Richard Castle, hombre de unos treinta años, viudo y con una hija de cuatro años, vive en Nueva York. Su mujer se suicidó por culpa de la depresión postparto; trabaja como redactor en el New York Times.
Katherine Beckett, mujer joven, madre soltera...
La situación es absolutamente caótica, los ciudadanos buscan un lugar seguro, alejados de la posible bomba que amenaza con ser detonada en cuestión de horas. Kate recibe miles de llamadas pidiendo refuerzos o viceversa. Sus compañeros van de un lado para el otro, haciendo todo lo posible por salvar el número de personas posible.
- ¡Beckett, alguien quiere verte!- grita Espo desde su mesa, Kate apenas ha entendido algo pero le da igual, ahora no es un buen momento para recibir visitas.
- ¿Puedo ayudar?- Rick aparece por la puerta, con expresión seria y bastante preocupado.- ¡Richard, ¿qué haces aquí?! ¡Te mandé a los Hamptons!
- Lo sé pero me siento un inútil, Nueva York es mi hogar y no estoy dispuesto a que sea aniquilado por un imbécil que se aburre.- Kate no le mira, teclea en su ordenador al mismo tiempo que responde el teléfono, Rick sabe que eso está ocurriendo en todas las comisarías del Estado.
- Castle, no quiero que estés aquí, es una amenaza de bomba, deberías permanecer junto a la familia.
- Eso estoy haciendo, Luca y Sophie están con mi madre y tus padres, ajenos a todo este desastre. Ellos van a cuidar de nuestros hijos, tú también necesitas protección así que...aquí me tienes.
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Cada minuto cuenta y Beckett no puede perderlo en estas cosas.- Vale.- acaba diciendo.- ve con Espo y Ryan, averiguad quién ese hombre y cuáles pueden ser sus motivos; avisadme si encontráis algo importante.
Rick asiente y sale del despacho, ha ido hasta ahí para ayudar y eso es lo que va a hacer, sus amigos le reciben con los brazos abiertos, dos ojos más pueden ser de mucha utilidad.
Horas más tarde...
El loco de la bomba no mueve ficha y eso enloquece a los demás, ¿qué quiere? ¿Por qué no ha detonado la bomba? ¿Busca dinero? ¿Sólo es para llamar la atención
- ¡Esto es una mierda! Llevamos horas aquí encerrados, sin ver la luz del sol y todavía no sabemos nada que nos lleve a disuadir a ese maníaco.- Rick lo revisa todo por tercera vez, se les está escapando algo pero no lo han descubierto.
- Estamos agotados, no podemos encontrar nada con el cerebro tan sobrecargado de información que hasta el momento no nos ha ayudado.-Espo y Ryan saben que Rick tiene razón pero no han recibido órdenes de irse a descansar y tampoco se atreven a hablar con Beckett que sigue sin salir de su despacho.
- ¡Chicos, creo que he encontrado algo!- Javier y Castle se levantan para ir a la mesa de Kevin, éste teclea con precisión y varias ventanas se abren en la pantalla del ordenador.- Ryan, eso es el motivo, tenemos que avisar a Kate.- Rick sale decidido para hablar con la capitana pero encuentra su despacho vacío.
