Era tarde cuando Julia se despertó de su somnolencia. Nikolai estaba todavía profundamente dormido, lucia tan joven y guapo en su reposo que la respiración de Julia le fue robada con la vista. Su cara estaba completamente libre de cuidado y preocupación y esa fue la primera vez que Julia en toda la vida lo había visto así. Calentó su corazón saber que ella le había ayudado a encontrar tal paz.
Miro a su alrededor riéndose ahogadamente con el desarreglo que cubría el piso alrededor suyo. Aunque pareciera mentira, la vista de su pobre cama, de la que se abusó no la contrarió en lo más mínimo. Aunque no tenía los fondos para reemplazar el armazón de la cama no pareció que tuviera mucha importancia entonces. Había cosas más importantes en su mente.
Como la comida.
Su estómago estaba vacío y dolorido, gruñendo y enredado su incomodidad tan ruidosamente que Julia se sorprendió que el ruido no despertara a Nikolai. Pero él continuó durmiendo, obviamente necesitando su descanso mucho más que comida justo entonces. Ella comenzó a rodar del colchón mientras se levantaba en el desordenado piso, con una risita. Se sentía revigorizada, feliz y en condición de afrontar el mundo. Saltando a la cocina buscó en sus armarios y el refrigerador algo adecuado, o al menos algo para rellenar para comer. Todo lo que encontró fue su acostumbrada reserva de fideos de ramen, sopa en lata, galletas saladas y pan. Ella supuso que podría preparar rápidamente un emparedado rápido de mayonesa, la ayudaría hasta que Nikolai despertara y ella podría hacer más sopa para los dos luego.
Le tomo no más de un minuto hacer su comida: dos trozos de pan, mayonesa, sal y pimienta y aun menos tiempo le tomo devorarlos. Ella miró la hora y fue a hacer una llamada telefónica. Hizo planes de faltar al trabajo, por primera vez en toda la vida.
George contesto al quinto toque.
— Hola pobre Georgie —Dijo Julia sarcásticamente.
— ¿Julia? Suenas realmente rara.
— Si, bien gracias por tener tacto. —Julia se rió de su tono de bienestar. Era verdaderamente bueno estar viva.— ¿Recuerdas el viernes cuando dijiste que me cubrirías cualquier día que quisiera que me sustituyeras? —Ella no le dio tiempo de contestar antes de seguir adelante. — ¿Bien adivina qué, Georgie? Hoy es ese día o esta noche, mejor dicho. Estoy de guardia desde la siete de la noche hasta las tres de la mañana. Y necesitaré que me reemplaces temporalmente.
— Espera un momento, Julia, yo no puedo.
— Lo siento, George, pero me tengo que ir ahora. Estoy segura que estarás allí a tiempo. Si no lo estás... bien permíteme decirte que tu mama y tú papá tendrán que enviarte más dinero para gastar porque ciertamente no lo ganarás en el hotel.
— No puedes despedirme, Julia. No tienes esa la autoridad —George se mofó.
— Puede que no, pero Mr. Morlock ciertamente la tiene. ¿Y cuándo amenace con dimitir si no te echa de patitas en la calle, a quién crees que él enviará a empacar?
— Eso no es justo —lloriqueó George.
— Lo siento tanto, es tan triste, bu hoo. —Julia se rió de sí misma otra vez, asombrada de su comportamiento pero celebrándolo de todos modos. Asombraba lo que una racha de buen sexo podría hacer para la confianza en sí misma.— Quédate en el trabajo o de lo contrario, George. Adiós, Adiós. —Ella colgó el teléfono ante sus elevadas protestas, sintiéndose más bien contenta consigo misma.
Julia entró en su dormitorio otra vez para averiguar sobre Nikolai. El parecía estar descansando profundamente y serenamente; La furia de toda la noche previa parecía haberle abandonado. Quizá sus miedos eran infundados y su cambio no estaba en él punto aún, o quizá él se estaba acostumbrando mas a la ciudad a su alrededor. Julia no podía adivinar. Pero se alegró de que él pareciese más relajado ahora mismo. La pregunta era, ¿él se quedaría así? ¿O regresaría su agitación una vez que se despertara de su somnolencia? Era probablemente mejor que ella fallase a favor de la cautela y saliera a comprar más cuerda, por si acaso él necesitaba ser atado otra vez. La cama era un desorden así es que no lo podría amarrar a ella debería de ser reconstruida, pero si ella comprara bastante cuerda, entonces quizá podría atarlo como a un cerdo hasta que él se mejorara. Seguramente eso le sujetaría, no importa cuán fuerte fuera el...
Julia rápidamente escribió una nota para Nikolai, diciéndole que estaría fuera una hora o algo así; en caso de que se despertara mientras estaba fuera comprando los suministros necesarios; dejándola en la almohada al lado de su cabeza. Ella no pudo resistir introducir sus dedos ágilmente sobre su cabello dorado cuando se desparramó alrededor de él. Se sentía la más suave de las sedas y destellando a la luz del sol que se derramaba directamente desde las ventanas del dormitorio. Podía haberse quedado allí por horas, solamente mirándole soñar, pero tenia encargos que hacer. Se obligó a sí misma a alejarse de su amante, saliendo de la habitación y cerrando la puerta con un chasquido suave detrás de ella, dejando a Nikolai descansar.
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Mordida +16
LobisomemNikolai es el Alpha de una manada muy poderosa en los bosques de Rusia , pero por ciertas circunstancias viaja a Nueva York , hay conoce a la dulce recepcionista Julia Thurman , que resulta ser su deseo más anhelado desde hace muchos años , su com...