Infiel || Larry Stylinson.

Catorce||

Lo único que recuerda son un par de ojos verdes viéndolo hacia lo lejos. Se obligó abrir sus párpados y estiró su cuerpo recuperando la visión.

—Buenos días.—saluda alguien junto a él. El castaño se sobresalta volviéndose hacia el moreno que lo miraba con una sonrisa, estaba desnudo del todo el torso, no se podía ver lo demás por la sábana blanca que le cubría la cintura para abajo....quería quitársela.

—¿Qué pasó?—pregunta tratando de mantener la vista solo en sus ojos.

—Te quedaste dormido en mi brazos.-responde incorporándose para quedar sentado en la cama.—Y te traje en brazos hasta tu departamento junto con Theo, decidí pasarme la noche aquí...espero que no te moleste.

Louis niega.—No importa.-lo decía con sinceridad, y al parecer recibió su recompensa porque los labios de Zack se posaron sobre los de él en un tierno beso. A la mierda el aliento mañanero.

—Por cierto, Harry llegó a Nueva York.—suelta de una el morocho.

Louis si está sorprendido, había pensando que todo había sido un sueño, al parecer no.

—¿Lo viste?—traga saliva con dificultad.

—Nos vio besándonos en el restaurante.—dice apenado haciendo una mueca con sus labios.—Y de ahí solo lo vi perderse entre toda la gente.

Se alegró por eso, pero a la vez se sintió culpable por sentir que estaba utilizando a Zack.

—¿Qué te parece si vamos a desayunar?—ahora si se levanta completamente de la cama, estirando sus músculos. Los ojos de Louis automáticamente ven su pelvis la cual está cubierta por un bóxer negro.—Te gusta la vista.—lo interrumpe Zack y lo único que hace es ruborizarse.

—Lo siento.—murmura bajando la mirada.

—No te disculpes.—las manos de Zack se ciernen sobre el borde de la sabana. Tira de ella.—A mí también me encanta la vista.

Rápidamente trata de taparse con la almohada pero el moreno ya se encuentra arriba de él besándolo de una manera apasionada. Louis se deja tocar, y se pude dar cuenta de todo el deseo que sea contenido desde que el rizado ya no lo tocaba. Las manos del chico aprietan su trasero y cuando el castaño está listo para dejar llevar sus manos más abajo...

—Alguien debería ir abrir.—ríe Zack contra sus labios. Tuerce los ojos y obliga a Zack a quitarse encima de él.

—Lo hago pero con la condición de que despiertes y bañes a Theo.—este asiente.

De mala gana se incorpora, y del insomnio combinado por el abrumador placer de hace unos minutos se le olvidó su casi desnudo cuerpo.

Toma la perilla de la puerta.

—Hola Louis.—saluda Harry.

Joder Los labios de Louis no pronuncian nada.

—Vengo a ver a mi hijo.—continúa al ver que el rizado no puede pronunciar mi una sola palabra.

Y de ahí se da cuenta como los ojos de Harry recaen en su cuerpo, delineándolo con suavidad.

—¡Louis!-la voz de Zack suena hasta al fondo y se acerca.—¡¿Quién toca?!—el moreno sale en las mismas condiciones que Louis.

Louis pasa la mirada entre Harry y Zack. La cara del rizado esta pálida, perdiendo toda expresión alguna.

—Vengo visitar a mi hijo.—vuelve a hablar después de ese pequeño trance.