28

38.8K 3.5K 1K
                                    

Soomin

- Hermanita... - dijo él sonriéndome y acercándose a mi.

Sus brazos me rodearon y apoyó su cabeza sobre la mía. Había crecido estos últimos años.

- Te extrañé - dijo acariciando mi espalda.

No reaccioné. Me quedé petrificada, quiero decir, volví a ver a mi hermano después de años, cosa que ya daba por imposible. No podía creerlo, llegué a pensar que era sólo una ilusión.

- ¿Entramos? Tenemos que ponernos al día - dijo alejándose de mi y sonriéndome de nuevo.

Sin decir nada me acerqué a la puerta y la abrí dejando pasar a mi hermano.

-•-

- Gracias - dijo mientras le entregaba una taza de té y me sentaba junto a él. Conseguí tranquilizarme un poco más, pero seguía confundida.

Tomó un sorbo a su bebida y la colocó en la mesa.

- Vaya, tienes un apartamento muy bonito - dijo mirando toda la sala.

- Gracias - conseguí pronunciar.

- ¿De dónde sacaste el dinero? - preguntó curioso.

- Trabajo.

Dio una sonrisa triste mientras suspiraba y tomaba un nuevo sorbo de su taza.

- ¿Cómo están los padres de Yoora? - de todas las preguntas que podría haberle hecho, lo único en lo que estaba pensando era en la familia de mi amiga.

- Bien, en cuanto supieron que me iba quisieron que te enviara saludos y que le dijera algunas cosas a ella. Incluso me dieron una carta.

Sonreí débilmente, por lo menos no estaban mal.

- Creciste mucho - le sonreí con melancolía. Mi imagen de él seguía siendo la de un niño de doce años.

Ahora yo estaba a punto de cumplir 20 y mi pequeño hermanito ya tenía 18 años. Increíble.

- Tú te quedaste enana - me sonrió.

Rodé los ojos ante su comentario.

- Y... ¿Papá y mamá? - pregunté con cuidado.

- Min... Ellos... - Baesung había cambiado completamente su expresión. Cogió mi mano y se acercó un poco más a mi.

- Bae, me estás asustando - dije preocupada.

- Papá y mamá murieron algunos meses atrás - soltó apretando mi mano.

¿Qué?

Después de varias horas pasando de otro estado de shock a llorar ríos de lágrimas. Baesung me explicó la muerte de mis padres, un accidente de coches.

- Se va haciendo tarde, creo que debería irme - dijo mientras acariciaba mi cabeza. Había conseguido calmarme y ahora estábamos tumbados en el sofá.

- ¿No quieres quedarte a dormir aquí?

- No, son muchas emociones en unas pocas horas. Prefiero dejarte sola para que lo saques todo.

Tenia razón, era lo mejor.

Ambos nos levantamos y le acompañé a la puerta.

- Bae... ¿Puedo hacerte una última pregunta? - dije antes de que se pusiera rumbo a no sé dónde.

Vecinos ↝Oh Sehun exoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora