Infiel || Larry Stylinson.

Trece||

Como había prometido el castaño había vuelto al asilo desde que el sol había comenzado a salir.

Esta vez pudo entrar a la habitación con Theo al parecer sus hermanas le habían pedido a alguien que la desinfectara pero para no correr riesgo le colocaron unos mini guantes y un cubre bocas.

—¿El es nuestro sobrino?—pregunta Fizzy arrebatándole a Theo en brazos.—Es hermoso, tiene los ojos verdes de Harry.—hizo una mueca de culpabilidad.

—¿Lottie ya despertó?—dice restándole importancia a su comentario.

Todas asienten.

Entran a la habitación y puede ver cómo su hermana comía un plato de sopa que a los ojos de él no parecía comestible.

—Lou...—sus ojos se abre cuando lo ven cruzar por la puerta, tiene la voz ronca.—Me dijeron que habías llegado.—abre los brazos y el se esconde en ellos.—Pensé que era un sueño.

Respiro contra su cuello, olía extrañamente a médicamente.

—Espero que estés mejor.—le deseo estrujándola más en sus brazos.

Se separaron pero no del todo.—He tenido peores, ¿tú?, Daisy me contó que te divorciaste.—comentó, Louis tragó saliva, no quería hablar de ello.

Antes de que el castaño se viera obligado a contestar unos nudillos tocaron la puerta.

—Adelante.—dice Louis.

Una mata de color azabache aparece por la puerta. Zack.

De sus manos trae un pequeña bandeja con bocadillos, se veían deliciosos.

—¿Quién eres tú?—pregunta Phoebe bruscamente

Louis la miró con reproche por el tono grosero pero parece que el moreno no pareció darse cuenta ya que sigue con una sonrisa en rostro.

—Soy Zack Corden.—saluda a cada una de sus hermanas de mano.—Amigo de su hermano.— La manera en que pronunció la palabra "amigo" provocó que las mejillas del castaño se ruborizaran, bajo la mirada esperando a que nadie se diera cuenta.

Fizzy enarcó las cejas mirándolo como si también hubiera entendido el énfasis de la palabra.

—Mucho gusto, Zack.—dice una de las gemelas tomando un bocadillo.—Soy Daisy un placer.

Louis casi ahoga una risa, ¿le está coqueteando?

Cada una de sus hermanas se van presentado, y como siempre el carisma que desprendía Zack, ya tenía todas a sus pies.

El castaño no puede evitar ruborizarse por las intensas miradas que los dos se lanzaban. Hace mucho tiempo que nadie lo hizo sentir especial con solo mirarle.

Las miradas y pláticas se vieron interrumpidas por el molesto celular del castaño. Toda la noche no había parado de sonar por las llamadas y mensajes y el causante de todo eso era Harry.

—Creo que deberías contestar.—opina Zack mirando el celular el cual se movía al vibrar.—Esta preocupado.—Lo mira con tono de reproche y se muerde el labio rezando para que dejara de sonar, pero no fue así, lanzó un suspiro largo tomándolo para salir de la habitación y tener una conversación algo más privacidad: