7. RECETA PARA DOMINAR LOS PROPIOS PENSAMIENTOS

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Ingredientes: Hongo de xxxxx, hongo de yyyyy, 200 gramos de hormiga chicatana; 100 gramos de acociles, 200 gramos de chapulin chico. Limones, cebollas moradas, 550 gramos de arroz salvaje, fideo seco, una moneda de plata, ropa de bebé, sangre lunar femenina.

La receta en cuestión no estaba la noche anterior, tampoco otras recetas que ofrecían dones increíbles... ¿Por qué creí en esto? ¿Dónde conseguiría los ingredientes? ¿Por qué, si intentaba abrir el libro más adelante, o más atrás, siempre caía en esta receta?

Realmente en ese momento no tenía muchas ganas de dominar mis propios pensamientos. Mis preocupaciones eran otras. El libro me estaba forzando a que yo hiciera la receta, o tal vez era mi tía Sara quien entendía en lo que yo tenía que trabajar.

Esa noche me quedé en la cocina despierto y aterrado. Acomodé mi silla de tal manera de que pudiera mirar a las dos entradas de la misma. Mis manos en mi pecho, ni hice el esfuerzo de agarrar un cuchillo, pues aquello que me aterraba no tenía que ver con los simples mortales.

Recé y recé, y estaba a punto de conciliar algo de sueño, a las cinco de la mañana, cuando una lata cayó del piso superior de la alacena, así, de la nada. Me oriné. Lloré como enajenado y aplasté un puño contra el otro. ¡No aguanté más! Tomé el teléfono de abajo y le hablé a mi padre.

- ¿Pasó algo malo?

- Tengo mucho miedo, papá.

Mi "viejo" es sabio, logró controlarme y hasta me prometió que ya no me pediría que me quedara con mi tía... Que lo haríamos juntos o no lo haríamos.

Como robot me dispuse a levantar la lata de hierro viejo que se había caído. No sé cómo, en ese instante tiré la tapadera y pude ver lo que contenía: billetes. Muchos billetes.

Como soy honesto, le entregué todo a mi padre... Él tomó un puño de los billetes y las monedas y me lo regaló.

Investigué en libros, revistas, y en el primitivo internet de aquel entonces... Entonces me di cuenta de que tendría que ir a un extraño mercado de la ciudad de México: el Mercado de San Juan.

EL MALDITO LIBRO DE COCINA DE MI TÍA ABUELA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora