Me estaba muriendo de miedo. Muchas preguntas pasaban por mi mente. ¿Cuanto tiempo pasaríamos ahí? ¿Pasaríamos la noche ahí? ¿A alguien le daría un ataque de pánico? ¿Seria a mi a la que le daría? ¿Que estaría haciendo Jorge? Tantas pregunta sin respuesta.
No me pude aguantar y abrace a Víctor que estaba a lado mio. Pero que acababa de hacer. Y la misma pregunta volvía mi mente ¿Me gustaba Víctor? esa molesta pregunta que no se podía acabar con un no, y tampoco responder con un si. Víctor no hizo nada mas que abrazarme también. Pero que estupidez acababa de hacer. Respire, tenia que relajarme. La única manera que logre hacerlo fui viendo que hacían las demás personas. Las personas que estaban en la siguiente banca comenzaba a discutir. Roberto le empezó a decir cosas bien cursis a Sofía. En unos instantes mas se besaron. Otra vez, bueno si quiera no estaba su mamá. Pau empezó a platicar con rodrigo, que se dirían. Eduardo no hacia absolutamente nada mas que mirar a los demás.
-Mantengan la calma por favor.- Decía un señor con un megáfono. Unos hombres con chalecos anaranjados y rayas amarillas. Colocaron una escalera a lado de la canoa y subieron unos 3 hombres con cascos. Se acercaron a la primera fila y les dijeron a las personas que se agarraran de algo porque quitarían la barra que los sostenía. Sus caras, aterrorizadas miraban a los ojos de los rescatistas con esperanza de que saldrían ilesos. Los soltaron poco a poco se fueron. Lo malo es que yo estaba hasta arriba y lo seguía abrazando. Porque diablos lo seguía haciendo. Nosotros fuimos la penúltima fila en ser sacada. Enfrente de nosotros quedaban todavía Sofía, Roberto, Eduardo, Mel y Miguel. En cuanto estuvimos abajo observe como bajaban a mis amigos. Estaba relajada porque ya no estaba abrazando a Víctor. Pero no por mucho tiempo, cuando el bajo regreso abrazarme. Miguel fue el ultimo en bajar, pero todo paso tan rápido que nadie pudo ayudar. Ala bajarse dio un paso en falso y tropezó. Cayo directamente al suelo, no golpeo contra nada mas. Víctor me abrazo con mas fuerza impidiéndome ver que sucedió, note su angustia porque sudaba sudor frío. Sofía corría hacia el con lagrimas en los ojos. Los para-médicos la alejaron. Roberto la agarro de la mano. De reojo vi como se lo llevaban en una camilla hasta una ambulancia a unos cuantos metros y arrancaban con la sirena prendida directamente hasta el hospital mas cercano. corrimos lo mas rápido posible hasta un taxi. Como solo cabíamos 4, decidimos ir Sofí, Víctor, Roberto y yo. El taxi llego en unos instantes. Le pagamos y salimos corriendo hasta la recepción. No había nadie llamamos a la campanita como 10 veces hasta que una señora de avanzada edad que con mala gana nos atendió. Nos dijo que estaba en cuidados intensivos, no podíamos pasar. Estuvimos como una hora ahí afuera .
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El comienzo de un recuerdo
Teen Fiction¿Quien creería que chocar con alguien nuevo en tu colegio sería el comienzo de un recuerdo? Todo se convierten en recuerdos, algunos malos, otros buenos. Pero este en cual se convertirá Like y comenten. Beshos