Dieciséis||

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Los paramédicos tomaban el cuerpo débil de Zack mientras que el castaño seguía sentado en el suelo tratando de asimilarlo.

No, era imposible, él estaba perfectamente bien nunca mostró señales de sufrimiento, solo esa vez en el parque pero de ahí todo había estado perfecto...antes los ojos de Louis.

-Lo llevaron en la ambulancia.-le dice un hombre de piel albina. El castaño se sobresalta ante su voz y se vuelve hacia este.-¿Nos acompañará?

Casi en automático este acepto, tomo a Theo y algunas objetos para pasar el rato en el hospital. Louis quería hablar con el moreno pero este estaba inconsciente en un estado no muy favorable.

La ambulancia ya lo esperaba abajo y cuando pasan este tipo de cosas siempre habrá la gente que nada más se asoma para chismear.

Es ayudo por una mujer el cual sostiene a Theo mientras esté sube, se coloca a lado de la camilla de Zack.

-Hola, Louis.-murmura con suavidad, soltando una sonrisa temblorosa.

Louis trata de responder esa sonrisa pero flaquea.-Hola, Zack.

Lo toma del rostro, está frío, su piel tiene un aspecto muy moribundo. El castaño solo se dedica a tomar la mano del moreno en un silencio demasiado doloroso pero si hablaban las palabras lo iban hacer más.

En los más profundo de sus pensamientos sigue rezando porque esto sea una pesadilla, tratando de créese que en algún momento del trayecto a el departamento cayó y golpeó la cabeza pero entre más los seguidnos pasaban se daba cuenta de que esto era la realidad.

Zack iba a morir.

Veinte minutos y ya había llegado al hospital. La mujer la cual había tomado a Theo se lo entregó para ayudar a bajar la camilla donde Zack se encontraba.

Al entrar el olor a alcohol y medicina se hizo presente en sus fosas nasales, los ayudantes caminaron por un ancho pasillo de paredes blancas...

-Usted no puede pasar.-la recepcionista lo detiene, y no le queda más que mirar cómo se lo llevaban y lo desaparecían por un puerta.-Por favor venga a regístralo y cuando los resultados estén listos le hablaremos.-pidió con amabilidad.

Sin rechistar hizo lo pedido, no paraba de mecer a Theo de un lado a otro por lo nervioso que se encontraba, necesitaba saber el estado de Zack. Por alguna razón la culpa lo carcomía, pensar que hoy iba a romperle el corazón cuando se había portado como todo un caballero.

No sabía si fueron minutos o horas pero para el todo parecía eterno.

-Louis Tomlinson.-un hombre canoso de bata blanca apareció por la puerta en donde Zack junto con los paramédicos habían desaparecido.

-Soy yo.-dice levantando la mano como si eso fuera a captar más su atención.

El hombre llevaba consigo unos portapapeles los cuales analizaba.-Llame a unos cuantos hospitales...ellos tenían los análisis completos sobre el estado de salud de Zack, y me informaron que tenía cancer terminal, leucemia.

Volverlo a oír otra vez fue más duro, tenía esperanza de que él moreno se hubiera equivocado, al parece no.

-Cuando el joven comenzó a sangrar ya era un indicio de que hay que medicarlo...-suspira y mira a Louis con tristeza.-Tendrá que quedarse aquí hasta que su cuerpo deje de luchar.

Los ojos de Louis ya soltaban lagrimas que caían sobre sus mejillas...

-¿Quiere pasar a verlo?

Asiente con la cabeza.

Lo sigue por un amplio pasillo y antes de entrar a la habitación le dan un cubre-bocas y a Theo igual pero a este también le colocan unos pequeños guantes de látex y un sombrerito como los de baño.

Infiel || Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora