Si en el pasado alguien le hubiera preguntado a Louis, ¿que se siente una infielidad?, el hubiera respondido "ni idea", pero si le hubiera preguntando justo en este momento: es un dolor que no se puede ser explicado. Un huracán de emociones de la cual no puedes escapar donde el ojo del huracán es principalmente la traición.
Frente a sus ojos se encontraba todo eso.
Una mujer montando a su esposo.
—Harry...—fueron las únicas palabras que pudo pronunciar.
El rizado abrió los ojos dándose cuenta por primera vez de la presencia del castaño, posa sus ojos en Louis. Automáticamente hace a la mujer aún lado, levantándose rápidamente para acercarse a su esposo quien está apunto de despedazarse.
Pero antes de que Harry pudiera pronunciar alguna sola palabra una mano había arremetido contra su mejilla izquierda.
—¡IMBECIL!—grito para arremeter su otra mano en la otra mejilla.—¡¿CÓMO SE TE OCURRE HACERME ESTO?
Louis tiembla, su cerebro estaba siendo bloqueado por sus emociones.
Harry lo tomo de las dos muñecas para evitar otra bofetada.—Déjame explicarte...
—¡Suéltame!—sollozo Louis.—¡Esto no se puede explicar!
Una risa suena hasta al fondo.
—Obvio que no Louis.—se burla la chica...los ojos de Louis se posan en ella. —Lo que viste es lo que es.
—¡Callate Kendall!—brama Harry furioso.
—No puedo creer que te de miedo admitir que por más de cinco meses le viste la cara a tu esposo.
Y Louis ya no oye nada, ya no puede oír absolutamente nada.
Todos estos meses en los que el dormía solo, Harry estaba tocando y acariciando otro cuerpo el cual no era suyo.
—¿Eso es cierto Harry?—murmura Louis apretando los dientes.
Harry no responde, no hace falta. Louis sabe la respuesta.
La tristeza deja el cuerpo de Louis, siendo remplazada por furia y despecho.
—Te atreviste a traerla aquí.—empieza Louis, baja la mirada.—Ha meterte con ella en la cama que hemos compartido por cinco años, donde en la habitación de alado duerme nuestro hijo.—sus ojos se llenan de lágrimas...Theo.—¿Con quién mierda me casé?
—Louis...—ahora era Harry quien se encontraba llorando.
—¡NO TE ATREVAS A LLORAR!—exploto.—¡A SI COMO TÚ VISTE EL VALOR DE TRAERLA A LA CASA, TEN EL VALOR PARA ENFRENTAR TUS ACTOS!
—¡Si hice esto fue porque había dejado de sentir la atracción sexual hacia a ti!—se defendió Harry alzando las manos con impotencia.—¡Pero nunca deje de amarte!
Louis quiso reír, las lágrimas no lo dejaron.
—Pero si hace dos semanas me dijiste que me amabas Hazza.—se mete Kendall.
El castaño ya tuvo suficientes, se acerca a ella tomándola de los cabellos,Kendall trata de tomar sus prendar pero Louis no se lo permite. Arrastrándola por las escaleras, la chica trata de soltarse rasguñando la mano de Louis, y al llegar a la puerta de entrada, la abre y en una la empuja a la calle.
