todo ese espectáculo? -preguntó impresionada.

-Severus es un idiota -dijo enojado.

-Amigo mío, esa no es una novedad. Hace tres años que te lo digo.

-¡Hermione!

-¿Qué ha pasado?

-Nada, cosas del trabajo.

-Harry.

-De verdad Hermione, nada. Te dejo que debo ir a buscar a los niños.

-Está bien, si quieres hablar ya sabes donde estoy.

-Lo se, gracias.

Harry cogió sus cosas y después de despedirse de Hermione salió de San Mungo lo más rápido que pudo. Se apareció en casa de Marion.

-Hola Harry -lo saludó con un abrazo.

-Hola.

-¿Te pasa algo? -le preguntó al ver que tenía los ojos rojos.

-Me he peleado con Severus.

-¿Qué ha pasado?

-Nada, fueron solo cosas del trabajo.

-¿Pero estás bien?

-Si, no te preocupes. ¿Cómo están los niños?

-Bien, los he dejado jugando las pinturas.

-¿Voy a tener que refregarlos de arriba abajo cuando lleguemos a casa?

-Tal vez -dijo con una sonrisa.

-¡Papi!

Dos niños y una niña entraron corriendo al salón y se abrazaron a la piernas de Harry.

-Hola mis niños -dijo agachándose a su altura y abrazándolos-. Pero mirad como os habéis puesto de pintura.

-Tenemos dibujos -dijo un niño que era la viva estampa de Harry.

-Me alegro Sev.

-Muchos -dijo la viva imagen de Severus.

-Me encantará verlos, Alan. ¿Tú también tienes dibujos Chiara? -dijo a la niña que estaban detrás de sus hijos.

-Si tío Harry.

-Bien, pues dejemos que se sequen en casa de la tía Marion y mañana nos los llevamos a casa. Gracias por cuidar de ellos Marion.

-De nada, es un placer. Nos vemos mañana, enanos.

-Adiós tía Marion -se despidieron los niños.

Harry tomó las manos de sus hijos y los apareció frente a su casa.

-Venga niños, id directo al baño -ordenó Harry después de abrir la puerta.

Los niños salieron corriendo hacia el piso de arriba haciendo que Harry sonriera. Sus niños era incorregibles.