6

195 26 0
                                    


D-468

¡Adivina qué! Cumplí mi primera enmienda. Viajé... ¡sola!

Además tengo dos noticias; una buena y otra grandiosa.

Primero la más grandiosa:

Realicé mi primer viaje –antes dicho-; fui a San Francisco. Estuviste ahí hace un par de años, ¿lo recuerdas? Hay tantas cosas emocionantes e interesantes allá. No quería volver a casa todavía.

¿Cómo pueden todos solo pasar por las calles empujándose entre sí y no darse un respiro para mirar a su alrededor y vivir realmente esa bella ciudad? Es decir, la gente local no parece apreciar nada de su lugar de origen, lo tienen todo y no les gusta nada, no desean ver más profundo sino más afuera, todos miran por la ventana al cielo esperando el gran día de poder salir en un avión a otro lugar del mundo, cualquiera que no sea el que están pisando. Me recordó a una película llamada 'El secreto de Adaline'. Esta mujer que por un accidente al cual no sé catalogar como afortunado o desafortunado de pronto deja de envejecer, se ha dedicado la vida entera a vivir varias vidas y a viajar, aprender y conocer su mundo. Sobre todo su ciudad natal. Un tipo la invitó a ir a un lugar que 'no conoces' y ella dice algo como 'si es en esta ciudad, lo dudo'. A veces olvidaba que estaba viviendo en otra época y que nadie ha respirado lo suficiente como para saber lo que ella sabe o haberlo visto. En fin. Si tuviera la oportunidad definitivamente me dedicaría a conocer. Solo me daría mucho miedo ahondar en el océano, alguna gruta o el mismo Amazonas. Soy una gallina. Temo, como todos, a lo desconocido. Pero ¿no se trata de eso la vida?

No de temer. Vencer miedos.

Volviendo a la realidad. He visitado mi ciudad, y varias de mi país, pero San Francisco, es excitante en un modo además de romántico, diré... espeluznante. Suele darme algo de temor tanta grandeza. Es imponente, esa es la palabra.

Bueno, comí un montón, caminé hasta dolerme los pies, casi no dormí y mi rostro esta enrojecido por el sol. Incluso fui a una playa una mañana y permanecí ahí hasta casi oscurecer aunque el frío no me dejó nadar.

Quiero volver allá.

Por otro lado...

Camino a casa hubo un accidente; nada grave, solo me agité un poco y estuve en el hospital en observación por un rato. Eso no fue grandioso. Lamento el retraso en las cartas, me pondré al día, lo prometo. Supongo que toda esa gente corriendo y agitándose pero ahora dentro de un mismo espacio en el que definitivamente sabes que algo en algún lugar está saliendo mal... no me motivó mucho.

Ahora estoy en casa un poco dolorida y no iré a trabajar una semana, tendré tiempo para escribirte más cartas, tal vez haga otro dibujo o escriba otro cuento. ¿Te gusto el anterior?

¿Podrías poner un poco de esfuerzo en responder alguna de estas cartas?

¡Maldición, Donghae, dime algo!

Pude morir, ¿sabes?

Me he preguntado esto desde ayer mientras estaba en la camilla: ¿alguna vez has pensado en cómo vas a morir?

Hasta este día secretamente habían pasado algunas grandes y desastrosas ideas por mi cabeza... tontas corazonadas nada más.

No debería chantajearte así, en serio pude morir si algo peor hubiera pasado y yo burlándome de eso.

Doy pena.

No te preocupes, no volveré a mencionarlo.

Es más, si pudieras mirarme: estoy bailando.

637 cartas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora