Adios sin despedida

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En cuanto Sally se fue a su casa Charlotte me interrogo.
-Porque se quedaron a dormir unos chavos en nuestra casa.
-Pues porque hubo una emergencia
-Como que tipo de emergencia ehh??
-Que era muy tarde para que se fueran a su casa.
-Y sólo eso??
-Sip
Acabando mi interrogatorio nos fuimos a jugar Serpientes y Escaleras. Jugamos 2 rondas, la gano Charlotte y otra yo. Sólo tomábamos un vaso de leche porque mi mamá hoy llegaba tarde de la oficina y lo mejor es que regresaba mañana mi papá de sus viaje. El resto de la semana transcurrió con normalidad hasta el viernes.
Llegando a la escuela hubo un maldito simulacro que me agarro en el baño. Fui la única persona saliendo del baño y aparte a medio escondidas. Me fui hacia dónde estaba mi grupo. Me coloqué a lado de Sofi.  Nos dieron unas palabras de que a la próxima lo hiciéramos más rápido. Me acorde de lo que había pasado en la noche que me había despertado. Mugre Víctor cochino pero algo en mi interior pasa que para mi es imposible de creer. Después de las preguntas que me había echo durante este día. ¿Me gusta Víctor? Ahora se responde. Si. Después de meditarlo durante estos días ya sabía la respuesta.
El resto de la clases transcurrieron con normalidad. A la hora de la salida Sally me volvió a ir a mi casa. Seguimos con el trabajo aunque yo hice la mayoría. Digamos que era más artista que Sally. Sonó el teléfono, ella contesto.
-Bueno- contesta el teléfono Sally- Ok, en un momento te la paso.
Me hizo una seña de que fuera.
-Hola- dije
-Hola, soy Eduardo. Bueno mañana ya no voy a ir a la escuela- no lo podía creer, una lágrima resbalo por mi mejilla.
-Porque??- Pregunte
-A mi papá le consiguieron trabajo en otro país. Así qué ni siquiera te podré visitar ni tu a mi.
-Ok- no tenía más palabras
-Y algo más
-Que??
-Me gustas y nunca te olvidare- Después de esas palabras colgó. Esto no era una simple broma. Lo dijo con tanta seriedad y nostalgia. Lo peor es que no le pude decir mi último adiós.
-Que paso?? - Le conté todo excepto la última parte.
-Oh, me caía bien. De ti ni se diga.
Seguimos hasta acabar el trabajo en un incómodo silencio. Se me había ido un pedazo de mi alma.  Sally se quedo a dormir en mi casa. Lo se tengo pijamadas en mi casa a cada rato. Sólo contamos historias de terror comimos muchas porquerías que había en la alacena y tambien karaoke con nuestros hermosos gallos. Nos fuimos a dormir como a la 1 de la mañana.
A la mañana siguiente teníamos un picnic unos amigos de la escuela. Iban a ir Jorge, Paula, Sam, Rodrigo, Víctor, Mel, Sofía, Roberto, Daniel y Nick. Era para dar una bienvenida a los que apenas ingresaban este curso. Al llegar ya estaban Roberto con unas papas fritas y Mel con unos pequeños parques. Nosotras hicimos gelatina de limón. En el parque había unas mesas. Ahí empezamos a preparar todo. En poco tiempo llegaron los demás, sólo faltaban Nick, Rodrigo y Paula. Ellos traían los refrescos y los sándwiches.
Acabando de comer me aleje de todos para meditar. Por dónde vivo ahí mucho parques así que me fui al más vacío. Empece a dar alguna vueltas hasta que decidí sentarme a la sombra de un árbol. Me puse los audífonos y abrí música la puse en modo aleatorio y salió Counting Stars de One Republic. Estaba relajada, en ese momento donde te sientes en paz. Me distraje tanto que no supe que pasaba en mi alrededor. Me parece oír un ruido volteó y mis labios chocan contra otros. Eran los de Víctor. Sentí como me abrazaba pero por alguna razón yo no me resistía. Al momento de alejarme nos quedamos juntos un rato en silencio incómodo. Después de eso si era muy posible. Unos minutos después nos abrazamos. Oigo un claxon a lo lejos. Era mi papá. Víctor se quedo inmóvil. Mi papá enfado salió del coche y venía directo hacia nosotros. Lo había visto todo

El comienzo de un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora