D-325
Estamos cerca de la mitad del camino, pronto empezaré a ver por el horizonte el sol salir para los dos en un solo lugar.
Solo 325 días más, debo resistir la tentación y aguantar los golpes del malvado destino que insiste en seguir evitando nuestro encuentro y la consumación de nuestro amor hasta la eternidad. Teme ser vencido y está dando con todo en mi vida para proclamarse vencedor.
No voy a dejar que eso pase; voy a prever lo necesario, pero escribiré 637 cartas y ni la muerte me podrá detener.
Qué idioteces empiezo a decir.
Debe ser algún trauma post nada-me-sale-bien-últimamente.
Aunque es mejor a decir que todo me sale mal. Porque no es del todo así.
Mi amiga nueva vive del otro lado de la ciudad, por donde nunca he ido y ¿sabes algo?... nos estamos viendo al menos 3 veces por semana. Está algo ocupada pero vamos, quién no. Yo salgo agotada, solo quiero dormir pero heme aquí, deletreando palabras que casi no recuerdo. Se me entume la mano, creo que he escrito más en este año que en toda mi vida.
Deberías estar orgulloso. Además de las cosas materiales que he conseguido, el acenso y cuanta cosa se enliste, nunca me había esforzado tanto para cumplir una promesa, no solo a alguien más, sino a mí misma.
El caso es que ella está muy entusiasmada con el viaje a tu regreso. Estamos en la etapa de elegir los vuelos. Ya falta menos de un año y debemos comenzar a planear todo. También estoy entusiasmada con eso. Vas a ver un letrero enorme con un mensaje nada discreto, enseguida sabrás donde estamos.
Hablamos toda la noche, se quedó a dormir y hubo cosas de las que no había hablado con ella ni con nadie y llegué a ese momento en mi vida en el que estoy limpiando mi pasado.
¿Sabes cómo se hace eso?
Bueno, según mi teoría: para limpiar algo hay que sacar la basura.
Mi mente y mi corazón están llenos de algo muy sucio y anoche ocurrió ser el momento ideal para hacer la limpieza. Sacas todo y solo conservas lo que te funciona, desechas lo que no. Lloras y maldices por última vez y para siempre; listo. Estás limpio para seguir con tu futuro nuevo y brillante.
Prepárate, esta será una carta bastante larga. Ponte cómodo, sírvete café en una taza de HARU&OneDay y no pretendas entender, no lo intentes, solo... lee.
Anoche ella me escuchó, me abrazó y lloró conmigo, así que no tienes que hacerlo tú, tú solo guarda silencio sin juzgar. De eso me encargaré yo misma, recuérdalo. Nadie me puede juzgar ya.
Hay promesas que debí cumplirme, pero elegí no hacerlo. Era aburrido mantenerlas si te soy honesta, y me divertí un poco rompiéndolas.
Después me arrepentí, la culpa me comió parte de la vida, me tumbé en una cama, lloré, comí helado, subí de peso, mis calificaciones no fueron grandiosas, no podía ver a mi madre a la cara y me daba miedo que mi padre se enterara.
Luego dejé de llorar, baje de peso, mis calificaciones se elevaron, hablé con mi mamá, mi padre se molestó, juró venganza, lo superó, y yo lo superé.
Supongo pues... que ha llegado el momento.
Sí, porque el momento es cuando las cosas pasan. Solo suceden.
Y ahora está pasando, pues creo entonces que tenemos ese tipo de confianza finalmente.
Esto es lo que te voy a contar:
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637 cartas.
FanfictionCuando me alisté en el ejército para realizar el servicio militar sabía que los fans de Super Junior me escribirían algunas cartas. También sabía que no tendría suficiente tiempo para leerlas todas como generalmente sucede, sin embargo me sentía muy...