Capítulo 16

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Capítulo 16

Por la mañana, Harry se levantó temprano y dejando al bebé dormido, bajó hasta la cocina y se puso a preparar el desayuno como antes.

Cuando Severus se levantó, se preocupó por Harry; temía que si lo dejaba solo se volvería a ir. Una vez que estuvo vestido, salió de la habitación y vio la puerta de Harry abierta. Se acercó y no vio a Harry por ningún lado; eso lo dejó aterrorizado y fue hasta la cuna de Sev.

El alma le volvió al cuerpo, cuando vio a Sev despertando.

-Mi amor, estas aquí -dijo con alivio al tiempo que lo cogía en brazos-. Sigues aquí. Entonces papi también sigue aquí. Pues vamos a cambiarte y a buscarlo.

Una vez todo listo, Severus bajó al piso de abajo junto con Sev y como antes, vio a Harry en la cocina.

Harry parecía lucir como antes, concentrado en cocinar. Cuando se giró para dejar algo sobre la mesa, se asustó de ver a Severus y Sev en la puerta.

-Cualquiera diría que ya tendrías que estar acostumbrado a vernos aparecer por la puerta.

-Sois demasiado silenciosos -dijo mientras intentaba ralentizar su corazón.

Severus entró y se sentó con Sev en su regazo; luego estiró la mano pidiendo el biberón.

Harry sonrió y se lo dio.

-¿No es muy pronto para que te levantes pronto y te pongas a cocinar? -preguntó Severus-. Hasta hace poco has estado enfermo.

-Ya estoy bien. Y si no vuelvo a cocinar, acabaremos por morirnos de hambre, como muy bien dijiste en su momento.

-Ey, esta semana nos he mantenido vivos.

-Si, pero no podemos vivir a base de sopas -dijo riendo.

-Está bien, me rindo -cedió-. No volveré a entrar en la cocina.

-¿Hoy tienes guardia?

-No, volveré como siempre.

-¿Quieres algo en especial para la cena?

-No, lo que te de más rabia.

-Está bien.

Después del desayuno, Harry recogió los platos mientras Severus se despedía de Sev.

-Pórtate bien pequeñajo. Cuando vuelva jugaremos un rato. -Después de darle un beso en la cabeza, se lo entregó a Harry. -Nos vemos más tarde.

-Si -dijo con una sonrisa.

Sin más palabras, Severus salió de la cocina y poco después de la casa.

Harry se había quedado inmóvil en medio de la cocina con su hijo en brazos. Severus se había ido sin darle un beso en la frente, como antes.

-¿Por qué no lo ha hecho? No ha querido tocarme. Desde que desperté no me ha tocado de ninguna forma, a como lo hacía antes. ¿Sev que voy a hacer? Lo amo. Lo amo con todas mis fuerzas, pero no se si podré soportar vivir aquí con él, cuando él no está verdaderamente a mi lado. -Harry miró a su hijo, como si él tuviera todas las respuestas-. Pero lo haré, me quedaré a su lado, que es a lo máximo que podría aspirar en mi condición. También lo haré por ti, mi amor; porque el es tú padre y nunca debí alejarte de él. Aquí, tu eres lo verdaderamente importante y tienes que estar con él; muy posiblemente, tu padre también necesita de ti.

Harry se pasó el día cuidando de su hijo; no quería separarse de él. Estaba muy preocupado por lo que podría ser de Severus y de él.

Cuando se confesaron el uno al otro que se querían, todo fue bien. Los dos estaban felices compartiendo momentos juntos, entre besos y abrazos; y sobre todo pasando tiempo con su hijo.

Un bebé nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora