Capítulo 12

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Capítulo 12

Los días pasaron desde aquel día en que Hermione le hizo una visita a Harry.

Y este seguía sin saber que hacer con lo que sentía. Cada vez se sentía más y más confundido.

Todos los días le temblaban las manos cuando Severus se acercaba a él; su corazón parecía querer salirse de su pecho cuando lo besaba en el cabello o en la frente y ya no sabía como esconder el sonrojo de sus mejillas.

Si no hacía algo, Severus, finalmente, notaría algo y le preguntaría. Y si él le preguntaba, no creía tener fuerza para negarle nada.

Pero, no. Tenía que pensar en Sev y callarse; si su hijo salía herido porque sus padres se peleaban, nunca se lo podría perdonar. Porque si, Sev era tan hijo de Severus como suyo. Él fue quien los salvó a los dos, cuando su parto se complicó; le trajo ropa; lo cuidó toda la noche cuando se enfermó; les dio un hogar y se dedicó a cuidar de Sev tanto como él mismo, llegando incluso a aceptarlo como un hijo.

No podía hacerles eso a ninguno de los dos, no los podía separar el uno del otro. Pero ya no sabía que más hacer.

-...ry, Harry.

El escuchar su nombre, hizo que finalmente saliera de sus pensamientos. Miró hacia arriba y se encontró con Severus, quien lo miraba con curiosidad.

-¿Ya has llegado? -preguntó sorprendido.

-Si. ¿Estás bien?

-Si, solo pensaba.

-¿Y nuestro niño?

-Está durmiendo en su cuna; pero debería despertarse pronto si no lo está ya. Dentro de poco será la hora de cenar.

-Entonces iré a buscarlo -se ofreció.

-Gracias. Yo le prepararé el biberón y serviré la comida -dijo levantándose del sofá.

-Bien. -Severus se quedó mirando a Harry, hasta que este entró en la cocina; estaba confundido por la actitud de Harry. Luego fue arriba a buscar a Sev. -Ey pequeñajo -lo saludó con una sonrisa al verlo despierto-. ¿Cómo has estado? ¿Oye, sabes que le pasa a tu papi? Estaba muy raro cuando he llegado; parecía preocupado. ¿Ha pasado algo mientras no estaba? -al no recibir respuesta, tomó a Sev en brazos-. Será mejor que bajemos, papi debe tener listo tu biberón.

Efectivamente, cuando bajaron Harry tenía todo listos.

Cenaron en relativa calma, solo interrumpida, por algunos ruidos provocados por Sev. Severus no dejaba de mirar a Harry, quien se dedicaba a mirar su plato.

Finalizada la cena, fueron al salón para hablar como siempre y cuando fue la hora de que Sev se fuera a dormir, fue Severus quien lo llevó. Se quedó con él bastante tiempo, pensando en que podría pasarle a Harry. No estaba como siempre y eso lo preocupaba.

-No te preocupes, pequeñajo -dijo tomando una de las manos de Sev-. Yo descubriré que pasa con tu papi y haré que esté mejor.

Sin más palabras, Severus esperó a que Sev se durmiera y bajo al salón.

Harry seguía estando donde lo había dejado, sentado en el sofá; pero ahora tenía la cabeza inclinada hacia atrás con los ojos cerrados. Sin pensar en lo que hacía, se acercó a él y le acarició la mejilla. Eso hizo que Harry se apartara de repente.

-¿Harry? -preguntó Severus sorprendido.

-Lo siento -dijo Harry mientras desviaba la mirada e intentaba calmar su corazón-. Merlín, que susto me has dado.

-Perdona, no era mi intención. ¿Harry, podríamos hablar?

-Claro. ¿Qué pasa?

-Eso me gustaría saber a mi.

Un bebé nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora