Cuando mi tía Sara cayó enferma las cosas se vinieron para abajo, una tras otra, muy rápidamente. Yo tenía doce años, estaba en mi despertar sexual y si soy honesto no pensaba en nada más todo el día. Veía a los niños populares cómo eran desenvueltos con las más bonitas. Estaba Helena, rubia, carnosa, de esa piel tan transparente que semeja –en forma- manchas de agua bajo el sol, aunque en color se alternan islas piñón con delineaciones casi blancas. Mira la piel translúcida de un niño escandinavo y sabrás a qué me refiero... Con cara virgen infantil. Era la novia casi obesa y encantadora de un estúpido enajenado.
Estaba Karina, tan hormonal, sensual y agresiva. Siempre en movimiento, indomable... Se embarazó tan pronto. Había muchas otras, algunas me quitaban el aliento; las demás, sólo me merecían alguna cortés dedicatoria en esos momentos de soledad con mi mano.
Yo tenía doce años y creía que Dios me iba a castigar la mala maña de "tocarme".
Entonces mis padres me exigieron que cuidara a mi tía Sara. A las seis de la tarde ya estaba en su aburrida casa, a las diez ya se había encerrado a dormir en su cuarto. Entonces, nada en especial había en su lóbrega casa, pero me daba tanto miedo.
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EL MALDITO LIBRO DE COCINA DE MI TÍA ABUELA.
Mystery / ThrillerEn minicapítulos voy a compartirles cómo fue mi acercamiento a la magia y a las mujeres, al mismo tiempo, cuando tenía 12 años... Ambas cosas fueron traumáticas. Les pido que tomen con respeto estos dolorosos momentos. La obra está registrada en S...