El comienzo de un recuerdo

Solo un café...

Me dormí tarde la noche anterior así que me costó trabajo levantarme, nada nuevo. Me vestí con una playera blanca de manga larga, unos jean rotos de una rodilla, una bufanda roja y mis converse blancos. Ese día tenía una exposición de historia. Estaba sumamente nerviosa, al salir iría a tomar un café con Pau y Víctor. En el camino me encontré con Sofía. Ella venía muy alegre.
–¿Porque tan alegre?– pregunto
–Porque volvieron
–Se que es por algo más
–Okey....Roberto me invitó a cenar el viernes a su casa.
–Lo sabía
–Ahora es formal
Caminamos en silencio hasta llegar a la escuela. Nos dirigimos directamente a los salones. Lamentablemente la primera clase era historia. Me trabe un poco pero espero que no mucho. La maestra era exigente, por cualquier cosa que hicieras mal era capaz de reprobarte. No me iba tan mal pero aun así era una tortura esa clase. El resto del día transcurrió con normalidad. A la hora de la salida saque las cosas de mi locker. Me fui con Pau y Víctor nos dirigimos al café más cercano. Nos sentamos en un sillón.

Narra Pau
Me estaba riendo de todo lo,que decían, hasta que vi a Rodrigo llegar. Él no venia solo, de echo entro con una chica de unos 15 o 16 años. Tenía los ojos color miel y el cabello castaño. Entro riendo junto con Rodrigo. Intenté no verme muy obvia. Se sentaron atrás de nosotros, Luna si se dio cuenta pero Víctor seguía en su mundo. Luna se paro y compro unas galletas. Luego se volvió a sentar las abrió y le metió una en la boca a Víctor porque no entendía la indirecta de que se callara.
–¿Qué les sucede?– Dijo un poco molesto, le hice una seña de que volteara a ver discretamente hacia dónde estaba Rodrigo. El se quedó completamente callado hasta que dijo casi en un susurro– Ella es su ex de la que me a contado.
Intenté escuchar la conversación.
–No sabes cuánto lo siento– dice la chica
–Jess... No sabes lo que me dolió eso.– esa era la zorra de Jess
–Pero sabes algo, si quiera yo no me ahogo en el agua como tal niña.
En ese momento me levanto, me paro enfrente de ellos. Le doy una cachetada con toda mi fuerza a Jess. Me salí corriendo con las lagrimas corriendo por mi mejillas. No sé si alguien me siga pero corro hasta unas cuantas cuadras. No tengo condición física así que me paro y me siento en la banqueta. ¿Cómo Rodrigo no me defendió? Soy una chica sensible y más cuando me enamoro y llega el y rompe mi corazón. No sé qué hacer simplemente me tapo la cara y sigo llorando. Oigo que alguien grita mi nombre, tal vez solo sea producto de mi imaginación.
-¡¡Paula!!– vuelvo a oír, volteo. Era Rodrigo venía corriendo en dirección a mi. Al llegar a mi me abraza muy fuerte.
–No le hagas caso de lo que dice, solo está celosa de ti.– dice para consolarme
–No te creo
–Si es verdad. Solo dice eso para que te deje de amar.
–¿Tú me amas?– pregunto cómo si fuera una niña pequeña.
–Claro, con todo mi ser.– Las lágrimas pararon y se hicieron sonrisa.
–Yo igual– digo sonrojada. Lo miraba con amor al igual que el a mi.

Narra Luna
Espero que Pau este bien, no corrí detrás de ella porque creo que era mejor que la dejáramos sola. Jess solo se quedo con la boca abierta después de Rodrigo saliera corriendo detrás de ella. Justo se iba a salir cuando un señor la detiene para que pague la cuenta. Se puso roja de la furia, saco el dinero de su cartera y se lo aventó al pobre señor. El solo recogió el dinero del piso y se fue hasta el mostrador. Víctor y yo fuimos hasta el mostrador a pagar lo que debíamos. Caminamos rumbo a nuestras casas, del otro lado de la calle estaban Pau y Rodrigo. No alcancé oír de qué estaban hablando pero ambos se veían felices. Estaba orgullosa por Paula, después de que ese par de hermanos la hicieran sufrir tanto al fin la veía sonreír frente a ellos. Yo casi nunca sufrí por amor, pero cuando me pasaba no tenía remedio. Al llegar a mi casa alimente al gato, en lo que iba por las croquetas y la leche él jugaba con el dedo de Víctor. 

Regresando a casa Víctor se despidió de mi. Saliendo el de mi casa mi madre se acerco a mi y acaricio el gatito, el solo ronroneaba. Sonreímos ambas. Decidí poner la cama de mi gato en mi cuarto. Me puse mi pijama y me acosté en  mi. Después de unos cuantos minutos me dormí. 

Narra Pau

Después caminamos toda la tarde hasta que oscureció y me llevo a mi casa. No tuvimos gran platica, solo que ahora seria la mas grande enemiga de Jess y esto no se iba a quedar así.

Jess ya se enojo, en lo que acabo que se fueran a tomar un café. Lección: si te encuentras a la ex de tu crush darle una cachetada y salir corriendo. Ven conmigo aprenden mucho. Recuerden 100 likes= segundo libro. No se cuando vuelva a subir asi que aprovechenlo, BESHOS

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