20. Visión

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Visión

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/Louis y Harry/

— Lou, ¿Estás seguro? Pero... Te necesito —

Harry sabía que no tenían muchas opciones, sin embargo, el miedo se apoderaba de él.

— Si, yo también te necesito pero no podemos ir los dos, tú eres más fuerte y eres bueno haciendo tratos, tienes que ir tú —

El castaño también estaba asustado, no quería dejar ir a su bebé solo, pero estaba seguro que Harry tenía el poder.

— No lo sé Lou, no estoy seguro —

En rizado abrazaba al más bajo por encima de los hombros, en las posibilidades también se encontraban que Goltem llegara por Maly para lastimar a Beka y no tener obstáculos en el camino y si Louis se opone podría dañarlo.

— Tu habla con ella, ten mucho cuidado y debes regresar antes del atardecer, por favor, por mi no te preocupes —

Louis rodeaba la cintura de su amado mientras hundía el rostro en su pecho.

— ¿Antes del atardecer? Ok... Entonces tengo que irme ya, nos vemos Lou —

Harry aferraba al castaño aún más contra su cuerpo, no quería soltarlo pero sabía que tenía que hacerlo.

— Cuídate mucho, por favor, cuídate amor, nos vemos aquí, ¿Si? —

Louis tampoco soltaba al rizado, ambos sabían que sí deshacían el trato tendrían que regresar a su forma no humana, eso si consiguen que no los maten, como inmortales es más difícil, pero no imposible.

— Te amo Louis —

Harry se separó un poco para poder ahuecar el rostro del castaño, poco a poco lo acercó hasta sus labios, eran un beso tierno, un beso lleno de sentimientos transmitidos en un solo contacto, movían sus labios creando un dulce baile que ellos entendían a la perfección.

— Yo también te amo Harry —

El castaño trataba de recuperar el aliento de tan intenso beso, veía a su amado por último vez antes de dejarlo ir.

El rizado salió del departamento y se dirigió a las escaleras, en su mente pasaban miles de cosas, llegó al parque donde la mayoría de cosas habían pasado.

— Bien, quizá si... Tal vez moviendo... Y si a lo mejor... —

Harry movía las manos en muchas direcciones mientras giraba y bailoteaba.

— Esto no funcion... —

No pudo terminar la frase debido a que una visión comenzaba, pero esta vez era distinta.

Harry sabía que esta visión a diferencia de las que tenía de Louis estaba pasando en tiempo real.

*Dentro de la visión*
(Narra Harry)

El frío recorre mi cuerpo dejándome con la piel erizada.

Comienzo a caminar pero no veo a nadie, sólo metal, es como un túnel, o unas tuberías, no estoy seguro, sigo caminando pero parece no acabar, aceleró el paso, estoy casi corriendo.

Me detengo en seco al darme cuenta de que no avanzo, frustrado golpeo una de las paredes y resuena por todo el lugar.

Escucho unas voces acercándose y el corazón me palpita a mil por hora, el frío se vuelve más intenso y las voces están aquí, al igual que sus dueños.

Me quedo helado y no puedo ni moverme, observo detenidamente a las personas.

La primera es una mujer muy joven de cabello negro intenso con mechones plateados, no puedo distinguir sus rasgos faciales debido a que la visión se vuelve borrosa, al parecer las caras son mi punto ciego.

El segundo es un hombre alto de cabello negro igual pero no necesito ver sus ojos o su rostro para saber quién es.

Ambos pasan a lado de mi, sin notarme, sin verme, por más que trato de entender lo que dicen sólo son ruidos sin sentido.

Comienzo a caminar detrás de ellos pero no puedo, no avanzo, esto es frustrante.

La visión está a punto de terminar y siento como me debilito, mis rodillas están temblando y mi vista está borrosa, un fuerte dolor ataca mi cabeza, caiga al piso y estoy a punto de desmayarme pero la hermosa imagen de Louis besándome llega a mi cabeza, tengo que levantarme, tengo que seguir, por él, por ellos, por nosotros.

El fondo metálico que está a mi alrededor comienza a desvanecerse para dejar a la vista un parque lleno de personas.

Me pongo de pie algo mareado comienzo a caminar tropezando un poco pero eso no me detiene.

Sé que ellos son Teahla y Goltem, no conozco el lugar en donde están pero algo me dice por donde avanzar, es como si un GPS estuviera dentro de mi dando las indicaciones en mi cabeza.

No pienso detenerme, tengo que llegar hasta donde están.

Aún así Lou no sale de mi mente, en cada paso, en cada respiro, pero no es una distracción, es lo que me da fuerza, lo que me ayuda a seguir.

No quiero perderlo de nuevo, quiero abrazarlo por siempre y poder besar esos hermosos labios cuando quiera, y sé que mi bebé Lou también desea eso, sin embargo, es muy egoísta de nuestra parte dejar que una especie se extinga sólo por nuestros deseos.

Aún así no puedo evitar sentirme triste cuando pienso en no volver a ver sus ojos azules.

Mi GPS interno me avisa que estoy por llegar pero no veo nada, de hecho, está muy sólo por aquí, demonios, ¿Me habré equivocado en alguna vuelta?

Dioses elementales (Larry Stylinson) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora