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Fueron templándose mis ganas de venganza

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Fueron templándose mis ganas de venganza. Ahora mi cuerpo era pan blanco, moldeable en sus pasteleras manos.

Algo entró en mi boca, comencé a lamerlo, era la dulce pasta de mi pastel de plátano. Con mi lengua, adentro de mi boca, fui quitándole capas hasta sentir una consistencia más dura. Caí en cuenta de que ella ya estaba sobre mí, en mis piernas, con su discreto peso de muñeca. Respiraba con dificultad, con ronquera.

Algo entró en mi boca,  otro "bocadillo" del pastel de plátano, otra vez le fui quitando "capas", aunque ahora el "núcleo" era mucho más suave y resbaloso. También, por cierto, había algo que ya tocaba mi boca casi envolviéndola... Sentí una lengua, era su lengua de princesa y se dejó besar o tal vez yo me dejé acariciar con su lengua.

Metió sus dedos entre mis cabellos y nuestros labios se tocaban aleatorios, casi sin querer.

EL MALDITO LIBRO DE COCINA DE MI TÍA ABUELA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora