Richard Castle, hombre de unos treinta años, viudo y con una hija de cuatro años, vive en Nueva York. Su mujer se suicidó por culpa de la depresión postparto; trabaja como redactor en el New York Times.
Katherine Beckett, mujer joven, madre soltera...
Luca y Sophie ríen mientras patinan cogidos de la mano por Central Park, Rick va junto a ellos por si se caen. Kate les observa desde fuera, normalmente ella es la primera en ponerse los patines pero la llamada de Stephan no se le va de la cabeza.
- ¡Mami mira, mírame!- Luca se acerca hasta el límite con Sophie de la mano.- ya puedo yo solito, ¿a que sí?
- Claro cariño, ¿queréis que os haga una foto?- los pequeños asienten emocionados, se colocan y sonríen al iPhone de Beckett. Castle llega a tiempo para una segunda toma y se agacha para salir junto a los niños.
- Podéis seguir patinando, yo estaré mirando los correos en el móvil.- Rick sabe que algo raro le ocurre a la capitana y fue desde Nochebuena; no sabe si preguntarle o no.
Una hora más tarde...
Los cuatro toman un chocolate caliente en una cafetería atestada de personas con la misma idea. Los pequeños hablan de lo bien que se lo han pasado, Rick quiere prestarles atención pero no deja de pensar en Kate.
- Beckett.- no obtiene respuesta, le zarandea con suavidad.- ¡¿Qué pasa?!- pregunta ella sobresaltada, varios clientes le miran con curiosidad.- Kate, estás rara, como ausente.
- Lo que me ocurra a mí no es de tu incumbencia Castle, por favor, no te entrometas porque es algo personal.- la respuesta de ella es bastante clara y Rick opta por no mostrar más interés.
La tarde transcurre de forma anormalmente lenta para la pareja, el atardecer comienza a hacer mella en la ciudad, hora de despedirse, Luca y Sophie se entristecen pero les queda el consuelo de que volverán a verse en Año Nuevo.
- Gracias por el chocolate, Luca se ha divertido mucho, ¿verdad cariño?- su hijo asiente con una gran sonrisa.- ¿y tú?- pregunta Rick ahora mirando a Kate directamente.- ¿te lo has pasado bien?
- Quitando el momento de trabajo...ha sido una tarde interesante.- Castle permanece de pie deseando que ella le hable sobre lo que le preocupa pero no sucede nada.
- Buenas noches, hasta mañana Sophie.- Kate se agacha para besar la mejilla de la niña, ella le da un fuerte abrazo antes de agarrar la mano de su papi.- buenas noches Kate.- ningún beso, tan sólo una tímida sonrisa.
Sophie acaba durmiéndose por el camino, su padre le pone el pijama y la acuesta en su cama; coloca su muñeca al lado para así no tener pesadillas. ¿Qué le habrá pasado a Beckett? ¿Quién le llamó? Ojalá se lo contase, podría ayudarle.
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El móvil de Rick suena mientras él se da una ducha para entrar en calor y deshacerse del sudor. Se fija en la luz que parpadea, es un mensaje de Kate: "Siento haberme comportado como una estúpida, Stephan me llamó la otra noche y me molestó muchísimo. Lo he pagado contigo y lo siento, espero que puedas perdonarme"
Castle suspira aliviado, el hecho de que ella le haya revelado el motivo de su distracción es el mejor regalo que puede recibir, ¿debe responderle? En el caso de que lo haga, ¿qué se supone que tiene que decir?: "Es tu vida personal y no tengo derecho a entrometerme pero, me guste o no, sigo siendo humano y es inevitable preocuparme por ti. Gracias por confiar en mí y claro que te perdono pero por favor, la próxima vez cuéntamelo para poder ayudarte. Buenas noches"
En el apartamento de Kate...
Beckett se sentía fatal por tratar a Rick de esa forma tan cruel, él no tiene que pagar por el idiota de su ex, no se merece eso cuando se ha preocupado tanto por Luca y por ella. Opta por enviarle un mensaje antes de meterse en la bañera, necesita despejar su mente y aclarar todo lo que está ocurriendo. El sonido de su móvil le asusta, su corazón late más rápido al ver que Castle le ha contestado, le perdona, a pesar de todo, le ha perdonado.
La noche se vuelve algo pesada y horrible, la imagen más clara de Stephan aparece en los sueños de Kate que intenta proteger a su hijo de las garras de su padre biológico; reúne todas sus fuerzas para quedarse con Luca pero es imposible, siente que le falta aire, no puede respirar.
- ¡Luca!- grita al mismo tiempo que un sudor frío recorre su frente, se levanta de golpe y corre hacia la habitación de su hijo, es entonces cuando recuerda que Luca insistió en dormir con los abuelos antes de Nochevieja.
Es imposible conciliar el sueño, ¿qué puede hacer? Tiene miedo y no se atreve a salir del apartamento, es muy tarde para llamar a sus padres; Lanie seguro que estará teniendo una noche salvaje con Espo. No le queda otra, no pierde nada por intentarlo, ¿y si está despierto? No, es una estupidez, ¿por qué iba a estarlo? Son casi las cuatro de la madrugada.
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En el loft...
Rick da vueltas y vueltas en la cama para intentar dormir un poco pero no hay manera. ¿Estará pensando Kate en volver con su ex? Al fin y al cabo sigue siendo el padre de Luca, pero ella le afirmó que odiaba a ese cabrón. Su cuerpo se estremece al ver el nombre de Beckett en la pantalla de su móvil, ¿será un vil sueño?
- ¿Kate? ¿Va todo bien?
- Sí, tranquilo, ¿te he despertado?- la voz de ella es temblorosa, es como si estuviese aterrada.- No que va, no puedo dormir, ¿qué te ocurre a ti?
- Una pesadilla sobre Stephan y su intento por arrebatarme a Luca, oye, sé que es una locura lo que voy a pedirte pero... ¿puedes venir a mi apartamento? Luca está con mis padres y me da miedo estar sola.
- Pues...voy a despertar a mi madre para que se quede con Sophie, estaré allí en quince minutos.
- Gracias, de verdad.- Kate no tiene muy claro si es correcto lo que acaba de hacer, tan sólo sabe que necesita a Rick y punto.
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