Nikolai deambuló por toda la extensión del Central Park, sin ver nada, sin escuchar nada, perdido profundamente en sus pensamientos. Su mente torturándose con las visiones de la carne de Julia, rasgada y sangrienta después de que él hubiera hundido sus colmillos en ella. De la completa devastación que él había creado en su cama, dejando solo guiñapos alrededor de ellos. ¿Cómo podría haber perdido completamente el control? ¿Cómo podría haberla colocado en semejante peligro, de buena gana y con impaciencia, simplemente porque estaba deseoso de estar cerca de ella? Era un idiota y una deshonra, indigno para el grado que ostentaba, el del alfa.
Podría haberla matado.No importaba nada que hubiera tratado de no de dañarla. Podría ser solo el principio. Ella podría haber muerto por sus propias manos traidoras, no importaba como de honorable hubiera creído que eran sus intenciones. Era un monstruo. Ella lo había alimentado, perdonado cuando él la había tratado brutalmente y lo había amado cuando se encontraba transformado en lobo. No merecía a alguien tan noble y puro de corazón como el de Julia. Debería haber estado lejos de ella en el momento en el que comprendió que algo había perturbado su ciclo lunar, debería de haberla protegido de él costase lo que costase. Pero era una bestia egoísta. Había querido desesperadamente estar cerca de ella, amarla tanto física como espiritualmente, pero su sensatez había desaparecido completamente de él. De buenas a primeras la había colocado en peligro y esto nunca debería de volver a ocurrir.
Pero ya la echaba de menos. Ya tenia necesidad de estar cerca de ella otra vez, ver su cara, oler su dulce aroma y sostenerla fuertemente entre sus brazos. Esto era una locura, eso era. El ansia por ella, lo estaba consumiendo, la necesitaba tanto como la comida o el agua. Esto lo alarmó, esta necesidad que tenía de ella. Él que nunca había necesitado a nadie, irónico, no. No quería ni comenzar a entenderlo.Una cosa era cierta. No podía abandonarla e irse, sólo, a su patria. El mismo pensamiento de hacer eso, de regresar sin ella, le hacia sentir un pánico instintivo y desesperado. Y aún más, él no podía quedarse con ella, cuando esto podría ponerla en un riesgo mayor. No se atrevía a confiar en él mismo para mantener a sus salvajes instintos controlados cuando estaba a su alrededor. ¿Qué opción tenia salvo la de abandonarla? Se fuera o permaneciera, las dos opciones eran inaceptables para él.
Si sólo las cosas pudieran ser diferentes entre ellos. Si sólo él pudiera confiar en si mismo para amarla sin hacerla daño. Todo lo que el deseaba en la vida era permanecer con ella. Julia, su verdadera y única compañera.
Quizás Ivan o Brianna tendrían algunas respuestas para él. Ellos eran la única pareja de dos especies distintas que conocía hasta el momento. Seguramente ellos tendrían alguna idea a este dilema, quizás ellos habían pasado por las mismas situaciones por las que él afrontaba en este momento, seguramente podrían ayudarle. Los llamaría lo antes posible. Ivan era uno de los pocos que tenían instalaciones eléctricas, un regalo de boda para su compañera, ya que estaba acostumbrada a esas comodidades, y él tenía un teléfono móvil. Probablemente, Ivan tendría algún consejo para él.
Por primera vez en la vida de Nikolai, buscaba la ayuda de sus hermanos, más que dispuesto a humillarse ante un miembro menor de su jauría al hacer esto. Cualquier cosa por Julia.
Cualquier cosa.
* * * * *— ¿Estas seguro de que no te sentiste así con Brianna, Ivan?
— Al principio temí por su seguridad, desde luego. Nunca me he mezclado mucho con los humanos y no estaba seguro de como actuar con ella, pero nunca sentí la rabia que me has descrito. Nunca sentí el impulso de atacar a Bri.
— Tampoco deseé atacar a Julia, primo. Pero lo hice.
— Pero no la dañaste excesivamente, de acuerdo con tu propia versión. Se sentía bastante bien cuando te dormiste. Quizás has reaccionado de una forma exagerada, y has juzgado mal toda la situación.— Podría haberla matado, Ivan. El hecho, lo que hice después no me da gran consuelo, te lo aseguro, pero esto. Habrá siempre una posibilidad de que pueda dañarla. Habrá siempre una posibilidad de que ella pueda morir.
— ¿Y si después es igual como con Bri y yo? Soy con mucho más fuerte que ella. En cualquier momento podría rasgar cada parte de su cuerpo. Pero no lo hago. No soy un esclavo de mis instintos más básicos... ni tú tampoco. Eres mucho más noble y fuerte que yo. Si dices que no dañarás a esta mujer, tu compañera, entonces debes tener fe en tu capacidad para refrenarte.
— La hice sangrar, Ivan —admitió Nikolai en un murmullo apagado.
— Eso fue un accidente, Niki. Esas cosas pasan. Los humanos son criaturas frágiles. Pero es su fuerza de espíritu lo que los hace idóneos para nosotros como compañeros. Son corazones valerosos que no niegan ni el más difícil de los desafíos. Julia no será ninguna excepción. Lo se. Dile todas tus preocupaciones. Déjala tomar las decisiones que atañen a los dos. Esta es una decisión tanto suya como tuya acerca de lo que harán.
— Ella va a decidir quedarse conmigo, lo sé Y no puedo ponerla en ese peligro, no entiende el coste que puede tener para ella.Ivan suspiró profundamente cuando escucho el final de la frase.
— El amor es un riesgo. El mayor riesgo de todos. Y te conozco, Niki, es mejor que te lo tomes con calma, ahora mismo te sientes confundido. Nunca te has preocupado de los riesgos mientras que el premio valiera la pena de ganar. ¿Julia no merece ser ganada? ¿Ella no merece ese riesgo?— Sé que quieres subirme la moral, primo. Te lo agradezco, no lo dudes. Esto no es tan simple como cazar o ser compañeros de cacería. Esto es mucho más serio. Amo a Julia, más que nada. Y es por eso es que debo quedarme lo más lejos posible de ella.
— Sé que vas hacer lo que consideres que es lo mejor. Pero te imploro que lo pienses mejor antes de ir más lejos, antes de que tomes una decisión. Falta una quincena para la luna llena, todavía tienes tiempo hasta el cambio de luna para unirte a tu compañera y traerla aquí si escogiste ese camino. Mientras, estamos aquí bien sin ti. Tomate todo el tiempo que necesites.— Gracias Ivan. Di a Brianna que la quiero.
— Cuídate, alfa. Y a tu compañera también.
Nikolai colgó el teléfono, y levantó su cara al cielo, deseo que lloviera para así ocultar sus lágrimas, para poder llorar libremente, como anhelaba hacer.
Al momento el eco triste de un aullido lleno las calles de la gran ciudadJulia oyó su roto lamento, y unas lágrimas fluyeron desde su sueño mientras gritaba su nombre en el apartamento vacío. Esta iba a ser una solitaria y larga noche para los dos.

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Mordida +16
Loup-garouNikolai es el Alpha de una manada muy poderosa en los bosques de Rusia , pero por ciertas circunstancias viaja a Nueva York , hay conoce a la dulce recepcionista Julia Thurman , que resulta ser su deseo más anhelado desde hace muchos años , su com...