8 Pescado

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Llegó el sábado, la riquita y su padre me invitaron a nadar aquella tarde. A gusto, el señor se estaba tomando unos tequilas; ella y yo, fue hace muchos años, unos refrescos de cola.

- Me dijeron que tu tía Sara está muy grave, y que tú estás yendo a cuidarla.

- Sí señor, ¿usted la conoce?

- Algo así, tu tía y yo hemos compartido algunos "pasatiempos". – Al decir esta palabra su tono tomó un tinte de sarcasmo.

- ¿A qué se refiere?

- Tu tía y yo tenemos ciertos conocimientos.

- ¿Magia?

- Eres directo, muchachito.

- Bueno, como usted sabe del tema... Necesito ir al Mercado de San Juan.

- No tan rápido, así no son esas cosas... ¿Qué vas a comprar?

- Chicatanas, acociles, hongo de yyyyy.

- Te propongo un trato, te doy dinero y te digo cómo llegar, tú te llevas a mi hija. ¿De acuerdo?

- Dinero no necesito.

Llamó a su hija, le dijo un grosero secreto en sus tiernos oídos y se metió a la casa.

- Ya me aburrí de nadar. Vamos a salirnos.- Dijo mecánicamente mi anfitriona.

Salimos, eran las seis de la tarde, un lejano sol apenas y se despedía con discreta tibieza. La piel de ella estaba "chinita" y mis manos azules. El frío me hacía temblar hasta la ridiculez. Ella me abrazó y me envolvió en su enorme toalla de niña rica. Mis labios se posaron en su mejilla y su boca de naranja, mandarinas y dulces americanos, exhaló una firme petición.

Éramos ella y yo contra el frío, sus deliciosos brazos de éxito y gloria me apretaban. Ella era mi madre, la madre millonaria que yo desee haber tenido. Su cabello estaba mojado con sensual arrogancia de perfección.

El frío me impedía pensar, ella exhalaba la maldita lujuria de lo inalcanzable... Pobrecita, no dejaba de ser fea, pero era perfecta. No me quería separar, no sé si ella de mí, pero me sentí hechizado.

- ¿Haz probado de mujer?

Le dije que no, le fui sincero... Sus palabras eran tan desestructurantes. ¿Me estaba ofreciendo algo? ¿Se estaba regalando a mí? ¿Quería jugar conmigo?

- ¿Quieres?

- ¿Hoy?

- Hoy no; mañana, cuando tú y yo vayamos solitos a México. 

EL MALDITO LIBRO DE COCINA DE MI TÍA ABUELA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora