-Michael-
-¡Mike! -gritó una voz reconocible, ésta se iba acercando más.
-¿Ben? -me levanté de mi cama para ir a asomarme a la puerta; sólo me acerqué no tan lejos de donde estaba y él ya había aparecido con una sonrisa -. ¿Qué estás hac-
-Cállate, no hay tiempo para hablar.-interrumpió y me jaló del brazo para llevarme a un lugar. No sé a dónde quiere llevarme, ni qué está pasando.
(...)
Oh, mierda. Estoy parado justo enfrente de la casa de Luke.
Seguro y me cierra la puerta en la cara apenas me ve.-Coño, Ben. ¿Por qué me trajiste hasta aquí?
-Dije que te calles.-dijo y tocó la puerta.
No sé por qué verga no me quiere decir qué pasa. ¿Es acaso una sorpresa? Claro, de esas sorpresas donde lo peor puede suceder.Mierda. Allí estaba él en la puerta, con su cabello despeinado y con un tierno suéter. Se ve lindo.
-Hola -sonrió mientras frotaba su párpado con su pequeña mano y se hizo a un lado para que los dos pudiéramos entrar. Qué adorable, joder. A puesto a que ahora estoy sonriendo como el tarado que soy.
-Yo sólo estoy aquí para asegurarme de que ambos no hagan un desastre.-Ben entró y seguido lo hice yo.
Hace mucho no lo venía a visitar, siempre que nos queríamos ver debía ser en mi casa porque mis padres casi nunca están, y el padre de Luke está casi siempre en casa y con sus hermanos. Teníamos mucha privacidad en mi casa.(...)
Al llegar a su habitación, Luke y yo tomamos asiento en la cama. Ben se quedó en la sala, haciendo no sé qué cosa. Quizá decida jugar con el gato de su hermano, no sabía que tenía uno hasta que lo vi durmiendo en el sofá.
Luke estaba desanimado y herido aún. Lo pude notar en sus ojos.
Me acerqué a él y apoyé mi mano sobre la suya, acariciándola.-Luke, sé que te lastimé. Pero al hacerlo, también me lastimé a mí mismo. Supe que si pasabas por algo malo, a mí me pasaba lo peor; y al pasarte algo bueno, lo mejor me pasaba a mí sólo por el hecho de que todo te sucediera a tí. Y eso significa que me importas -volteó a mirarme y yo a él, y sonrió -. Me odié cuando dije esas cosas, estaba muy enojado y erróneamente me desquité contigo, lo cual fue lo más estúpido que pude hacer porque no sabes cuánto me entristece verte infeliz.
-Ben me dijo algunas cosas, parecidas a lo que estás diciendo. Pude haberle creído, pero no quería que otra persona me mintiera.
-Ahora no estoy mintiendo con lo que había dicho; de verdad odio verte infeliz.-no lo podía hacer cambiar de parecer, él seguía creyéndo que no me importa, y que no somos novios. Pero, hay algo más...yo debo tener otra cosa para hacer que me crea.
-Michael, de verdad me dolió lo que dijiste. Ya no sé si creer en tí o seguir escuchando tus mentiras y fingir que todo es verdad. El que debe disculparse soy yo por ser una molestia, así que lo siento, Michael.-las lágrimas comenzaron a salir de sus bellos y azules ojos. ¿Cómo pude ser tan imbécil y dejar que esto le pasara? Desearía que parara de llorar por un bastardo, pero no puedo hacer que me crea.
Espera...la carta. ¡Joder! olvidé que aún conservo. Ojalá crea mejor las palabras que escribí, si no puede creer las que digo, al menos podrá servir la carta.
Revisé en mis bolsillos, pero no había nada. ¿Dónde mierda está ese jodido trozo de papel?-Luke, espera aquí. Sé cómo hacer que creas en mí.-tomé sus hombros y le sonreí. Con mi pulgar quité las lágrimas que estorbaban en su carita.
Bajé corriendo las escaleras, necesito llegar a mi casa lo más rápido posible.