Richard Castle, hombre de unos treinta años, viudo y con una hija de cuatro años, vive en Nueva York. Su mujer se suicidó por culpa de la depresión postparto; trabaja como redactor en el New York Times.
Katherine Beckett, mujer joven, madre soltera...
IMPORTANTE: Aquella persona que no haya visto el último capítulo de Castle, que se abstenga de leer el capítulo o al menos que no vea la última imagen, contiene spoilers!!!! No me hago responsable de la decisión de cada uno.
Nerviosa, las manos temblorosas le impiden ponerse el collar que su madre le regaló cuando se graduó en la Academia de Policía; ha llegado el día y todavía sigue sin poder creérselo.
- Toc, toc.- Lanie entra ya arreglada para ver cómo va la novia, y a juzgar por su aspecto, la mañana no ha ido bien.- pero Katie, ¿qué haces?- su amiga se encarga de terminar los últimos detalles.
- Lanie, no sé si puedo hacerlo.- ese comentario no sorprende para nada a su amiga que continua con los últimos preparativos mientras Kate respira profundamente.
- Cielo, mírame.- la novia obedece sin tener más remedio que hacer caso a su dama de honor.- los nervios te traicionan y es muy normal, raro sería que no tuvieras dudas. Pero, estás enamorada de Rick y vas a pasar el resto de tu vida con él.
- Lo sé pero... ¿y si no soy lo suficientemente buena para él? ¿Y si se da a la fuga? O peor, ¿y si salgo corriendo?
- Katie, tranquila, va a ser una ceremonia íntima, amigos y familiares, ¿recuerdas? No te juzgaremos ni te odiaremos por tomar la decisión que sea pero sé que eres incapaz de abandonar a Castle, te conozco demasiado bien.
- Por eso eres mi dama de honor, además de mi consejera particular.
- Exacto.- la novia, junto con su mejor amiga, sale de la habitación ya preparada para casarse con el hombre de su vida, Lanie tiene razón, no se ve capaz de separarse de Richard, le ama con locura y a Sophie también.
Los pocos invitados que hay se sientan en sus respectivas sillas esperando a que la preciosa melodía comience para dar paso a la ceremonia que fue planeada justo en el momento en el que el sol se oculta tras el inmenso océano.
- Cariño, estás deslumbrante, estoy tan orgulloso de ti.- Jim abraza a su hija, ambos preparados para caminar por el hueco cubierto de pétalos que fueron desperdigados previamente por Sophie, la cual ahora se sienta junto a su abuela. Luca será el encargado de llevar los anillos.
Kate, agarrada al brazo de su padre, camina lentamente, siendo la protagonista del momento, Rick le sonríe desde el altar improvisado con enredaderas llenas de diversas flores.
- Guau, Kate, estás preciosa.- susurra el novio al oído de su prometida. Jim besa la mejilla de su hija antes de sentarse junto a su esposa y su nieto.
Todo transcurre sin ningún problema, Beckett teme el momento de los votos, no le resultó nada fácil encontrar las palabras exactas escritas desde lo más profundo de su corazón.
- Llega el turno de pronunciar los votos, ¿Richard, quiere comenzar?- él asiente también algo nervioso, Luca se coloca a su lado con un cojín que sostiene los dos anillos, su nuevo papi coge uno de ellos.
- Kate, después de lo de Claire, no me vi capaz de crear una relación con otra mujer; sólo pensaba en mi hija y en su bienestar pero el día que te vi por primera vez, agobiada y aterrada por tu hijo...supe que quería conocerte mejor. Eres y serás una mujer llena de misterios que quiero resolver el resto de mis días; eres lo mejor que me ha pasado en la vida junto con nuestra nueva familia, te prometo que os querré y os protegeré siempre. Te quiero Katherine Beckett, siempre.
Los invitados aplauden ante semejantes palabras, las lágrimas recorren las mejillas de algunas mujeres, incluyendo a Kate que intenta librarse de ellas para poder leer sus votos. Coge el anillo y se lo coloca a Rick en el dedo para a continuación
- Rick, jamás pensé que mi corazón se derrumbaría ante otro hombre, me juré a mí misma que no volvería a permitir enamorarme de nuevo, sufrí demasiado y levanté un muro alrededor de mí; solo Luca podía atravesarlo. Pero entonces llegaste tú, con tu carácter infantil pero siempre pensando en lo mejor para tu hija, ¿cómo voy a ignorar el hecho de que diste tu vida para proteger a Luca? Sé que seré muy feliz a tu lado, lo supe desde que te regalé ese beso. Te quiero Richard Alexander Rodgers Castle, quiero formar parte de tu vida y disfrutar de la gran familia que hemos creado, ahora y siempre.
- Por el poder que me otorga el Estado de Nueva York, yo os declaro marido y mujer.- los novios se abalanzan para dar por sellado su matrimonio, los vítores y aplausos inundan el pequeño lugar; las fotos son las protagonistas, Luca y Sophie corren con sus padres.
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El servicio del catering comienza a colocar las mesas para cenar al aire libre, el patio es iluminado por luces colocadas en los frondosos árboles que rodean la casa, una hermosa melodía suena mientras todos cenan tranquilamente; las anécdotas y chistes protagonizan la velada. Los brindis hacia los novios son demasiado emotivos provocando que Kate no pueda dejar de llorar, Luca, que está sentado junto a ella, le agarra la mano.
- Mami, ¿y ahora qué vamos a hacer?- ella se inclina para poder hablar con su pequeño, le quiere con locura.- nos iremos a vivir a nuestra nueva casa.
- ¿Con Sophie y con Rick?- Beckett asiente con una gran sonrisa, Luca se abalanza a sus brazos- te quiero mami, mucho.
- Y yo a ti mi príncipe, ¿quieres que bailemos juntos?- él se levanta para comportarse como un caballero, realiza todo lo que Rick le dijo para ser educado.
- Bella Dama, ¿me concede este baile?- pregunta Luca inclinándose cual príncipe de cuentos.- Me encantaría hermoso Duque.- responde Kate siguiéndole el juego.
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