637 cartas.

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- El soldado de la otra oficina me contó de estas cartas. –Comentó el nuevo asistente de correos semanas después de estar entregándome un saco lleno.

- ¿Y qué te contó? –Ese chico, realmente. Prometió no llamar a Dispatch pero le dijo al primer extraño que se le cruza en frente.

- Que deben ser 7 y sería divertido ver tu rostro si te dijera que son menos algún día.

- No, no lo sería. ¿Quieres ver a hyung molesto? Además, sería ilegal que me ocultes mi correspondencia, ¿quieres además una demanda de un ídolo? ¿sabes quién está detrás de mí? Y los fans, ¿deseas morir a manos de ellos? –eso fue divertido.

- Por supuesto que no, es solo una broma... -sonreí satisfecho.

- Solo soy un servidor público ahora. Como tú.

El chico se tranquilizó e hizo lo de siempre, me entregó siete cartas más atadas con un cordón.

El sobre de la carta 117 tenía además un dibujo hecho a mano firmado por 'una fan'.

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D-532

¡ES NAVIDAD!

Este eres tú, obviamente.

No soy muy buena así que hice un poco de trampa y lo calqué de una buena fotografía, sin embargo también me tomó tiempo, dame crédito por eso. No tienes idea del trabajo que me costó, nunca he sido grandiosa en dibujo pero ahora las manos me tiemblan más. Supongo que deben ser los nervios.

Quería representarte en un momento de mi entero gusto y esta imagen es el reflejo de tu 'mi momento favorito'. Tus ojos brillaban llenos de alegría, parecías haber descubierto el secreto de la vida eterna o de la felicidad infinita; en calma, satisfecho, pleno: es así como se supone que todos deberíamos sonreír al menos una vez en la vida. Espero sonreír así algún día y sobre todo, ser vista y fotografiada por alguien para que ese momento prevalezca eternamente aunque sea en el baúl viejo de alguien que ya no conoceré, así, como un vago cuento de una persona que existió en otro tiempo de quien solo se sabe lo dicho de una generación a otra.

Pero solo seré yo.

¿Cómo pasaste estas fiestas?

Cené comida deliciosa en 3 casas diferentes este año. En la casa de mi nuevo jefe quien a manera de disculpase por el mal trago me invitó a su lujosa residencia a cenar con su lujosa familia. Luego cené con mi nueva amiga y finalmente volví a casa a tiempo para cenar con mi propia familia.

Recibí buenos obsequios y di otros buenos también, no soy tacaña pero tampoco lo derroché todo. Quería enviarte un obsequio sin embargo, sé que no es posible. No por ti sino por ciertas leyes que ahora aplican a ti. Será después.

Pronto será año nuevo, tengo muchos planes geniales, asombrosos, no tienes idea.

¿Has visto esa película con Morgan Freeman y el otro actor que es leyenda también... Jack Nicholson? Se llama 'The Bucket List'. Son dos hombres de edad avanzada que se conocen en un hospital, uno tiene una lista de cosas que toda su vida quiso realizar que hizo como parte de un ejercicio cuando era profesor en la universidad, pero por cuestiones del destino –ese desgraciado- no pudo. Nicholson es como 'el rico' de la película y le propone a Jackson realizar esa lista con su ayuda, ya sabes, con su dinero. Así que ambos abandonan el hospital y se van a realizar su aventura en busca del descubrimiento de sí mismos... lo comprendo porque están a punto de morir. Supongo que saberlo te hace pensar de una manera distinta. El final es emotivo. Me gustó. Bueno, pensé... una lista de cosas que queramos hacer antes de morir. Una real. No solo propósitos anuales que nos hacemos con el fin de no realizarlos. Una verdadera lista de cosas que desee ver, conocer, descubrir y experimentar en mi vida.