Richard Castle, hombre de unos treinta años, viudo y con una hija de cuatro años, vive en Nueva York. Su mujer se suicidó por culpa de la depresión postparto; trabaja como redactor en el New York Times.
Katherine Beckett, mujer joven, madre soltera...
Un año nuevo comienza y con él nuevas experiencias, otras personas, otros trabajos y... ¿una nueva relación?
Sophie y Luca no dejan de dar saltos de alegría, sus padres les han confirmado que han empezado a salir, o para los pequeños, son novios.
- ¡Ahora somos hermanos!- exclama Sophie abrazada a su muñeca de Elsa.- ¡Podremos vivir juntos!- responde Luca con el mismo entusiasmo.
- No tan deprisa chicos, no vamos a vivir juntos todavía, es muy pronto para eso.- Rick es el que arruina la ilusión de los niños, tanto él como Kate acordaron que irían poco a poco.
- Pero, ¿seguiremos yendo al parque? Yo quiero dormir con Luca.- contesta su hija refunfuñando y cruzando los brazos.- Seguiremos igual princesa pero no vamos a vivir todos en la misma casa, al menos no de momento, ¿entendido?
- Pues que rollo.- y sin decir nada más, los pequeños se alejan para seguir jugando en los columpios, a pesar de estar a principios de año, no hace demasiado frío. Varias familias aprovechan para disfrutar de un día de nieve.
Rick aprovecha para revisar su móvil, Beckett tuvo que salir disparada para el trabajo y dejó a Luca en la residencia de Castle antes de ir a la escena del crimen; el escritor siente curiosidad por vivir en ese mundo tan peligroso a la vez que asombroso.
- ¡Papi, papi, ven!- éste busca a su hija, Sophie mira con terror a un hombre que se ha arrodillado junto a Luca y lo tiene cogido del brazo, el pequeño no quiere estar con él.
- ¡Suéltame! ¡Quiero ir con mi mamá!- grita el niño llamando la atención de las personas que no saben si acercarse o no.- ¡Eh tú! ¿Qué crees que estás haciendo?- Castle no tarda en adivinar de quién se trata.
- Stephan, te pido amablemente que sueltes a Luca, es evidente que no tiene ningún apego hacia tu persona.- pero el padre del pequeño no va a darse por vencido.- Vaya, o sea que tú eres el novio de Katherine.- Stephan le dedica una mirada poco amistosa.- ha bajado el listón.
- No soy yo el que intenta secuestrar o llevarse a su hijo contra su voluntad, me parece que Kate ha elegido bien, ahora suéltalo y lárgate.- Luca corre hacia Rick y Sophie para resguardarse de ese hombre malo.
- Oye gilipollas, tú no eres nadie para darme órdenes, ¿te enteras? Luca es mi hijo y sólo quiero pasar tiempo con él, tú eres el que se ha puesto en medio.
- ¿No me digas? Por lo que he podido observar, tu hijo no tenía intención alguna de quedarse contigo. Perdiste todo el derecho de ser su padre en cuanto le abandonaste, a él y a Kate; sufrió mucho por tu culpa.
Pero a pesar de esos comentarios, Rick no atisba nada de culpabilidad en Stephan, no sonríe pero tampoco parece molesto; es una expresión neutra.
- Tienes razón y lo siento, volví a la ciudad para intentar pedirle perdón pero me comporté como un capullo.- ambos se acercan para verse las caras más de cerca, el italiano tiene unos intensos ojos azules, pelo largo y una barba de dos días que no piensa afeitarse.- ¿puedes decirle a Beckett que lo siento? No volveré a molestaros, lo prometo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.