Dioses elementales (Larry Stylinson) [EN EDICIÓN]

6. Pizza

Pizza

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/Louis/

Después de crear aquel temblor Louis se alejo lo más rápido posible de ese lugar.

— Vaya, yo hice eso —

Decía mientras pasaba por una tienda de televisiones donde una tenía las noticias y en ellas hablaban de un "temblor" que sacudió toda la ciudad.

Siguió caminando pero su estómago empezaba a hacer ruidos extraños.

— Entonces... ¿Eso es el hambre? —

Hablaba para sí mismo mientras sostenía su estomago con ambas manos.

Para su suerte una tienda de pizza estaba dando pruebas gratis.

— ¿Puedo? —

Pregunto el castaño al ver los pequeños cuadritos de pizza sobre una charola.

— Claro —

Respondió la encargada de repartir las pruebas.

Louis no dudo mucho y tomo todos los que cabían en su mano, se metió unos cuantos a la boca para poder tomar más pizza.

La chica que atendía trato de decir algo que evitara que se llevara la charola completa pero fue en vano.

— Gracias —

El castaño dijo con la boca llena mientras se iba del lugar. Al parecer a él no le informaron que sólo debía tomar uno.

Se sentó en unas escaleras que estaban cerca, termino su pizza y lo único que pudo decir fue.

— Diablos, ahora tengo sed —

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/Harry/

— ¿Y ahora qué? —

Dijo Harry en voz alta esperando a que alguien le contestara, obviamente eso no pasó.

Observo todo lo que tenía alrededor, estaba en un centro comercial. No tenía idea del por qué se encontraba allí.

Siguió caminando dentro de la plaza y buscó algún lugar dónde comer, en su pantalón encontró algo dinero así que con eso pagaría.

Unas horas después el cielo había obscurecido totalmente.

Tenía que encontrar a los chicos rápido, o encontrar un lugar donde dormir.

Harry seguía caminando sin rumbo hasta que...

— ¡Ese es el lugar! —

Gritó el rizado demasiado emocionado al mirar una banca y una grieta enorme frente a ella.

— ¡Louis estuvo aquí!, ¡Aquí lo vi! —

Siguió gritando y aplaudiendo mientras saltaba.

La gente comenzó a mirarlo como un loco.

Se controlo y se acercó a aquel lugar, al momento de tocar una visión apareció frente a sus ojos.

No era muy claro, pero era fácil apreciar a Louis o lo que él creía que era su figura en aquella visión, todo pasaba muy rápido, una silueta sobre una pila de basura, Louis caminando, en ninguna de las imágenes se podía ver el rostro del dios de la tierra, sólo veía a Louis sentado en una banca, Louis golpeando el piso y Louis...

Bruscamente alguien saco a Harry de esa visión.

— ¿De nuevo desmayado? —

Pregunto una voz familiar.

— ¿Qué? No, solo estaba pensando en... Sólo estaba pensando —

Respondió Harry muy confuso y buscando a todos lados para poder ubicar dónde estaba.

— Bien, ¿Y qué haces tan noche en el piso a lado de una grieta gigante? —

Pregunto Nathan.

— Sólo salí a pasear y decidí tirarme en el piso, ya sabes, lo normal —

Respondió irónico el rizado debido a qué Nathan había interrumpido la visión.

— Hey, tranquilo, sólo quiero ayudar —

El chico levantó las manos en muestra de que no quería hacer nada malo.

— Si, lo siento, es sólo que estas últimas horas no han sido las mejores y necesito descansar, ¿Sabes de algún hotel cercano? —

Harry hablaba con voz cansado y vista agachada, realmente estaba cansado.

— ¡Sabía que no eras de aquí! ¿De dónde eres? —

Nathan se entusiasmó ligeramente pero al ver la mirada de Harry que pareciera que lo atravesaría recobro la seriedad.

— Si, claro, hay uno a 2 cuadras, pero tiene muy mala reputación, el otro esta a 30 minutos de aquí y el mejor hotel está a 1 hora en carro —

Harry recordó que no le quedaba mucho dinero, se preguntó si los demás chicos tendrían dinero.

— ¿Entonces? ¿Cuál escogerás? —

Pregunto Nathan sacando a Harry de sus pensamientos.

— Amm creo que el que está a dos cuadras, gracias —

El rizado se dispuso a caminar en dirección a donde le había señalado que estaba el hotel pero Nathan lo detuvo.

— ¿Oye, no quieres quedarte en mi departamento? —

Preguntó algo inseguro el chico, era de ese tipo de personas que confiaba en todo el mundo, aunque eso significara muchas decepciones.

Harry se puso nervioso al instante, no sabía qué responder, y quizá quedarse callado era su mejor opción.

— ¿Entonces qué dices? Tengo Pizza —