Webtoon World

"Reunión y Compromiso"

El día sábado había llegado con todo su esplendor. Mi despertador comenzó a sonar a las diez de la mañana anunciando la reunión con el director de la página, luego de que ya todo el mundo dentro de The Webtoon World se había enterado de nuestro encuentro. Al parecer la noticia se expandió más rápido de lo que pensaba, sin embargo se quedaría dentro de la página por temas de seguridad. Al menos ya no tendría que esconderme de los demás artistas. Abrí mis ojos con delicadeza quedándome tumbada en la cama mirando el techo por un rato. Aún no quería aceptar el hecho de que Nicolás era el primer incógnito, pero debería hacerlo puesto que era la única forma en que pusiera los pies firmes sobre la tierra para luchar por mis metas. ¿Pero por qué de entre toda la gente en la ciudad tenía que ser precisamente él? Justo cuando me comenzaba a acostumbrar a que rondara cerca de mí. Me cubrí los ojos con los brazos. Él se encontraba totalmente determinado a derrotarme a como dé lugar, dejando a ver que su arte y su sueño de estar en la página era tan fuerte como el mío. Desde ahora el me vería como su contrincante y me odiaría por ello, pude notarlo con su actitud del día anterior…y yo debería hacer lo mismo, no obstante, ¿cómo podría odiarlo si se había convertido en la primera persona ajena a Kathy en quien confiaba después de mucho tiempo, además de Andrea?

Me levanté de la cama y me arregle para ir a la reunión con el director de la página. Estaba un poco ansiosa ya que era la primera vez que hablaría con él frente a frente, quería verlo en persona. 

Llegué a la entrada de The Webtoon World observándola detenidamente. Era la entrada que tantas veces había visitado cuando aún soñaba con ingresar a la página, aunque en ese entonces nunca pensé que llegaría tan lejos de lo que me encontraba en este momento. Sonreí. Ver lo mucho que había progresado, ya sea en mi arte o en otros aspectos, me daba fuerzas a seguir con la prueba que debía afrontar en estos momentos. Tomé los tirantes de mi bolso con fuerza para ingresar por la puerta principal. En eso estaba cuando tuve que retroceder porque tres personas se iban en contra de la puerta gritando y forcejeando sin ver a la persona que estaba a punto de entrar.

-¡deja de dar problemas y vete pronto!- gritaba un hombre fornido lanzando a otro hombre sin consideración a la calle.

-¡vete de una vez, ya no tienes nada más que hacer en este lugar!- le gritaba el segundo hombre que se bajaba las mangas de su camisa.

-¡se arrepentirán, han perdido una gran estrella!- grito el joven con furia desde el suelo de la calle.

Los hombres solo se rieron y volvieron a entrar a la página dejando al otro botado en la calle hecho una furia mientras se secaba el sudor de su frente sin ganas de ponerse en pie. Quería acercarme a él para ver si se encontraba en buen estado, pero al darse cuenta de mi presencia me miró como un perro con rabia, provocando que todos mis deseos de ayudarlo se esfumaran en ese instante. Era grande y musculoso, con una cara de gánster que atemorizaba a quien se cruzara por su camino, ya que tenía cara de pocos amigos.

-¡Qué estas mirando!- me grito al darse cuenta de mi presencia haciendo que me sobresaltara.

-nada, yo solo estaba aquí- dije cuidadosamente. Él me miró y luego intentó ponerse en pie cuando volvió a caer. Corrí de inmediato para ir en su ayuda sin darme cuenta de lo que hacía -¿te encuentras bien?- pregunté al intentar tocarlo para ponerlo en pie, cuando este me empujo  la mano evitando que le pusiera un dedo encima –oh, lo lamento- expliqué. Lo miré a la cara y pude darme cuenta que en sus ojos demostraban algo de tristeza. Solo en ese momento me di cuenta de quién era él.  No recordaba su nombre, pero sabía que era un webtoonista de la página de 21 años de edad, aunque debía admitir que su historia no era una de las más conocidas.

-¡ya deja de mirarme y vete de aquí!- exclamó. Al parecer él se irritaba con facilidad. Su temperamento conjugaba muy bien con su cara.

-lo siento, es que estaba pensando que te había visto antes. ¿Eres artista de la página, cierto?- pregunte poniéndome de pie en cuanto él hacía lo mismo.